El rastro perdido de 50.000 armas

Medianoche en B¨®toa (Badajoz). Un grupo de ladrones abre un boquete en la valla protectora de la base militar General Menacho, arranca un veh¨ªculo del Ej¨¦rcito y se dirige hacia el edificio de una de las compa?¨ªas. All¨ª, sin que nadie les detenga, roban 20 fusiles HK y 10 pistolas Llama. Amparados por la oscuridad. Despu¨¦s desaparecen. Ocurri¨® el 28 de febrero de 2011. Hasta un a?o despu¨¦s no se detuvo a 11 de los supuestos asaltantes y se recuper¨® parte del arsenal, que ya hab¨ªa pasado a engrosar las bases de datos de la Guardia Civil donde se registran las armas legales a las que se les ha perdido el rastro.

Un archivo que suma actualmente 50.506 armas de fuego robadas y extraviadas por sus due?os en Espa?a,?seg¨²n los informes del primer trimestre de 2014 de la Unidad de Intervenci¨®n Central de Armas y Explosivos (ICAE). Se desconoce el paradero de cada una de ellas.

Esas cifras se enmarcan dentro de un pa¨ªs donde existen cerca de 3,8 millones de armas con licencia. M¨¢s de 3,5 millones pertenecen a particulares ¡ªla mayor parte, 2,8 millones, son escopetas de caza¡ª y el resto se encuentran en manos de los agentes de las fuerzas de seguridad y el personal de Defensa, como recoge la memoria de 2013 del Ministerio del Interior. La Guardia Civil se encarga de toda su supervisi¨®n y cuenta, para ello, con un fichero creado por orden del Gobierno para tal fin.

Bajo el expl¨ªcito nombre de ARMAS, en este registro se apunta el tipo, modelo, calibre, n¨²mero de serie y propietario, entre otros datos. "Permite asegurar la trazabilidad de las armas y su control, desde su fabricaci¨®n o introducci¨®n en Espa?a y hasta su destrucci¨®n o salida del territorio nacional por cauce regular", subrayan fuentes policiales. Pero, en ocasiones, el sistema no sirve.

Porque cada a?o se roban y extrav¨ªan una media de 1.200 armas en el pa¨ªs y se recuperan unas 380, seg¨²n los datos del ICAE recogidos por la Secretar¨ªa de Estado de Comercio. En 2013, por ejemplo, se le perdi¨® el rastro a 1.190 y se localizaron 450. Entre ellas se encuentran las 464 armas de fuego legales sustra¨ªdas el pasado a?o en 408 asaltos, explican fuentes policiales. "La mayor¨ªa no fueron recuperadas, por lo que se entiende que han pasado a engrosar el mercado negro", a?aden estas mismas fuentes, que achacan el volumen de hurtos a la "carencia" o "ineficacia" de las medidas de seguridad adoptadas por los particulares.

Ese tr¨¢fico ilegal preocupa, precisamente, a las autoridades espa?olas y europeas. Las fuerzas policiales lo consideran una "amenaza para la estabilidad y desarrollo nacional" y, de hecho, califican la lucha contra este mercado negro como una "l¨ªnea estrat¨¦gica" para combatir el crimen organizado en Espa?a. Es m¨¢s, la Comisi¨®n Europea marc¨® a finales de 2013 su hoja de ruta: endurecer las leyes de toda la UE, pese a que ya se encuentran entre las m¨¢s exigentes del mundo. En Bruselas consideran que las diferencias entre las normativas aprobadas por cada pa¨ªs miembro han originado una serie de lagunas que aprovechan las organizaciones delictivas implantadas en el continente.

Argumentos, todos ellos, que no compran la industria y los colectivos de cazadores. El vicepresidente de la Asociaci¨®n Nacional del Arma en Espa?a (Anarma), Javier Agundo, acusa a la UE de "servirse del discurso del miedo" para "perseguir, acosar y perjudicar a los usuarios legales de armas, cuando estas no representan un problema real de seguridad". Para ello, remacha, la Comisi¨®n pone en marcha iniciativas promovidas por "los lobbies antiarmas existentes". "Nuestros dirigentes tienen miedo de una sociedad armada, responsable y consciente de sus derechos y obligaciones ciudadanas", concluye.

Un debate en el que ambas partes ¡ªcolectivos proarmas y Bruselas¡ª esgrimen estad¨ªsticas y datos de forma reiterada para defender su posici¨®n. Entre otras cuestiones, se aborda que, seg¨²n las propias cifras de Bruselas, en Espa?a se registra una tasa de 0,2 homicidios por arma de fuego por cada 100.000 habitantes ¡ªes el duod¨¦cimo pa¨ªs con el ¨ªndice m¨¢s bajo de los Veintiocho¡ª y 0,42 suicidios por arma de fuego por cada 100.000 personas ¡ªel quinto m¨¢s bajo¡ª. "Interior, en su anuario de 2013, califica a Espa?a como el ¨²ltimo pa¨ªs de la UE en n¨²mero de homicidios. Si se descuentan los realizados con objetos contundentes como barras de hierro, martillos, armas blancas, c¨²teres, destornilladores, bates de b¨¦isbol o veh¨ªculos, ?cu¨¢ntos estar¨ªan calificados como realizados con armas?", se pregunta Javier Agundo.

Bruselas fija, en cambio, su mirada en el mercado negro y en el "preocupante silencio" que lo rodea en la UE. Gun Policy, organismo especializado en esta ¨¢rea y financiado por el Gobierno suizo, calcula que las armas de fuego existentes en Espa?a ascienden a 4,5 millones (tanto l¨ªcitas como il¨ªcitas). Un tr¨¢fico ilegal que se alimenta actualmente tambi¨¦n gracias a la rehabilitaci¨®n de armas inutilizadas. "Se ha producido una situaci¨®n particularmente preocupante en nuestro pa¨ªs debido a la proliferaci¨®n de esta pr¨¢ctica", se?alan fuentes policiales, que apuntan que se ha detectado una "gran demanda" de este tipo de armas restauradas.

A este respecto, las fuerzas de seguridad espa?olas identifican a un tipo de "coleccionista enfermizo" ¡ª"consideran un crimen la inutilizaci¨®n de un arma"¡ª que, en ciertas ocasiones, da un paso m¨¢s all¨¢ y vende las armas que rehabilita. "Un caso com¨²n en circunstancias de crisis econ¨®mica dado el gran valor que tienen en el mercado negro. Las cortas pueden superar los 2.000 euros", inciden fuentes policiales.

Este fen¨®meno se evidenci¨® hace menos de un mes, cuando la Guardia Civil detuvo a un coleccionista que guardaba un enorme arsenal que hab¨ªa recopilado y reparado: 11 fusiles de asalto, 7 rifles, 55 pistolas, 39 rev¨®lveres, 3 minas anticarro, 55 granadas, un mortero y un cohete de artiller¨ªa, entre otro material. "Se incaut¨® uno de los mayores arsenales de la historia reciente de Espa?a y se retiraron del mercado negro 148 armas de fuego", sentencian fuentes policiales, que consideran el tr¨¢fico il¨ªcito un "peligro para la seguridad ciudadana, el sistema social y la paz internacional en su conjunto".