Euskadi, a la espera
El profesor Rubio Llorente, exvicepresidente del Tribunal Constitucional y expresidente del Consejo de Estado, lamentaba ayer en un acto celebrado en el Centro de Estudios Constitucionales (CESCO) que su propuesta, de hace a?o y medio, de ofrecer un cauce legal a la demanda de consulta procedente de Catalu?a no se hubiera tenido en cuenta. Lo comentaba con motivo de la presentaci¨®n por parte del jurista vasco, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Soroa, de otra propuesta en la misma direcci¨®n en la que apostaba por esa f¨®rmula con la pretensi¨®n expl¨ªcita de desarbolar el victimismo nacionalista arropado en el ¡°derecho a decidir¡±.
La coincidencia era completa si se tiene en cuenta, adem¨¢s, que el acto en el CESCO se produjo al d¨ªa siguiente de que el Tribunal Constitucional considerase inconstitucional la declaraci¨®n soberanista catalana de enero de 2013 por proclamar a esta comunidad ¡°sujeto pol¨ªtico y jur¨ªdico soberano¡±. Pero la sentencia del Constitucional abr¨ªa, a la par, la puerta, por vez primera, a que la aspiraci¨®n a la consulta tuviera un cauce por la v¨ªa de la legalidad constitucional.
En este sentido, lo que ya parece irremediable para Catalu?a por su deriva radical -no hay m¨¢s que ver la reacci¨®n de Artur Mas-, como apuntaba ayer el profesor Rubio Llorente, puede servir para el Pa¨ªs Vasco que hoy mismo ha abierto su ponencia de reforma del Estatuto de Gernika, de 1979.
No cabe duda de que los principales l¨ªderes de los partidos vascos, como I?igo Urkullu, del PNV, Patxi L¨®pez, del PSE y Arantza Quiroga, del PP, van a tener en cuenta el referente de la sentencia del Tribunal Constitucional que cierra el paso a la pretensi¨®n de una reforma de la Constituci¨®n, a trav¨¦s de la reforma del Estatuto, como hace unos a?os pretendi¨® el lehendakari Ibarretxe en el Pa¨ªs Vasco, hace unos a?os, y ahora Artur Mas, en Catalu?a.
El lehendakari Urkullu estaba comprometido por su programa electoral y a plazo fijo a constituir la ponencia para la reforma del Estatuto de Gernika. Una reforma que en el Pa¨ªs Vasco no se materializ¨® tras el fracaso del `plan soberanista de Ibarretxe y que, sin embargo, si se llev¨® adelante en la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas hace ya ocho a?os.
Ni Urkullu ni L¨®pez ni Quiroga tienen prisa para materializarla y menos a¨²n cuando a partir de mayo se abre una cadena de citas electorales que culminan a fines del pr¨®ximo a?o. Durante ese tiempo se conocer¨¢ en qu¨¦ ha quedado el proceso soberanista catal¨¢n, con un Artur Mas desbordado, lo que se contempla con preocupaci¨®n por los principales partidos vascos. Tambi¨¦n se podr¨¢ comprobar en qu¨¦ queda el consejo del Tribunal Constitucional a los poderes pol¨ªticos espa?oles para que den cauce legal y democr¨¢tico a demandas como la consulta catalana.
Dentro del espectro pol¨ªtico vasco, solo Sortu apuesta de manera n¨ªtida por la v¨ªa soberanista del derecho a decidir. El l¨ªder del PNV y lehendakari, I?igo Urkullu, defiende una reforma basada en un acuerdo transversal porque tiene en la mente el fracaso del Plan Ibarretxe y las graves consecuencias que tuvo para el PNV. Como primera muestra de ello es que el arranque de la ponencia de reforma est¨¢ pactado entre el PNV y el PSE. Solo el l¨ªder guipuzcoano del PNV, Joseba Egibar, pretende abrir el debate sobre el derecho a decidir.
Pero tanto el sector dominante en el PNV como el PSE y el PP van a estar muy pendientes del nuevo juego que ha abierto el Tribunal Constitucional de una reforma de la Carta Magna que ofrezca nuevos cauces legales y democr¨¢ticos al autogobierno en aquellas comunidades, como la catalana y la vasca, en que existe una amplia demanda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.