Pujol 3% Ferrusola

El socialista Pascual Maragall dispar¨® el 24 de febrero de 2005 desde su tribuna de presidente de la Generalitat siete palabras letales contra los nacionalistas de CiU, que hab¨ªan gobernado 23 a?os seguidos en Catalu?a: ¡°Su problema se llama 3%¡±. Aquel ataque a la honorabilidad de Jordi Pujol i Soley y de todos sus consejeros, a los que acus¨® de una pr¨¢ctica corrupta continuada consistente en el cobro de comisiones ilegales por la adjudicaci¨®n de obras p¨²blicas, ten¨ªa fundamento.

Los socialistas llegaron al Gobierno de Catalu?a el 16 de diciembre de 2003 gracias a un pacto con ERC e ICV que dej¨® a CiU en la oposici¨®n por primera vez en la reciente etapa democr¨¢tica. Tras un a?o de mandato, el presidente Maragall tuvo que encarar su primera gran crisis por el derrumbe en las obras del t¨²nel de metro de la L¨ªnea 9 a su paso por El Carmel, un barrio obrero de Barcelona. Los trabajos fueron adjudicados por el Gobierno de Jordi Pujol.

Maragall acept¨® debatir en un pleno monogr¨¢fico sobre las causas y consecuencias de la desgraciada obra del subterr¨¢neo. Joaquim Nadal, consejero de Pol¨ªtica Territorial, aludi¨® en su intervenci¨®n a las malas pr¨¢cticas que hab¨ªa detectado en la empresa p¨²blica GISA, encargada de la adjudicaci¨®n de las obras en la Generalitat: ¡°Existe una enmara?ada toma de decisiones, ineficaz estructura interna y un c¨ªrculo vicioso de la externalizaci¨®n, concentraci¨®n de adjudicaciones en unas pocas empresas y subcontrataci¨®n¡±.

CiU replic¨® que el nuevo Gobierno de Maragall hab¨ªa roto el c¨ªrculo de confianza entre GISA, sus t¨¦cnicos y las constructoras. Y Nadal replic¨®: ¡°Quiz¨¢s hemos roto otra clase de c¨ªrculo¡±. La sombra de la sospecha era demasiado alargada.

Dolido por las alusiones del consejero socialista, Artur Mas, sucesor de Pujol, ret¨® desde la tribuna a Maragall a que interviniera. Ese envite desencaden¨® la tormenta.

Maragall: Ustedes se han picado, se sienten culpables, se sienten se?alados por una acusaci¨®n que nadie les ha lanzado. La historia les pasar¨¢ factura.

Diputados de CiU: Artur Mas ha ganado las elecciones.

Maragall: Han ganado tantas que no le veo gobernar.

Mas. Usted tiene la piel muy fina. El orgullo lleno y el amor propio hinchado. No le hemos hecho ninguna acusaci¨®n personal.

Maragall. Ustedes tienen un problema que se llama 3%.

Esas siete palabras mort¨ªferas levantaron una sospecha tan grande sobre los Gobiernos de CiU como el socav¨®n en El Carmel por las obras del metro.

Mas decidi¨® entonces echar un ¨®rdago para salir del apuro: ¡°Sabe que nuestro grupo estaba dispuesto a colaborar, a hacer cosas conjuntamente con ustedes, pero ahora mismo acaba de mandar esta legislatura a hacer pu?etas y ha roto la confianza¡±.

Las adjudicatarias no tienen pruebas de trabajos de Jordi Pujol hijo

Todos entendieron lo que Mas suger¨ªa: si el Gobierno de Maragall atizaba el fuego del esc¨¢ndalo de la corrupci¨®n en los Ejecutivos de Jordi Pujol, CiU no colaborar¨ªa en la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto de Catalu?a, origen de la deriva soberanista que ahora, nueve a?os despu¨¦s, amenaza con un choque institucional grave.

No se han podido justificar los precios pagados por supuestos servicios

Maragall: Accedo a su demanda porque Catalu?a tiene ante s¨ª cosas muy importantes que hacer y quiero que se cumplan.

El Gobierno catal¨¢n no quiso o no pudo probar sus acusaciones. S¨®lo cinco meses despu¨¦s de aquel tumultuoso pleno celebrado en el Parlament, con las cenizas de la sospecha todav¨ªa humeantes, Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresidente catal¨¢n, y su esposa, Merc¨¨ Giron¨¨s, intermediaron supuestamente en la compra de unas fincas en Hospitalet por 30 millones de euros a favor de Copisa, una de las mayores contratistas de la Generalitat. E intentaron cobrar su 3%.

La propietaria de la finca de Hospitalet, Laura Cutillas Santillan, ha contado ahora a la polic¨ªa c¨®mo poco despu¨¦s de escriturar aquella venta de sus terrenos a Copisa se present¨® en la sede de su empresa Ramon Giron¨¨s, el suegro de Jordi Pujol Ferrusola, y reclam¨® el 3% (900.000 euros) del importe total de la operaci¨®n en concepto de intermediaci¨®n. Cutillas se sorprendi¨® porque ignoraba que en la operaci¨®n hubieran existido intermediarios, pero explic¨® a la polic¨ªa que acab¨® pagando el 1%, v¨ªctima de m¨²ltiples presiones.

No es la ¨²nica prueba que los agentes han puesto en manos del juez Pablo Ruz para demostrar c¨®mo Jordi Pujol Ferrusola, a trav¨¦s de tres de las empresas que cre¨® junto a su esposa, ha estado cobrando supuestas comisiones ilegales ¡ªdel 2% o del 3%¡ª en distintas operaciones entre empresas a las que supuestamente asesoraba.

En las compras de unas parcelas en Tarrasa por parte de la sociedad Construcci¨®n Materiales y Pavimentos Inmobiliarios, filial de Copisa, Pujol Ferrusola cobr¨® 382.336 euros, el 2% del precio total de la operaci¨®n. En una transacci¨®n similar en Hospitalet con la misma empresa, el matrimonio ingres¨® 394.018 euros, el 2% del precio de la venta.

Simper Office, otra filial de Copisa, adquiri¨® dos oficinas en Madrid. El propietario hab¨ªa anunciado la venta en prensa y le hab¨ªa dicho al conserje de la finca que publicitara la misma. Simper Office compr¨® y Pujol Ferrusola se embols¨® 175.740 euros, el 3% del precio pactado. El vendedor ha declarado ahora a la polic¨ªa que no conoce al hijo mayor del expresidente catal¨¢n y que en la operaci¨®n nunca hubo intermediarios.

El grupo 24 de la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal de la Polic¨ªa (UDEF) interrog¨® durante los ¨²ltimos tres meses, por orden del juez Pablo Ruz, a gerentes de al menos 11 empresas, todas contratistas de la Generalitat, que pagaron a Jordi Pujol Ferrusola por supuestos servicios de asesoramiento e intermediaci¨®n. La mayor¨ªa no present¨® las pruebas documentales de los trabajos de Pujol Ferrusola, ni siquiera pudo justificar el precio pagado por los supuestos servicios contratados.

La polic¨ªa sostiene que el hijo mayor del expresidente catal¨¢n ingres¨® cerca de ocho millones de euros entre 2004 y 2012 por trabajos de asesor¨ªa, consultor¨ªa e intermediaci¨®n que en realidad nunca hizo. Se trataba, seg¨²n los investigadores, de un simple ¡°ejercicio de simulaci¨®n para la percepci¨®n de comisiones ilegales basadas en falsas relaciones comerciales¡±.

Hace nueve a?os, Catalu?a ten¨ªa ante s¨ª ¡°cosas muy importantes que hacer¡± y evit¨® investigar la corrupci¨®n que denunci¨® su entonces presidente Maragall. Nueve a?os despu¨¦s, un juez de la Audiencia Nacional tiene encima de su mesa las pruebas de un problema llamado 3%.