¡°As¨ª no podemos seguir¡±
El CETI de Melilla alberga cuatro veces m¨¢s inmigrantes que su aforo
La entrada a la carrera, casi sin oposici¨®n, de 500 subsaharianos a Melilla ha puesto (otra vez) en situaci¨®n de prevengan a la ciudad aut¨®noma, la frontera terrestre m¨¢s meridional de Europa. El Ej¨¦rcito y la Cruz Roja tuvieron que montar a toda prisa tiendas de campa?a y literas ¡ªincluso en el exterior del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)¡ª para dar techo, alimento, cura y descanso a los reci¨¦n llegados. El Ministerio del Interior orden¨® enviar un serio refuerzo ¡ªllegar¨¢n 100 polic¨ªas antidisturbios y 20 guardias civiles de los Grupos de Reserva y Seguridad¡ª para intentar impedir nuevos saltos. Y ya se ha aprestado un barco para aligerar de personas el CETI, donde ya hay 1.900 subsaharianos (el cu¨¢druple de su capacidad). Ante esta situaci¨®n, el presidente de Melilla, Juan Jos¨¦ Imbroda, ha puesto el grito en el cielo: ¡°As¨ª no podemos seguir¡±.
La ¨²ltima avalancha humana puso al l¨ªmite de capacidad casi todos los servicios de Melilla, tanto de acogida como de prevenci¨®n y represi¨®n. Un nuevo salto masivo despu¨¦s, los refuerzos se han puesto en marcha.
La llegada de los 500 ¡ªpudieron ser m¨¢s: Marruecos confirm¨® que impidi¨® el paso de otros 250¡ª casi colaps¨® el CETI. El Ej¨¦rcito mont¨® diez tiendas de campa?a en el exterior del establecimiento para impedir el hacinamiento de los extranjeros. La Comandancia General de Melilla inform¨® de que, adem¨¢s de las tiendas, cedi¨® literas para que puedan dormir 402 personas, as¨ª como 466 bandejas para reparto de comida. Los militares espa?oles han montado en lo que va de a?o un total de 753 catres al mismo ritmo que crec¨ªa la presi¨®n migratoria en Melilla.
La Cruz Roja, por su lado, mont¨® cinco tiendas con capacidad para 20 personas cada una. Estas se suman a las once que ya estaban colocadas. La ONG reparti¨® tambi¨¦n unos 200 lotes de mantas y ropa, al tiempo que colabor¨® en la atenci¨®n sanitaria que se prest¨® a los inmigrantes (algunos con cortes graves) y en el traslado de alguno de ellos a centros sanitarios. La entidad ha pedido m¨¢s equipos y lotes de primera necesidad para mejorar la atenci¨®n de los inmigrantes.
El ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, telefone¨® al delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, para transmitirle su apoyo y para anunciarle el env¨ªo a la ciudad de 120 efectivos de refuerzo, 100 agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y 20 guardias civiles, que se sumar¨¢n a los 110 que ya est¨¢n en ella y que complementan las plantillas habituales. El Barkani, adem¨¢s, anunci¨® que Ejecutivo central ¡°acelerar¨¢¡± los traslados de subsaharianos a la Pen¨ªnsula, unos de acogida y otros (¡°los que sean posibles¡±) para su expulsi¨®n en aplicaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa.
La situaci¨®n de la ciudad, junto a la que se sabe que a¨²n aguardan centenares de personas para el salto, ha llevado al hartazgo al presidente melillense: ¡°As¨ª no podemos seguir; hay que tomar decisiones importantes y dr¨¢sticas. Esto es un problema para la ciudad y para la Administraci¨®n central¡±. Juan Jos¨¦ Imbroda pidi¨® que se adopten las medidas necesarias para frenar la inmigraci¨®n clandestina que llega hasta la ciudad aut¨®noma y ha abogado por ¡°pasar por encima de las minor¨ªas¡± que cuestionan la actuaci¨®n del Gobierno y de la Guardia Civil.
¡°As¨ª no podemos seguir¡±, ha insistido Imbroda al ser preguntado por los periodistas respecto al salto masivo que ha registrado la valla de Melilla, el mayor de su historia, en el que unos 1.100 inmigrantes han intentado entrar en la ciudad y alrededor de 500 lo han conseguido.
Juan Jos¨¦ Imbroda, tras subrayar la ¡°agresividad y violencia¡± de los participantes en el ¨²ltimo salto, pidi¨® unidad de los partidos para paliar la presi¨®n que vive la ciudad, ¡°que no puede persistir. Cualquier d¨ªa nos encontramos con que saltan dos o tres mil. No s¨¦ si es bueno que tengamos que observar tranquilamente que entren 500 en la ciudad pasando por encima de quien sea¡±.
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