Habla la Catalu?a silenciosa
Parte de los catalanes que se sienten espa?oles se movilizan ante el ¨®rdago de la secesi¨®n Tras d¨¦cadas de aceptaci¨®n del nacionalismo, parten de cero
Un hombre est¨¢ parado frente al escaparate de una tienda en el barrio de Gr¨¤cia de Barcelona. La tienda vende todo tipo de art¨ªculos con mensaje independentista ¡ªlibros, camisetas, pins¡ª, pero la mirada del hombre est¨¢ fija en un librito: La independencia explicada a los indecisos. En la portada, el dibujo de un bloque de viviendas en el que todos los balcones tienen colgada la bandera independentista; todos menos uno: el del vecino del segundo. ¡°?Y si hablamos con ¨¦l?¡±, pregunta un independentista a otro desde la portada del folleto. El hombre frente a la tienda se?ala el libro. ¡°Qu¨¦ presi¨®n, ?no?¡±, pregunta. ¡°Suena agobiante, ?verdad? Pues esa es la situaci¨®n ahora mismo. Parece que el del segundo es el raro. As¨ª hacen que nos sintamos¡±. ?l es catal¨¢n, y tampoco ha colgado ninguna bandera en su balc¨®n.
Catalu?a vive una ola independentista que se ha acelerado en el ¨²ltimo a?o y medio. Las encuestas muestran un ascenso del apoyo a la secesi¨®n. Pero sigue habiendo una parte importante de la sociedad catalana que est¨¢ en contra del ¡°proceso¡±. ?Por qu¨¦ la voz de esos catalanes no se oye? Quienes s¨ª apoyan el plan de la Generalitat ¡ªun 45% quiere la independencia, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos del Gobierno catal¨¢n¡ª llenan plazas y forman cadenas kilom¨¦tricas cuando son convocados; quienes no lo apoyan han estado pr¨¢cticamente silentes. Hasta ahora. T¨ªmidamente, ese silencio empieza a romperse.
En el ¨²ltimo a?o, y en especial despu¨¦s de que Artur Mas anunciara la fecha del refer¨¦ndum de independencia, distintas asociaciones y blogs han nacido como plataformas para aglutinar a ciudadanos que, desde posturas pol¨ªticas distintas, tienen en com¨²n algo prioritario: su oposici¨®n a la fractura. EL PA?S ha hablado con una veintena de catalanes no nacionalistas ¡ªprofesores, funcionarios, juristas, ejecutivos, artistas, abogados¡ª para elaborar este reportaje. Son catalanes que rechazan la independencia; en su inmensa mayor¨ªa rechazan tambi¨¦n el refer¨¦ndum de noviembre, porque consideran que es solo una trampa sem¨¢ntica, que el ¡°derecho a decidir¡± es un se?uelo para atraer a m¨¢s gente hacia lo que realmente se dirime: la ruptura con el resto de Espa?a. Las encuestas, no obstante, reflejan que hay otra gran parte de la sociedad no independentista en la que s¨ª ha calado la apelaci¨®n al derecho de autodeterminaci¨®n (bajo la expresi¨®n ¡°derecho a decidir¡±, que seg¨²n la Generalitat respalda cerca del 75% de los catalanes).
Varios de los consultados, sobre todo en el ¨¢mbito de la ense?anza universitaria, piden anonimato. Dicen que temen represalias en su trabajo. Otros s¨ª dan su nombre. Acusan de este estallido repentino de secesionismo a la ¡°labor constante¡± del nacionalismo durante 30 a?os en todos los ¨¢mbitos del espacio p¨²blico ¡ªempezando por la escuela¡ª, a los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos o subvencionados, al giro soberanista que supuso el Estatuto de 2006 y a los Gobiernos de PP y PSOE, que, afirman, nunca han estado presentes para defender la idea de Espa?a en Catalu?a. Tambi¨¦n admiten una culpa propia: la de haber callado durante a?os. Todos lo atribuyen a una mezcla de ingenuidad, inercia y ¡°miedo¡±. Este tipo de miedo: ¡°al qu¨¦ dir¨¢n de ti¡±, ¡°a no prosperar en el trabajo¡±, ¡°a que te llamen facha, sobre todo si resulta que eres de izquierdas¡±, ¡°a que te consideren un mal catal¨¢n, un traidor, sobre todo si eres catalanoparlante¡±... A un indeterminado pero palpable, aseguran algunos de ellos, ¡°ostracismo social¡±.
Se ha creado una situaci¨®n parad¨®jica, y es que, por una parte, la presi¨®n social que dicen sentir muchos catalanes no nacionalistas es m¨¢s fuerte que nunca. Pero, por otra, ahora las cartas est¨¢n sobre la mesa. ¡°El nacionalismo ha llegado a su propuesta final: la ruptura. Muchos catalanes, antes callados, temen las consecuencias¡±, dice un bloguero que evita dar su nombre. Ya no hay espacio para la ambig¨¹edad o el conformismo, y eso favorece una movilizaci¨®n antes inexistente o muy escasa en esa parte de la sociedad de Catalu?a. Pero ha tenido que empezar casi de cero.
¡°A los nacionalistas no les interesa la identidad, sino la soberan¨ªa:
¡°Solo cuando hemos visto las orejas al lobo hemos empezado a movilizarnos en serio. No vimos el problema¡±, afirma Susana Beltr¨¢n, vicepresidenta tercera de Societat Civil Catalana, la asociaci¨®n que naci¨® en abril como un paraguas bajo el que agrupar a colectivos y ciudadanos ¡°que creen en una Catalu?a integrada en una Espa?a plural¡±. Algo parecido a lo que supuso Ciutadans en 2006, pero al margen de los partidos. Beltr¨¢n, profesora universitaria de Derecho Internacional, cree que muchos catalanes, entre los que se cuenta, fueron ¡°ingenuos¡±. ¡°Esto lleva d¨¦cadas prepar¨¢ndose¡±, dice. ¡°Y ahora es el momento perfecto para los nacionalistas: crisis econ¨®mica e institucional en Espa?a y en Europa. A r¨ªo revuelto, ganancia de pescadores¡±.
En el despacho min¨²sculo que sirve de sede a la asociaci¨®n en Barcelona, Beltr¨¢n recuerda as¨ª lo que pas¨® cuando se pusieron a organizar el acto de presentaci¨®n de Societat Civil: ¡°Contactamos con actores no independentistas para que alguno hiciera de presentador. La v¨ªspera del acto se cayeron todos. Dec¨ªan: ¡®Lo siento, pero me busco un problema en mi carrera¡¯. Al final tuvimos que presentarlo nosotros¡±. Ella sostiene que mucha gente est¨¢ a favor de la consulta ¡°porque no se le ha explicado qu¨¦ es¡±. ¡°Solo se habla de eso que han llamado el derecho a decidir, y ?qui¨¦n va a decir en una encuesta que est¨¢ en contra de algo que suena tan bien? Han sabido vender ilusi¨®n en plena crisis. Hay gente que espiritualmente ya no est¨¢ en este pa¨ªs¡±.
Blogs como Dol?a Catalunya o Puerta de Brandemburgo han nacido en estos meses para divulgar un pensamiento no nacionalista o denunciar lo que consideran ¡°mentiras¡± del independentismo. ¡°Est¨¢bamos preocupados por las barbaridades que se dicen, porque no se explican en absoluto las consecuencias que tendr¨ªa la independencia ni se favorece un debate riguroso¡±, afirma Sonia Sierra, doctora en Filolog¨ªa y fundadora de Puerta de Brandemburgo. Sierra lamenta el ¡°alineamiento t¨¢cito de la izquierda¡± durante a?os con el discurso soberanista ¡ª¡°si estabas en contra te llamaban facha, y eso es muy doloroso para alguien de izquierdas¡±¡ª y sit¨²a el giro de CiU hacia el independentismo en el 15 de junio de 2011, el d¨ªa del cerco al Parlamento catal¨¢n por parte de grupos vinculados al 15-M, en protesta por la pol¨ªtica de recortes de la Generalitat. ¡°Ese d¨ªa, Artur Mas se asust¨®. Y decidi¨® agitar el independentismo en la calle como soluci¨®n¡±, interpreta.
¡°El colegio de mi hijo se adhiere al Derecho a Decidir y yo no puedo hacer nada¡±
La misma teor¨ªa defiende Josep Alsina, profesor de Ciencias Naturales en un instituto, procedente del sindicalismo y fundador de Somatemps. ¡°Hay espa?oles que llevan 30 a?os en Catalu?a, que nunca han hablado entre ellos en catal¨¢n y que de pronto te dicen que son independentistas. Les preguntas: ¡®?Por qu¨¦?¡¯ Y solo responden: ¡®Porque estaremos mejor¡±. Somatemps (en catal¨¢n, ¡°estamos a tiempo¡±) fue creada en noviembre y se centra en replicar el relato hist¨®rico del nacionalismo. Alsina subraya que ellos s¨ª est¨¢n ¡°a favor de las identidades¡±. ¡°Simplemente creemos que la catalana y la espa?ola est¨¢n unidas¡±, cuenta. ¡°De hecho, esto es un problema de identidades: peligra la identidad espa?ola de Catalu?a e incluso su identidad catalana, ?porque se est¨¢n inventando la historia! A los nacionalistas no les importa la identidad; les importa la soberan¨ªa, es decir, el poder¡±.
Alsina vivi¨® con ¡°esperanza¡± la manifestaci¨®n del pasado 12 de octubre en Barcelona, en la que, por primera vez, miles de catalanes llenaron la plaza de Catalunya en defensa de la unidad de Espa?a. En diciembre, miles volvieron a salir a la calle para celebrar la Constituci¨®n. En ambos casos convocados por la plataforma Som Catalunya, somos Espa?a. Esa movilizaci¨®n, sin embargo, es a¨²n escasa comparada con la del independentismo. ¡°Nosotros estamos improvisando; los nacionalistas llevan d¨¦cadas preparando este momento¡±, apunta Jos¨¦ Domingo, letrado de la Seguridad Social, exdiputado de Ciutadans y presidente de la asociaci¨®n Impulso Ciudadano.
Domingo cree que el plan del independentismo ¡°no es lograr esto ahora, sino preparar a una generaci¨®n que dentro de cinco o diez a?os ya no admita otra cosa que la independencia¡±. ?l es miembro de la Asamblea por una Escuela Biling¨¹e, fundada este a?o para pelear ¡ªal igual que otra asociaci¨®n, Convivencia C¨ªvica Catalana¡ª por la inclusi¨®n del castellano en la ense?anza junto al catal¨¢n.
Si estabas en contra te llamaban facha, y eso es muy doloroso para alguien de izquierdas¡±
El ¡°control nacionalista de la escuela¡± es uno de los puntos que todos los consultados se?alan como foco del estallido independentista. ¡°La inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica ha llevado a una inmersi¨®n ideol¨®gica¡±, afirma Alsina. Ni?os de familias latinoamericanas que reciben en clase una pegatina (en catal¨¢n) que reza No me discrimines, h¨¢blame en catal¨¢n; carteles en las escuelas que convocan a manifestaciones contra el 25% de clases en castellano, y que nadie quita; colegios que abren el 12 de octubre para no reconocer la fiesta nacional... Domingo asegura que a la asociaci¨®n llegan peri¨®dicamente denuncias de ese tipo. Susana Beltr¨¢n cuenta que ella un d¨ªa se enter¨® de que el colegio de su hijo, religioso y concertado, se hab¨ªa adherido al Pacto por el Derecho a Decidir. ¡°Y me entero as¨ª. Ese colegio, a partir de ese momento, apoya en bloque el derecho a decidir, y yo no puedo hacer nada. Hacen pol¨ªtica en las escuelas¡±, dice.
?Por qu¨¦, si esa es la situaci¨®n, la protesta de los padres que la sufren o que reclaman ense?anza tambi¨¦n en castellano para sus hijos ha sido hasta ahora minoritaria? Varios miembros de Impulso Ciudadano, reunidos en una terraza, tratan de contestar a la pregunta. Las respuestas son estas: ¡°Por favorecer el progreso econ¨®mico de los hijos se asumieron cosas que no eran normales¡±. ¡°No quieres se?alar a tus hijos¡±. ¡°Hay que tener tiempo y dinero para ponerse a pleitear contra la administraci¨®n¡±... Marita Rodr¨ªguez, profesora prejubilada y veterana del movimiento asociativo, dice: ¡°Yo lo resumir¨ªa as¨ª: nadie quiere estar a mal ni con los profesores de sus hijos ni con los m¨¦dicos. Y aqu¨ª el discurso nacionalista lo impregna todo¡±.
Esa identificaci¨®n del discurso nacionalista ¡ªhoy independentista¡ª y la Administraci¨®n p¨²blica es se?alada tambi¨¦n por un alto funcionario que no da su nombre ¡°por respeto institucional¡±. ¡°Es lo que m¨¢s me preocupa de todo lo que est¨¢ pasando: la ocupaci¨®n del espacio p¨²blico, en t¨¦rminos que yo calificar¨ªa casi de r¨¦gimen. Yo soy partidario de debatir de lo que sea, pero es que no existe debate, solo hay un discurso¡±, dice. ¡°Ning¨²n foco ilumina a esa parte de la sociedad catalana que est¨¢ en contra de la independencia. La Administraci¨®n y los medios p¨²blicos est¨¢n volcados en el proyecto nacionalista y utilizan un c¨®digo ling¨¹¨ªstico excluyente. Eso es profundamente antidemocr¨¢tico, porque el resultado es que el espacio p¨²blico no est¨¢ al servicio del debate, est¨¢ al servicio de la idea. Ese mecanismo es propio de un r¨¦gimen, en el peor sentido del t¨¦rmino¡±.
El voto catal¨¢n
- Refer¨¦ndum de la Constituci¨®n de 1978. El 67,9% de los catalanes fue a votar. De ellos, el 91% vot¨® s¨ª; m¨¢s que la media espa?ola (88,5%).
-
Refer¨¦ndum del Estatuto de Autonom¨ªa de 1979.?Particip¨® el 59,3% de la poblaci¨®n; gan¨® el s¨ª con un 88,5%.
Refer¨¦ndum del Estatuto de Autonom¨ªa de 2006. El 48,8% de los catalanes fue a votar; de ellos, vot¨® s¨ª el 73,9%.
Elecciones auton¨®micas de 2012. Las primeras en clave soberanista. Particip¨® el 67,7%. Las fuerzas partidarias de un refer¨¦ndum (CiU, ERC, ICV, CUP) sumaron el 57,7% de los votos.
Europeas de 2014. Particip¨® el 46,1%. CiU y ERC (que centraron la campa?a en el refer¨¦ndum soberanista) sumaron el 45% de los votos.
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