La familia de un pr¨ªncipe saud¨ª lleva al banquillo a un ejecutivo catal¨¢n por estafa

Saad bin Abdul Aziz bin Abderram¨¢n Al Saud, hermano del rey de Arabia Saud¨ª, ten¨ªa una especial querencia por Catalu?a. Visit¨® por primera vez Barcelona para someterse a un tratamiento ocular a finales de los a?os setenta. Desde entonces empez¨® a adquirir propiedades, hasta hacerse con un notable patrimonio: dos viviendas en la zona alta de Barcelona y seis fincas en el interior de Catalu?a, donde se erigen los castillos de Rocafort y Rocabruna, y en las que construy¨® unas caballerizas para acoger caballos de pura raza. Pero su apoderado lo vendi¨® todo a su muerte y, ahora, los herederos del pr¨ªncipe piden que devuelva el dinero; la fiscal¨ªa, por su parte, le acusa de estafa y pide para ¨¦l una pena de cinco a?os de prisi¨®n.

En 1989, el pr¨ªncipe saud¨ª dio todos los poderes para gestionar sus propiedades a un directivo hotelero con el que hab¨ªa trabado amistad durante su primera visita, mientras se alojaba en el hotel Princesa Sof¨ªa. El hombre era subdirector del establecimiento, pero dej¨® el cargo por la oferta del pr¨ªncipe, con el que trab¨® una intensa amistad. Cuatro a?os despu¨¦s, Saad bin Abdul Aziz falleci¨®. Y el directivo hotelero decidi¨® deshacerse de las propiedades: las viviendas de Barcelona las vendi¨® a dos personas y las fincas de la comarca del Bages a una familia rusa, seg¨²n avanz¨® ayer La Vanguardia.

Los herederos del pr¨ªncipe saud¨ª interpusieron una querella contra el directivo por estafa. Diez a?os despu¨¦s, el caso est¨¢ a un paso de llegar a juicio. La fiscal¨ªa considera que la venta de las propiedades fue il¨ªcita y que los poderes del directivo ya no eran v¨¢lidos entonces. En su escrito de calificaci¨®n, la fiscal pide cinco a?os de c¨¢rcel para el hombre por estafa y reclama que devuelva a los herederos los cerca de siete millones de euros que logr¨® con las ventas. Adem¨¢s, solicita otros tres a?os para su mujer por receptaci¨®n y pide que devuelva 415.000 euros que retir¨®, presuntamente, de las cuentas de gastos del pr¨ªncipe saud¨ª. La fiscal exculpa, en cambio, a los compradores de las fincas, al considerar que actuaron de buena fe.