200 gallos de pelea y caballos en el supermercado de la droga
Juicio a los clanes de son Banya, en Mallorca, donde domin¨® La Paca, ahora presa
Doscientos gallos de pelea y varios caballos pose¨ªa Gabriel Amaya, llamado El Ove, de 32 a?os, capo del clan de Los bizcos, que cumple una pena de cuatro a?os de c¨¢rcel por un delito contra la salud p¨²blica y tiene otra condena recurrida. El Ove se explic¨® ante la Audiencia de Palma, donde se le juzga otra vez en un macrojuicio por narcotr¨¢fico, junto a otros 25 imputados de cuatro clanes distintos del poblado de son Banya, el territorio de la legendaria narco La Paca, presa en la pen¨ªnsula desde 2010.
El fiscal antidroga de Baleares, Adri¨¢n Salazar, reclama hasta 138 a?os de c¨¢rcel para los imputados. El anterior macro juicio contra clanes de son Banya acab¨® con la absoluci¨®n de la mayor¨ªa de acusados al rechazar los jueces la legalidad de las escuchas telef¨®nica. Esta vez no hay pinchazos telef¨®nicos. En la vista del caso Kabul un familiar de un procesado quiso acudir al juicio con un gallo con espolones bajo el brazo.
A El Ove le piden seis a?os de prisi¨®n. Niega que se dedicara al narcotr¨¢fico y justifica sus ingresos en la trata de animales desde hace una d¨¦cada. Otros imputados aseguran que recogen y venden chatarra, que van de feriantes en mercados ambulantes o tienen bares. Una abuela afirm¨® que las bolsitas que le hallaron no eran `para la droga sino para proteger los bocadillos de sus nietos.
El Ove fue un pr¨®fugo, iba cambiando de domicilio y de aspecto. Se le detuvo oculto en un chal¨¦ de Mallorca protegido y sin su habitual pelambrera. ¡°Gan¨¦ mucho dinero¡±, dijo. con la cr¨ªa de cluecas y gallos de casta y con el entreno de los pollos, "forasteros" como les llama en la isla a la raza de aves dedicada a los combates y apuestas, ambas actividades ilegales y perseguidas. Clandestinamente se mantienen las peleas y el juego.
El reo cotiz¨® sus aves de raza entre los 50 y 2.000 euros. Su abogado, Juan Carlos Peir¨®, aport¨® sus referencias de criador federado y con licencia en Andaluc¨ªa. En una gallera de Mallorca la polic¨ªa hall¨® medio kilo de coca¨ªna, seg¨²n consta en la causa. ¡°Entra mucha gente¡±, coment¨® un acusado de otra banda distinta. Hasta cinco banquillos del tribunal ocupan parientes de la matriarca La Paca y miembros de los clanes de Los Valencianos, de La Sole y de Los Bizcos.
Nada ha podido parar hasta ahora el negocio clandestino en el supermercado de la droga de son Banya. Cientos de personas acuden a las barracas a comprar sus papelinas de coca¨ªna, hero¨ªna o su dosis de hach¨ªs. En el sumario constan las referencias de decenas consumidores, con las intervenciones de dosis, la indicaci¨®n de donde la compraban,a valoraci¨®n de la pureza de las sustancias, lo pagado y el valor de mercado.
La venta de droga subsiste pese a las numerosas redadas policiales, sentencias judiciales, desalojo y derribos de chabolas y aprehensiones de sustancias. Bajo tierra se incautaron kilos de oro y millones de euros. All¨ª mand¨® durante d¨¦cadas La Paca, Francisca Cort¨¦s, matriarca de los narcos, que viv¨ªa en compa?¨ªa de un mono al que colocaba pa?ales por la noche. La afici¨®n la hered¨® su hijo, el Ico, que tom¨® para s¨ª un macaco que no era suyo.
Cuatro acusados, entre ellos una cu?ada y una sobrina de La Paca, por primera vez en un juicio por droga, han asumido los delitos, la venta al menudeo o la colaboraci¨®n como vigilantes en este negocio. Lo hicieron para lograr penas menores de las previstas. Han pactado con el fiscal la confesi¨®n y posiblemente recibir¨¢n nuevas peticiones hasta dos y tres a?os.
En la vista, que se prolongar¨¢ dos semanas m¨¢s, la mayor¨ªa de acusados no contestan las preguntas del fiscal, solo atienden las preguntas de sus abogados. La presidente de la Sala de la Audiencia, Francisca Ramis, expuls¨® a un acusado por dictar a su madre lo que ten¨ªa que ten¨ªa que decir al tribunal. Antes, la magistrada advirti¨® que la sala de juicios no era como el "corral de la Parrala" ni "la lista de carnicer¨ªa" ante la sucesi¨®n de peticiones de los acusados para ir al ba?o o el levantarse sin m¨¢s y salir sin pedir permiso.
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