Nueve visitas al ¡°taller de chapa¡± durante los ¨²ltimos cinco a?os
Don Juan Carlos se ha mostrado completamente recuperado antes de renunciar
Le gusta al Rey bromear sobre sus ingresos hospitalarios compar¨¢ndolos con ¡°visitas al taller¡±. Un taller de chapa que ha visitado nueve veces en los ¨²ltimos cinco a?os, podr¨ªa a?adirse, ya que, siguiendo con el s¨ªmil, es la parte relacionada con la carpinter¨ªa del ser humano (los huesos y articulaciones) la que m¨¢s problemas le ha dado. Desde la rotura y posterior ca¨ªda en Botsuana, durante un safari en abril de 2012, han sido los problemas de cadera lo que m¨¢s ha preocupado y ha entorpecido su labor. Un proceso complejo y latoso, pero nada extraordinario en una persona de su edad (76 a?os).
Solo una complicaci¨®n, relativamente an¨®mala ¡ªla infecci¨®n en la pr¨®tesis de la cadera izquierda¡ª ha sido preocupante. Ese fen¨®meno adverso se da en menos del 2% de las personas operadas, pero oblig¨® al Rey a volver al quir¨®fano. Para esa ocasi¨®n se desplaz¨® desde Estados Unidos a Espa?a Miguel Cabanela, jefe de cirug¨ªa reconstructiva de la Cl¨ªnica Mayo. Fue la situaci¨®n potencialmente m¨¢s grave, ya que ese tipo de infecciones pueden pasar a la sangre y, a trav¨¦s de ella, propagarse por el cuerpo, con el riesgo de que afecte a ¨®rganos vitales (coraz¨®n, cerebro), lo que s¨ª hubiera sido peligroso.
Eso no sucedi¨®, pero el inconveniente retras¨® a¨²n m¨¢s la recuperaci¨®n del Rey, oblig¨¢ndole a operarse dos veces m¨¢s: una para eliminar la pr¨®tesis infectada y sanear la zona, el 24 de septiembre de 2013, con un tratamiento intensivo que incluy¨® la inyecci¨®n intravenosa de antibi¨®ticos; y otra, el 21 de noviembre del a?o pasado, para implantar la pieza definitiva. Tras cada una de ellas, don Juan Carlos tuvo que hacer las consiguientes rehabilitaciones (dos o tres meses de ejercicios para recuperar la movilidad), algo que llev¨® a cabo en las instalaciones del palacio de La Zarzuela.
En todo momento, el Rey quiso mostrar los avances que realizaba. Tras la primera de estas dos operaciones, por ejemplo, don Juan Carlos reapareci¨® el 14 de octubre en una reuni¨®n en La Zarzuela ¡ªtodav¨ªa con bastones¡ª con el pr¨ªncipe de Asturias, Mariano Rajoy y el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, para preparar la pr¨®xima Cumbre Iberoamericana de Panam¨¢, a la que no pudo acudir.
Si la infecci¨®n de la pr¨®tesis fue una aut¨¦ntica mala suerte, como la llam¨® el m¨¦dico que le oper¨® la primera vez, ?ngel Villamor, del Hospital Quir¨®n San Jos¨¦ de Madrid, el otro momento desafortunado de los ¨²ltimos a?os fue la intervenci¨®n de hernia discal a la que tuvo que someterse en marzo de 2013. Entonces ya se hab¨ªa operado de cadera tres veces (dos de la derecha, despu¨¦s de que se le luxara ¡ªdesencajara¡ª la pr¨®tesis) y una de la izquierda. Acudi¨® para ello al cirujano Manuel de la Torre Guti¨¦rrez, tambi¨¦n en un centro privado. El m¨¦dico utiliza en sus cirug¨ªas un enorme robot que permite operar la espalda con plena visibilidad. Esta novedad tiene, adem¨¢s, la ventaja de que se acorta la convalecencia, algo que ha sido uno de los objetivos del Rey en todos sus ingresos hospitalarios. Pero, inevitablemente, esta intervenci¨®n tuvo que alterar la recuperaci¨®n de la movilidad tras las primeras operaciones de cadera (y una anterior de la rodilla derecha, con implante de una pr¨®tesis en 2012).
La otra ocasi¨®n preocupante en la salud del monarca, al menos a priori, fue cuando, en 2010, se le extirp¨® un n¨®dulo de un pulm¨®n, aunque luego se descart¨® que fuera canceroso. Esta fue la ¨²nica vez que el Rey acudi¨® a un centro p¨²blico: el Hospital Cl¨ªnico de Barcelona.
En teor¨ªa, sus problemas de movilidad est¨¢n solucionados y, con el cuidado correspondiente, no deber¨ªan impedirle seguir ejerciendo. Solo el incidente de los titubeos durante el discurso de la Pascua militar, el 6 de enero pasado, el primero en p¨²blico desde su ¨²ltima operaci¨®n, caus¨® preocupaci¨®n por si indicaba un deterioro en sus capacidades intelectuales, aunque La Zarzuela lo atribuy¨® al cansancio, a la mala iluminaci¨®n y a las ¡°ganas de hacerlo bien¡±.
Desde entonces, el monarca se ha ido incorporando gradualmente a la vida p¨²blica, hasta el reciente viaje (ya casi sin apoyos, al menos en los actos oficiales) a seis pa¨ªses del Golfo P¨¦rsico, en abril pasado, en los que hizo la que puede considerarse como su ¨²ltima demostraci¨®n de que la recuperaci¨®n era completa. El propio Rey ha aludido a su buena salud en el discurso de abdicaci¨®n queriendo desmentir as¨ª que hubiera causas f¨ªsicas en su decisi¨®n.
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