El temor al enfado de las bases impone el silencio en la c¨²pula del PSOE
Los l¨ªderes del partido no apuestan en p¨²blico por ning¨²n candidato en liza
Los d¨ªas han pasado, la campa?a termina hoy, y ning¨²n secretario general del PSOE ha salido a la palestra para decir en p¨²blico qui¨¦n de los tres aspirantes a la secretar¨ªa general del PSOE es su candidato. Atr¨¢s queda ese pronunciamiento casi en bloque de una docena de barones territoriales en favor de que la presidenta de Andaluc¨ªa, Susana D¨ªaz, diera un paso al frente. Eso fue el pasado 29 de mayo. Solo callaron Guillermo Fern¨¢ndez Vara, secretario general de Extremadura y el presidente asturiano, Javier Fern¨¢ndez. Ahora callan todos.
Uno a uno se puede decir con qui¨¦n est¨¢n aunque resulta una tarea imposible encontrar una declaraci¨®n p¨²blica de alguno de ellos en la que expresen su preferencia por uno de los tres aspirantes: Eduardo Madina, Pedro S¨¢nchez y Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapias. ¡°Las federaciones est¨¢n divididas y ning¨²n secretario general quiere emitir una opini¨®n contraria a la de sus militantes¡±, se?ala un secretario general, buen conocedor de lo que ocurre en su tierra y en el resto de Espa?a. Adem¨¢s, la prudencia les impone el silencio porque no solo es relevante la opini¨®n de los m¨¢ximos secretarios regionales, sino los provinciales y los locales. Basta con que un cuadro medio dijera que apoya a uno de ellos para que parte de los militantes de su agrupaci¨®n votaran en otro sentido. Esta afirmaci¨®n la hacen distintos cuadros medios para introducir la clave de la rencilla y disputa local, sin tener en cuenta que se dirime la elecci¨®n del secretario general del PSOE.
Las previsiones, los augurios, responden a los l¨ªderes territoriales que, no obstante, tienen los o¨ªdos puestos en lo que dice su federaci¨®n. Hay cierta coincidencia en afirmar que Pedro S¨¢nchez ir¨ªa por delante de Madina toda vez que los militantes de Andaluc¨ªa estar¨ªan muy a su favor. Y tambi¨¦n Castilla-La Mancha, aunque esta regi¨®n es un ejemplo de divisi¨®n de voto, como otros, ya que hay provincias en las que Madina ir¨ªa por delante.
Las diferencias entre barones en relaci¨®n a los candidatos se miden no solo por la prudencia de no aparecer demasiado escorado, sino por los afectos a los mismos. Algunos que apoyan a Madina se?alan que no son antipedro y, por el contrario, los del madrile?o no son antimadinistas. Esta situaci¨®n es aplicable a los m¨¢ximos l¨ªderes territoriales, y no se generaliza en los cuadros medios provinciales y locales, entre quienes no existe tanta neutralidad, al menos, afectiva y de consideraci¨®n pol¨ªtica.
?Pero se han movido los aparatos a favor de uno u otro? La respuesta general es un s¨ª rotundo, aunque en la mayor¨ªa de los casos consultados resaltan que no es nada peyorativo ni de lo que se tengan que arrepentir. ¡°Se trata de hacer campa?a¡±, se?alan.
?Es condenable que los diputados llamen a militantes que conozcan para pedirles el voto para alguno de ellos? Esta pregunta ret¨®rica la hacen desde una de las grandes federaciones. Pero sus l¨ªderes guardan silencio. ¡°Nadie va a querer ser perdedor en la noche del domingo 13¡±, explica uno de los barones concernidos.
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