La ¡®condena¡¯ de los jueces sustitutos
Centenares de eventuales de la judicatura llevan m¨¢s de un a?o en paro por una reforma legal El Gobierno les debe seis millones
Mar¨ªa A. tiene 50 a?os, de los que ha pasado 26 ejerciendo como juez. Desde que ocup¨® su primer destino, en 1987, trabaj¨® de forma ininterrumpida hasta finales de 2012, cuando entr¨® en vigor una reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial que limita el trabajo de los jueces sustitutos, un colectivo regulado desde 1985 y que en algunos ejercicios firmaron una de cada cuatro sentencias dictadas en Espa?a. En 2012, Mar¨ªa trabaj¨® 268 d¨ªas como juez. En 2013, solo cinco. Ha agotado el subsidio de desempleo, cuenta que ha perdido 24 kilos y que su situaci¨®n, como la de muchos de sus compa?eros, es ¡°desesperada¡±.
Cuando el Gobierno aprob¨® la reforma, los jueces sustitutos ya advirtieron de que, en la pr¨¢ctica, supon¨ªa un despido encubierto. Durante 30 a?os fueron la primera opci¨®n a la que recurr¨ªan los jueces decanos y los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia para suplir bajas laborales y excedencias. Pero el nuevo texto establece seis opciones de suplencias y ellos son la sexta. Solo se les llama ¡°en ¨²ltimo t¨¦rmino y agotadas las anteriores posibilidades¡±. Y, mientras siguen nombrados como jueces, no pueden trabajar en otra cosa porque los sustitutos est¨¢n sujetos al mismo r¨¦gimen de incompatibilidades que los titulares.
Nos est¨¢n matando de hambre. Quieren que renunciemos
Ha pasado un a?o y medio desde que entr¨® en vigor el cambio y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) mantiene nombrados a 1.253 sustitutos (948 jueces y 305 magistrados) pero la mayor¨ªa apenas ha trabajado dos o tres d¨ªas en el ¨²ltimo a?o. Seg¨²n el Ministerio de Justicia, en la n¨®mina de mayo se incluy¨® a 448 suplentes, alrededor de un tercio de los que hay nombrados, pero un portavoz del departamento admite que eso no significa que todos hayan trabajado el mes completo. Porque los llamamientos pueden ser para d¨ªas, semanas o meses.
16 millones de ahorro
De los m¨¢s de 65 millones de euros que gastaba el Ministerio de Justicia en 2011 en pagar a jueces sustitutos, se ha pasado a los 12 que invertir¨¢ este a?o. El recorte de gasto era el principal objetivo del cambio en el sistema de sustituciones que fij¨® el Gobierno en la reforma de 2012 de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial. Ahora las suplencias las hacen prioritariamente los jueces titulares que se apuntan voluntariamente a una bolsa de sustituciones.
Este modelo se puso en marcha el 30 de septiembre de 2013 y el director general de Relaciones con la Administraci¨®n de Justicia, Ricardo Conde, admite que ¡°ha funcionado mal¡±. La raz¨®n: al principio por las sustituciones se pagaban 600 euros brutos al mes. ¡°Ning¨²n juez duplica su trabajo por ese dinero¡±, advierte Conde. Luego se subieron al 80% del complemento de destino, lo que supone casi la mitad del sueldo neto del mes y el sistema ¡°va calando¡±. Aunque esto supone incrementar la n¨®mina de los jueces, el ministerio espera ahorrar hasta 16 millones de euros al a?o con esta f¨®rmula, criticada por algunos sectores que ven un peligro de colapso en el trabajo de jueces que duplican sus tareas.
Marta Hern¨¢ndez (nombre ficticio, no quiere dar el real porque est¨¢ prepar¨¢ndose las pruebas para entrar al llamado cuarto turno, un cuerpo para juristas de reconocido prestigio) ha ejercido 20 a?os como juez en Madrid. En este tiempo ha firmado m¨¢s de 7.600 sentencias. ¡°Salvo la Social, pis¨¦ todas las jurisdicciones¡±, cuenta. El ¨²ltimo contrato se le acab¨® en enero de 2013 y desde entonces espera en casa una llamada para volver a ejercer. Cobra 1.000 euros de subsidio de desempleo que se le acaban en agosto, y los ingresos de su marido, relojero aut¨®nomo, no alcanzan para mantener a la familia, que dej¨® de pagar por primera vez en junio la cuota de la comunidad. ¡°Nos acercamos al abismo, como millones de familias¡±, admite.
Marta conf¨ªa en alejarse unos metros del agujero, aunque sea de forma transitoria, cuando el Ministerio de Justicia abone los trienios que el Consejo General del Poder Judicial nunca les reconoci¨® y que ahora ha empezado a pagar por orden del Tribunal Supremo, que dictamin¨® en noviembre de 2012 a favor de los jueces suplentes. Tras la sentencia, el ministerio que dirige Alberto Ruiz-Gallard¨®n y el Poder Judicial tardaron meses en ponerse de acuerdo sobre a qui¨¦n le tocaba reconocer los trienios, hasta que acordaron que el Poder Judicial es el encargado de desglosar la vida laboral de cada afectado y certificar sus d¨ªas de trabajo. La propuesta se env¨ªa al ministerio, que debe abonar a cada juez la cantidad que le corresponda por sus ¨²ltimos cuatros a?os de trabajo, el l¨ªmite que fij¨® el tribunal.
Un a?o y medio despu¨¦s de que el Supremo instara al pago, en la n¨®mina de junio se han abonado los atrasos a los siete primeros jueces. El ministerio s¨®lo ha resuelto por ahora 33 peticiones, pero admite que tendr¨¢ que hacer frente a m¨¢s de 1.000. El director general de Relaciones con la Administraci¨®n de Justicia, Ricardo Conde, cifra en m¨¢s de seis millones de euros la deuda a los jueces sustitutos y asegura que se van a ir pagando a medida que el Poder Judicial certifique cada caso.
Para Marta, que espera recibir entre 10.000 y 15.000 euros, el cobro o no cobro de los trienios es ¡°la vida o la muerte¡±. Un s¨ªmil parecido usa Teresa M¨¢rquez (tambi¨¦n nombre ficticio), que ya ha cobrado porque ejerci¨® unos a?os como fiscal sustituta. A los fiscales les reconocieron el derecho a los trienios en la misma sentencia del Supremo pero, al ser muy pocos y depender en exclusiva del ministerio, recibieron el ingreso hace meses. A Teresa, de 52 a?os, que cobr¨® 8.000 euros, le ha servido para devolver deudas que ten¨ªa con amigos y con su comunidad de vecinos. Ahora, otra vez casi a cero y con pocas expectativas de trabajo, no sabe qu¨¦ hacer. No tiene familia, ha agotado el subsidio de desempleo y la Renta Activa de Inserci¨®n.
El Gobierno cree que el modelo era ¡°econ¨®micamente inasumible¡±
El director general admite que la reforma de la ley org¨¢nica ha dejado ¡°situaciones personales duras¡± entre los jueces sustitutos. ¡°Somos conscientes, vienen aqu¨ª a pedir soluci¨®n, pero el sistema anterior era econ¨®micamente inasumible¡±, sostiene Conde. ¡°La reforma de 2012 insiste en lo que ya se dec¨ªa en la anterior, pero se incumpl¨ªa. Desde la ley org¨¢nica de 1985 los jueces sustitutos son una figura excepcional. Pero con los a?os empezaron a ser habituales¡±, afirma el director general, que no esconde que tras la decisi¨®n de apartar a este colectivo hay, por encima de todo, una raz¨®n econ¨®mica: en 2011 el Ministerio de Justicia se gast¨® m¨¢s de 65 millones de euros en jueces y magistrados suplentes. ¡°Se hab¨ªa desvirtuado el sistema. El problema es que se cre¨® la expectativa de poder vivir de esto y cuando ha llegado la crisis no era sostenible¡±, insiste Conde.
El Poder Judicial nombra a los sustitutos tras superar un concurso de m¨¦ritos y una entrevista en la que se valoran sus conocimientos en temas jur¨ªdicos. Desde ese momento, deben renovar su nombramiento cada a?o judicial, de septiembre a agosto, y tienen que estar disponibles las 24 horas para cubrir posibles bajas o excedencias. Mientras sigan nombrados, las ¨²nicas actividades retribuidas que pueden ejercer son la docencia o la investigaci¨®n jur¨ªdica y la producci¨®n y creaci¨®n literaria, art¨ªstica o cient¨ªfica. ¡°Nos est¨¢n matando de hambre. Lo que quieren es que renunciemos, pero tengo 52 a?os, he trabajado siempre como juez y es para lo que estoy preparada y en lo que me he dejado la vida¡±, afirma Teresa.
Algunos ya han renunciado, como Ana Soteras, de 53 a?os, que tras 26 a?os como juez decidi¨® dejarlo en octubre de 2013. ¡°Llevaba varios meses sin trabajo y ve¨ªa que iba a seguir as¨ª¡±. Se dio de alta de abogada, pero reconoce que le ayud¨® que su marido ejerza tambi¨¦n de abogado, por lo que pudo ¡°acoplarse¡± a ¨¦l. A la abogac¨ªa ha pensado tambi¨¦n en volver Rafael Ponce, que decidi¨® hacerse juez sustituto hace nueve a?os, tras casi 15 trabajando en su propio despacho. El a?o pasado se fue al paro y cuando estaba ¡°a punto¡± de claudicar, le llamaron para cubrir una vacante de un juez que hab¨ªa cambiado de plaza. Empez¨® en febrero y teme que terminar¨¢ en septiembre. ¡°Me tendr¨¦ que replantear otra vez todo¡±, lamenta Ponce.
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