Tr¨¢fico lo ve todo desde el cielo

Si el conductor de la furgoneta blanca hubiera abierto la boca en ese preciso instante, Jes¨²s Guardia le podr¨ªa haber visto, volando casi a 300 metros de altura, los empastes de las muelas. Pero no le interesaba al jefe de la Unidad de Helic¨®pteros de Tr¨¢fico la calidad de la dentadura de aquel se?or. Llevaba puesto el cintur¨®n, conduc¨ªa a la velocidad adecuada y ten¨ªa sus dos manos en los mandos del veh¨ªculo. Todo correcto. De no haber sido as¨ª, Jes¨²s Guardia, lo habr¨ªa sabido: ning¨²n detalle escapa a las c¨¢maras de los helic¨®pteros que vigilan desde el cielo la seguridad de las carreteras. Son capaces de captar adelantamientos en l¨ªnea continua, conversaciones por tel¨¦fono m¨®vil, cambios de sentido indebidos o quebrantamientos de stops. Y ahora son a¨²n m¨¢s poderosas con la instalaci¨®n del Pegasus, el sistema que las capacita para detectar la velocidad a la que circulan los autom¨®viles.

El segundo Pegasus de la flota de los helic¨®pteros de Tr¨¢fico se estren¨® el mi¨¦rcoles 16 de abril, en el inicio de la segunda fase de la operaci¨®n circulatoria de Semana Santa, cuando se esperan m¨¢s de 7,5 millones de desplazamientos en autom¨®vil. La DGT trat¨® de evitar que se agotara el impacto de la campa?a especial de Pascua, que hab¨ªa presentado seis d¨ªas antes, y logr¨® que en la mitad de la festividad todos volvieran a hablar de tr¨¢fico: un nuevo Pegasus controlaba las carreteras.

Era el golpe de efecto que necesitaba la instituci¨®n que dirige Mar¨ªa Segu¨ª para que los conductores extremen la precauci¨®n, en un momento en el que el descenso consecutivo durante diez a?os de v¨ªctimas mortales por accidente peligra, tras un repunte que casi ha agotado por primera vez en una d¨¦cada el margen de disminuci¨®n en la siniestralidad vial con respecto al a?o anterior.

Si el primer Pegasus caz¨® en un a?o a 1.441 conductores que excedieron la velocidad permitida, el nuevo ojo de Tr¨¢fico tampoco baja la guardia. ¡°Tengo que tramitar cuatro denuncias¡±, comenta un agente que acaba de descender de un Pegasus, tan solo una hora y media despu¨¦s del estreno del nuevo radar. Una hora m¨¢s tarde, la patrulla a¨¦rea a la que acompa?a EL PA?S denunciar¨¢ a otros tres automovilistas.

¡°Los hueles¡±, asegura Jes¨²s Guardia. ¡°El veh¨ªculo suele seguir unos patrones de comportamiento que te indican que conduce nervioso, de forma agresiva, porque no mantiene, por ejemplo, la distancia de seguridad¡±, explica el jefe de Helic¨®pteros de Tr¨¢fico, que pilota el aparato. Pero quienes circulan demasiado despacio tambi¨¦n levantan sospechas. ¡°Es probable que el conductor est¨¦ distra¨ªdo, que est¨¦ hablando por el m¨®vil¡±, asegura.

Y Guardia acaba de oler a un infractor.

¡ª ¡°Mira a aquel coche oscurito, el de la curva; ese le est¨¢ pisando¡±, dice a ?ngel, el agente que maneja la c¨¢mara del helic¨®ptero sentado en el asiento trasero izquierdo.

¡ª ¡°Va a 148 y la carretera est¨¢ limitada a 100 kil¨®metros por hora. Pero espera, est¨¢ acelerando¡­ Ahora corre a 150¡­ a 161¡­ a 172¡±, se?ala ?ngel.

Cuando bajen del helic¨®ptero, los guardias civiles tramitar¨¢n la infracci¨®n del coche oscuro y de otros dos veh¨ªculos m¨¢s: un autom¨®vil que corr¨ªa a 150 por hora en una v¨ªa limitada a 120 y una furgoneta que aceler¨® hasta 128 en carretera secundaria, con una velocidad m¨¢xima de 100 por hora. Desde el hangar del aer¨®dromo de Cuatro Vientos (Madrid), donde operan los helic¨®pteros asignados al Centro de Gesti¨®n de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) de Madrid ¡ªhay otros seis centros en A Coru?a, Valladolid, Zaragoza, Valencia, M¨¢laga y Sevilla¡ª, los agentes env¨ªan la denuncia al Centro Estatal de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (Estrada), en Le¨®n, desde donde se gestiona la multa y se env¨ªa al domicilio del infractor.

Si alguno de los tres automovilistas denunciados hubiera creado con su conducci¨®n un grave peligro, el helic¨®ptero habr¨ªa tratado de contactar con alguna patrulla de la Guardia Civil para que lo interceptara.

El Pegasus solo necesita nueve segundos para detectar un exceso de velocidad. Una c¨¢mara panor¨¢mica instalada en el pat¨ªn del helic¨®ptero sigue a los veh¨ªculos y registra la velocidad a la que circulan. Una segunda c¨¢mara con teleobjetivo lee la matr¨ªcula del autom¨®vil infractor. En esos nueve segundos, el sistema arroja tres mediciones y calcula la velocidad media. Despu¨¦s de ese tiempo, la c¨¢mara proporciona cada tres segundos una nueva medici¨®n. ¡°Si notamos que est¨¢ acelerando, continuamos con el seguimiento¡±, se?ala Guardia. Su precisi¨®n es tal que podr¨ªa llegar detectar la velocidad de veh¨ªculos que circulan hasta a 360 por hora.

¡°El mayor error del Pegasus, durante las pruebas de verificaci¨®n en el Centro Espa?ol de Metrolog¨ªa, fue de 1,4%. Es a¨²n m¨¢s exacto que los radares que operan en tierra¡±, dice Guardia con cierto orgullo. Y mantiene intacto su acierto operando a una altura de helic¨®ptero de mil pies (m¨¢s de 300 metros), y hasta una distancia en l¨ªnea recta con el veh¨ªculo controlado de un kil¨®metro. Sin ser vistos ni o¨ªdos. ¡°No queremos que los coches nos vean porque podr¨ªamos causar una distracci¨®n, aunque cuando hay retenciones s¨ª nos dejamos ver, para que los conductores sientan que estamos ah¨ª con ellos, que no est¨¢n solos¡±, se?ala el jefe de la unidad.

Los v¨ªdeos de los helic¨®pteros de Tr¨¢fico ¡ªun total de 12 aparatos que realizan ¡°alrededor de 5.000 horas de vuelo al a?o en conjunto¡ª quedan custodiados durante tres a?os, revela Guardia. El escaso n¨²mero de reclamaciones demuestra la confianza de los ciudadanos. ¡°Llegan sobre todo de personas que no han respetado un stop, porque al ver los fotogramas que se les env¨ªa con la denuncia creen que es imposible demostrar que no pararon en la se?al¡­ Pero no saben que aqu¨ª tenemos el v¨ªdeo¡±, relata Guardia. Aun as¨ª, no llega m¨¢s de un recurso mensual por stop.

Otros cuatro Pegasus ¡ªcada uno cuesta unos 160.000 euros, solo 100.000 en gastos de montaje¡ª aguardan a ser instalados en los helic¨®pteros de Tr¨¢fico en las pr¨®ximas semanas para patrullar las carreteras, con especial atenci¨®n en las v¨ªas secundarias, donde se est¨¢n registrando en 2014 m¨¢s del 80% de los accidentes mortales.

Podr¨¢n volar, como hacen hasta ahora, tanto de d¨ªa como de noche. M¨¢s vuelos no significan necesariamente m¨¢s multas. Seg¨²n Guardia, que lleva m¨¢s de 20 a?os patrullando desde el aire las carreteras, ¡°cada vez es m¨¢s dif¨ªcil grabar infracciones, y eso es bueno porque es un s¨ªntoma de que se conduce con m¨¢s conciencia¡±.