Los ciudadanos cuestionan el funcionamiento de los partidos
El 93% asegura que deber¨ªan introducir cambios profundos Los expertos ven en el 25-M un toque de atenci¨®n a formaciones tradicionales
En los ¨²ltimos dos a?os hab¨ªa signos de crisis de los partidos tradicionales, hasta que las elecciones europeas del domingo la han certificado en las urnas con un castigo sin precedentes. En Galicia en 2012 ya irrumpi¨® con ¨¦xito Alternativa Galega de Esquerda (AGE); en Catalu?a, en 2011, la CUP. Y con diferencias notables, desde hace a?os, se han creado formaciones nuevas como UPyD y Ciudadanos con implantaci¨®n creciente y cuestionando el modelo de partidos de la Transici¨®n.
Los signos que apuntaban esa tendencia estaban ah¨ª, en datos como el aumento de los votos en blanco, del 1,39% al 2,29% en europeas; la baja participaci¨®n, y tambi¨¦n en resultados coincidentes de encuestas de los ¨²ltimos a?os. Seg¨²n Metroscopia, hasta el 93% asegura ahora que los partidos deber¨ªan introducir cambios profundos para prestar m¨¢s atenci¨®n a lo que piensa la gente.
Gabriel Elorriaga, diputado del PP, asegura que los resultados ¡°se explican como un distanciamiento y un disgusto ciudadano con el funcionamiento de los partidos tradicionales¡±. En su opini¨®n, ¡°no hay una respuesta simple y un¨ªvoca y ni siquiera medidas como las primarias son la ¨²nica soluci¨®n, porque es la suma de muchos factores¡±. Elorriaga habla de ¡°ejemplaridad¡± en ese funcionamiento, ¡°en la forma de actuar frente a la corrupci¨®n y en c¨®mo relacionarse con la ciudadan¨ªa¡±.
En este momento, en el Congreso se discuten medidas contra la corrupci¨®n, a la espera de un acuerdo entre PP y PSOE que est¨¢ bloqueado por la situaci¨®n de los socialistas. Estas medidas no incluyen reformas en la ley de partidos para democratizar su funcionamiento, ni en la ley electoral.
Sin embargo, seg¨²n el 86% de los ciudadanos deber¨ªan abordarse reformas del sistema electoral para mejorar la proporcionalidad; establecer listas abiertas, limitaci¨®n de mandatos y elecciones primarias abiertas. Ninguna de estas demandas se estudian en esa reforma legal en tr¨¢mite. Entre los votantes del PSOE esos porcentajes superan el 90%.
Jordi Sevilla, exministro del PSOE, forma parte de la plataforma M¨¢s Democracia, que en coincidencia con otras similares, present¨® a los grupos en septiembre de 2013 una propuesta articulada de ley de partidos sobre la que no ha habido respuesta. En su opini¨®n ¡°es preciso actualizar esa reflexi¨®n, porque el resultado del 25-M es una llamada de atenci¨®n a los dos grandes partidos que no se resuelve con un cambio de caras, sino con nuevos proyectos, programas y formas de actuar¡±.
El peligro, a?ade Sevilla, es que se olvide si acaba la crisis econ¨®mica y no se tenga en cuenta la ¡°exigencia democr¨¢tica a los partidos para que act¨²en de otra manera. En ese caso, la desafecci¨®n democr¨¢tica ir¨¢ a m¨¢s, crecer¨¢n fen¨®menos antisistema y habr¨¢ m¨¢s riesgo de que Espa?a sea ingobernable¡±.
Coincide con esta tesis, Bel¨¦n Barreiro, doctora en Ciencia Pol¨ªtica y Sociolog¨ªa, fundadora de MyWord, directora del Laboratorio Fundaci¨®n Alternativas y expresidenta del CIS. ¡°La crisis econ¨®mica es la causante, pero la crisis pol¨ªtica ha avanzado a una velocidad que no la parar¨¢ la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±.
Fernando Vallesp¨ªn, catedr¨¢tico y polit¨®logo, escrib¨ªa esta semana en EL PA?S que ¡°todo apunta a que estamos ante un fin de r¨¦gimen, el que acab¨® asent¨¢ndose despu¨¦s de la Transici¨®n, pero ignoramos qu¨¦ lo pueda sustituir¡±.
El 67%, seg¨²n Metroscopia, entiende que ser¨ªa positivo que los resultados de las elecciones europeas se repitieran en generales para obligar a pactar a los partidos. Es decir, del sondeo y del 25-M se deduce un rechazo a las mayor¨ªas absolutas y. mucho m¨¢s obvio, a la hegemon¨ªa de PP y PSOE.
Esa fragmentaci¨®n del voto y de exigencia de pol¨ªtica, se manifiesta tambi¨¦n en que el 66% prefiere expresamente que haya pactos, sin mayor¨ªas absolutas.
Vallesp¨ªn explica que ya hace 15 a?os en Alemania acabaron en las urnas lo que se llam¨® los ¡°partidos de masas¡± y ahora en Espa?a se reproduce ese mismo proceso. Con retraso porque aqu¨ª los partidos nacionalistas eran las opciones bisagras, mientras que ahora el cambio es que aparecen otros partidos para cumplir esa funci¨®n.
Entiende, no obstante, que el PP puede recuperar movilizando a sus abstencionistas, mientras que el PSOE lo tienen mucho m¨¢s complicado por la aparici¨®n de nuevas opciones que buscan romper ese bipartidismo de la Transici¨®n.
¡°Sus programas pueden ser disparatados, pero no la cr¨ªtica que hacen al modelo de partidos¡±, asegura Vallesp¨ªn sobre Podemos.
En esta l¨ªnea, Luis Arroyo, experto en comunicaci¨®n, asegura que el resultado del 25-M es ¡°una llamada de atenci¨®n a los partidos¡±. Pide no obstante, que se diferencia porque ¡°la democracia asamblearia no es viable, las experiencias son decepcionantes, pero los partidos deben aprender que deben renunciar a aparatos cerrados, en favor de medidas como primarias, limitaci¨®n de mandatos y transparencia¡±.
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