Irlanda-Euskadi
Aunque los procesos han sido muy distintos, los problemas de cierre definitivo del terrorismo son similares
Aunque el proceso haya sido diferente, los problemas de cierre definitivo del terrorismo son similares en Irlanda y en el Pa¨ªs Vasco: c¨®mo evitar disidencias contrarias al cese de la violencia, presos y huidos, resarcimiento de las v¨ªctimas, aclaraci¨®n de los cr¨ªmenes sin resolver, incluyendo los casos de desaparecidos. Como el de Jean McConville, la viuda y madre de diez hijos secuestrada, asesinada y hecha desaparecer por el IRA en 1972 y que ha llevado a la detenci¨®n durante cuatro d¨ªas de Gerry Adams, presidente del Sinn Fein.
Adams, dirigente desde muy joven del movimiento republicano en Belfast, siempre ha negado haber pertenecido al IRA, contra los testimonios de excamaradas como Brendan Hughes, que en una grabaci¨®n realizada poco antes de su muerte, en 2008, le se?alaba como responsable del grupo que secuestr¨® y mat¨® a la viuda McConville. Esa grabaci¨®n acab¨® apareciendo en un libro, pero la referencia concreta que se hace a la participaci¨®n de Adams es que se opuso a la reivindicaci¨®n del crimen, por considerarlo de dif¨ªcil justificaci¨®n, y defendi¨® hacer desaparecer el cad¨¢ver.
Dilema similar al que se plante¨® en la direcci¨®n de ETA tras el atentado de la Cafeter¨ªa Rolando, en 1974, con 13 v¨ªctimas civiles. Decidieron no reconocer su autor¨ªa. Es veros¨ªmil que Adams se encontrase ante el hecho consumado del asesinato, dada la din¨¢mica incontrolada de la violencia sectaria en aquel a?o, el de mayor n¨²mero de v¨ªctimas (470) de todo el periodo.
La polic¨ªa ha remitido el expediente al Fiscal General para Irlanda del Norte, que deber¨¢ decidir si hay pruebas suficientes para procesarle. La declaraci¨®n de Hughes dif¨ªcilmente podr¨ªa considerarse prueba irrefutable dado su p¨²blico resentimiento contra los dirigentes actuales, a los que denomin¨® ¡°brigada Armani¡±, por su estilo de vida, y a los que acus¨® de corrupci¨®n y traici¨®n a los ideales republicanos. La delaci¨®n como v¨ªa de aproximaci¨®n a la verdad en materia de terrorismo no es muy fiable. La memoria es selectiva, y m¨¢s cuando se refiere a hechos tan lejanos (42 a?os); y tiende a convertirse en ocasi¨®n para dirimir viejas cuentas personales.
Seguramente Adams fue del IRA, pero si no lo hubiera sido ?habr¨ªa podido convencer a los que segu¨ªan si¨¦ndolo de que abandonasen las armas? Es l¨®gico que las familias pidan justicia ante los casos sin esclarecer. En noviembre pasado, la mayor¨ªa de ellas rechaz¨® la sugerencia del Fiscal para Irlanda del Norte de poner fin a las investigaciones y procedimientos judiciales sobre cr¨ªmenes anteriores al Acuerdo de Viernes Santo. Sin embargo, un sector minoritario reclama su derecho a olvidar.
Hace cuatro a?os, tras el informe sobre el Domingo Sangriento de enero de 1972 (14 civiles desarmados muertos a tiros), se plante¨® la posibilidad de procesar a los soldados brit¨¢nicos que dispararon. Fue rechazada porque ello implicar¨ªa investigar y procesar a los paramilitares puestos en libertad sin llegar a ser juzgados, en el marco de los Acuerdos de Viernes Santo.
La detenci¨®n de Adams ha planteado otra paradoja: pocos dudan de su influencia en la legitimaci¨®n de la nueva polic¨ªa de Irlanda del Norte, decisiva para impedir que progresen los grupos disidentes que pugnan por el regreso al terrorismo. Algo que sigue siendo una prioridad central del momento. En Irlanda y en Euskadi.
El lunes pasado la polic¨ªa de Dubl¨ªn detuvo a un hombre vinculado al IRA Aut¨¦ntico por su presunta relaci¨®n con el descubrimiento, dos d¨ªas antes, de un coche bomba dispuesto para hacerlo estallar en el Norte. Y a fines de abril se inform¨® de la investigaci¨®n abierta en el Pa¨ªs Vasco sobre el grupo disidente de la izquierda abertzale Ibil (andar), en desacuerdo con el cese de la violencia y que estar¨ªa organiz¨¢ndose como grupo clandestino.
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