¡°En Francia no hacemos pol¨ªtica de austeridad como en Espa?a¡±

Manuel Valls (Barcelona, 1962) era ayer la gran estrella en su tierra natal, en un ambiente mucho m¨¢s c¨®modo del que encuentra en Francia, donde el socialismo atraviesa un momento muy dif¨ªcil hundido en las encuestas, tanto que el presidente, Fran?ois Hollande, ha recurrido a ¨¦l como salvador. Amigo de Elena Valenciano de los tiempos en que ambos eran j¨®venes dirigentes socialistas europeos, Valls, primer ministro franc¨¦s, hace campa?a con ella pero est¨¢ obligado a ser prudente por sus relaciones con el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque tiene muy claro que Francia no est¨¢ haciendo lo mismo que Espa?a, y lo defiende con firmeza. Valls, en perfecto castellano, atiende a EL PA?S unos minutos antes del mitin con Valenciano, Martin Schulz y Felipe Gonz¨¢lez. Cuando se le pregunta qu¨¦ habr¨ªa pasado en Francia con una pol¨¦mica como la desatada por las palabras de Arias Ca?ete sobre el machismo, es cauteloso: ¡°Para m¨ª es dif¨ªcil hablar de la campa?a espa?ola, soy primer ministro franc¨¦s, tengo relaciones normales con el Gobierno espa?ol, ir¨¦ antes del verano para un encuentro de trabajo con Rajoy. Lo que s¨¦ es que nuestro compromiso por la igualdad, contra el sexismo y el machismo, y en el debate sobre el aborto, marcan la diferencia clar¨ªsima entre la derecha y la izquierda. En Francia tambi¨¦n en este debate hay diferencias claras¡±.

A Valls no le gusta nada la idea de que ser la cara visible de los recortes de 50.000 millones en tres a?os aprobados en Francia pueda perjudicar al PSOE porque difumina las diferencias izquierda-derecha. Al rev¨¦s, ¨¦l cree que suma y por eso Valenciano le ha llamado a Barcelona. Valls defiende las diferencias. ¡°La situaci¨®n espa?ola es muy diferente a la francesa. Tambi¨¦n hay crisis y paro en Francia. Pero lo que vive Espa?a desde 2008 es muy muy duro para la gente, para mi generaci¨®n, para la juventud. No tiene nada que ver. Nosotros hacemos un recorte de 50.000 millones pero sin tocar las pensiones, creando 60.000 puestos de profesores durante cinco a?os, m¨¢s polic¨ªas y m¨¢s jueces. Adem¨¢s, vamos a bajar los impuestos para la gente que gana menos. No es una pol¨ªtica de austeridad, es muy diferente¡±.

El primer ministro franc¨¦s defiende que sus planes econ¨®micos tienen un claro componente de izquierdas: ¡°Tenemos que bajar en Francia el nivel del gasto p¨²blico, es demasiado importante, para recobrar margen para nuestra econom¨ªa y para ayudar a las empresas, pero no es una pol¨ªtica de austeridad. Es una pol¨ªtica de izquierda con reformas muy importantes que vamos a hacer, con cambios econ¨®micos e institucionales, vamos a cambiar las regiones¡±.

Cuando se le cuenta que Rajoy en los m¨ªtines utiliza su nombre para decir ¡°mirad lo que hace el socialista Valls, lo mismo que nosotros en Espa?a¡±, el socialista franc¨¦s se r¨ªe: ¡°Sarkozy durante mucho tiempo citaba a Zapatero, cuando Zapatero gobernaba, eso es un juego pol¨ªtico normal. Pero si yo he sido invitado aqu¨ª a Barcelona con Elena Valenciano es porque soy un primer ministro popular de un Gobierno nuevo en Francia, de izquierda, con reformas, pero con ganas tambi¨¦n de decir la verdad al pueblo franc¨¦s: que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Vamos a hacer reformas pero con justicia social y con un discurso que asume la reforma y al mismo tiempo da una meta de justicia social¡±. Valls no acepta la idea, extendida en Espa?a, de que Francia finalmente ha cedido a la presi¨®n de Bruselas y por tanto ha demostrado que esta gran potencia tambi¨¦n har¨¢ pol¨ªticas similares a los dem¨¢s. ¡°No, yo creo que hacemos muchas cosas diferentes a los dem¨¢s. Que hay escepticismo sobre Europa por supuesto, que es muy dif¨ªcil con la crisis econ¨®mica, por supuesto, que hay falta de crecimiento en Europa por supuesto, pero somos diferentes¡±. El primer ministro incluso rechaza que en Francia se haya practicado hasta ahora ninguna pol¨ªtica de austeridad. ¡°No, yo creo que no ha habido austeridad en Francia¡±, asegura. ¡°La situaci¨®n en Francia no tiene nada que ver con la austeridad. Pero s¨ª, hemos perdido puestos industriales, potencia industrial. La diferencia entre Francia y Alemania cambi¨® en los a?os 2000. Somos la segunda econom¨ªa europea y la quinta del mundo pero tenemos que recuperar potencia, y eso hay que hacerlo apoyando a las empresas pero sin olvidar a la gente m¨¢s d¨¦bil¡±, insiste.

Cuando se le pregunta si Francia no ha sido capaz de cambiar la pol¨ªtica en Bruselas, qui¨¦n podr¨¢, Valls tiene clara la causa y se concentra en hacer campa?a, que es a lo que ha venido a Barcelona: ¡°Los Gobiernos conservadores son mayor¨ªa en Europa. Eso es lo que hay que empezar a cambiar el domingo, si cambia la mayor¨ªa empezaremos a ver c¨®mo cambian cosas en Europa. El euro es demasiado caro, hay que bajarlo y es una de las primeras cosas que podr¨¢n cambiar este domingo¡±, explica.

Al llegar al asunto m¨¢s delicado, la posible victoria el domingo de Le Pen, y la posibilidad de que ¨¦l, con sus pol¨ªticas en la crisis de los gitanos, por ejemplo, haya entrado en ese terreno, Valls lo rechaza tajante: ¡°Esos temas no tienen nada que ver con el ascenso de Le Pen. ?Qui¨¦n vota a Le Pen? La gente obrera. La crisis pol¨ªtica, c¨ªvica, econ¨®mica de Francia viene de mucho tiempo atr¨¢s, es una crisis de identidad. No s¨¦ lo que va a pasar el domingo pero estoy luchando para que no gane Le Pen¡±, remata.