Saber m¨¢s y antes que tus competidores
Obtener y analizar informaci¨®n para las empresas es el nuevo reto para los servicios secretos Espa?a llega tarde a la era de la Inteligencia Econ¨®mica
Espa?a asoma la cabeza del agujero de la crisis con el cuerpo empobrecido y el cintur¨®n apretado, sin que en su horizonte inmediato aparezca ese modelo productivo basado en el conocimiento que debe engancharnos a un futuro de bienestar. Nuestro pa¨ªs mejora su baja competitividad con la vieja f¨®rmula del ¡°hacer m¨¢s con menos¡± ¡ªreducir plantillas, bajar salarios, trabajar m¨¢s¡ª, pero no hay porvenir seguro en esa carrera, salvo que se pretenda competir con indios y chinos al precio de un euro por hora de trabajo.
La sustituci¨®n de una econom¨ªa sustentada en los bajos costes por otra cimentada en el conocimiento ha dejado de ser una opci¨®n para convertirse en una necesidad. Tener informaci¨®n de calidad sobre los entornos competitivos y poder disponer de ella antes que los rivales es una ventaja econ¨®mica de primer orden.
¡°La competitividad de la econom¨ªa de un pa¨ªs desarrollado depende de la gesti¨®n del conocimiento entendido tanto como el fomento y protecci¨®n de la tecnolog¨ªa y la I+D nacional, como de la transformaci¨®n de la informaci¨®n en inteligencia¡±. Lo ha dicho el director del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, en encuentros reservados con empresarios y lo sostienen a coro muchos analistas.
Si eso es as¨ª, Espa?a tiene que sumar a sus retos pendientes el de incorporar la Inteligencia Econ¨®mica (IE) a la direcci¨®n de sus empresas. No es un secreto que, al igual que el resto de los Servicios de los pa¨ªses desarrollados, y en algunos de los no desarrollados, el CNI tiene en su seno una unidad dedicada a proteger y a suministrar informaci¨®n relevante a las empresas espa?olas de los sectores estrat¨¦gicos. Hace tiempo que el principal desaf¨ªo de los pa¨ªses es el econ¨®mico y que la influencia se mide por el potencial empresarial, m¨¢s que por la capacidad militar, pol¨ªtica, religiosa o cultural. La Directiva de Defensa de 2012 apunt¨® la crisis econ¨®mica como la primera amenaza a la seguridad de Espa?a.
El potencial empresarial resulta hoy m¨¢s crucial que la capacidad militar
Con retraso respecto a otros pa¨ªses europeos, la Inteligencia Econ¨®mica (IE) y sus versiones privadas: la Inteligencia Empresarial, Competitiva o Corporativa, han venido a sumarse a las palabras clave del momento espa?ol: reindustrializaci¨®n, internacionalizaci¨®n, salto tecnol¨®gico, econom¨ªa digital... La IE es la disciplina acad¨¦mica de moda, aunque en ocasiones se confunda con el marketing y su definici¨®n pueda resultar farragosa y vaga. ¡°Es el esfuerzo coordinado de obtenci¨®n, tratamiento y difusi¨®n de informaci¨®n ¨²til para los operadores econ¨®micos, esfuerzo que incluye la protecci¨®n de informaci¨®n sensible para las compa?¨ªas interesadas¡±, indica la Comisi¨®n Europea. Asegurar el acceso a los recursos b¨¢sicos; facilitar la penetraci¨®n de las empresas nacionales en los mercados extranjeros y la llegada de nuevos inversores; proteger la marca pa¨ªs y la prima de riesgo, neutralizar las maniobras especulativas financieras y las operaciones hostiles o de espionaje industrial son algunas de las misiones de la IE p¨²blica.
Los asaltos cibern¨¦ticos, el espionaje entre estados que se disputan contratos para sus empresas, los ataques a la reputaci¨®n de las marcas y a la privacidad corporativa o personal aumentan sin cesar, al tiempo que se multiplican los artificios y programas tecnol¨®gicos dirigidos a interceptar las comunicaciones o a penetrar en los sistemas inform¨¢ticos para saquear los archivos. Si usted recibe una tarjeta postal electr¨®nica de un rival comercial, lo normal es que deba agradecerle ese noble gesto entre competidores, pero, por si a acaso, aseg¨²rese de que no contiene un Lover Spy, programa que se duplica en el sistema a trav¨¦s de un dispositivo oculto para registrar las acciones que se realizan en el ordenador a partir del primer clic y enviarlas posteriormente al remitente.
¡°Gestionar de manera eficaz la informaci¨®n sobre el entorno competitivo en las empresas es crucial para sobrevivir en estos mercados, cambiantes y globales. Si las empresas no crean y consolidan sus ventajas competitivas est¨¢n condenadas a la bancarrota", sentencia Sonia Gogova Nitchiporenko, ingeniera industrial y directora de Inteligencia Competitiva en Telef¨®nica desde 1997 a 2006. Cursos superiores, postgrados y m¨¢steres en IE brotan en las universidades p¨²blicas y privadas al tiempo que antiguos agentes del CNI abren empresas de asesoramiento y cientos de alumnos aspiran a convertirse en analistas de inteligencia econ¨®mica. Y, sin embargo, no puede decirse que la eclosi¨®n del inter¨¦s venga acompa?ada de sustanciales avances en la utilizaci¨®n de materia. ¡°Hay poco mercado fuera de las grandes compa?¨ªas. Las PYMES solo acuden a nosotros en situaciones extremas y por cuestiones de seguridad m¨¢s que otra cosa. A las PYMES la IE les sigue sonando a m¨²sica celestial¡±, se?ala un antiguo agente.
La brecha del retraso espa?ol persiste y est¨¢ por ver si no se agrandar¨¢ en el futuro, pese a las iniciativas para estructurar la IE p¨²blica que el Gobierno adopt¨® con la Estrategia de Seguridad Nacional cuando nuestra prima de riesgo superaba los 600 puntos y cund¨ªa la sospecha de que la escalada estaba dirigida por elementos interesados en que la UE interviniera a Espa?a. El 21 de mayo de 2013, el presidente Rajoy anunci¨® la creaci¨®n del Sistema de Inteligencia Econ¨®mica (SIE) dedicado a ¡°analizar y facilitar la informaci¨®n econ¨®mica, financiera y empresarial estrat¨¦gica relevante, oportuna y ¨²til para apoyar la acci¨®n del Estado y una mejor toma de decisiones¡±. Un a?o largo despu¨¦s, el SIE sigue sin ser desarrollado. Sus funciones te¨®ricas recaen ahora en el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), que dirige Alfonso de Senillosa, y que act¨²a como Secretar¨ªa del Consejo Nacional de Seguridad, ¨®rgano de representaci¨®n institucional encargado de conjurar todo tipo de riesgos y amenazas. El Consejo se re¨²ne cada dos meses y su presidencia, rotatoria anualmente, recae actualmente en el CNI.
Adem¨¢s del Departamento de Seguridad Nacional, la Vicepresidencia del Gobierno cuenta para el mismo cometido de la IE con las aportaciones de la Oficina Econ¨®mica de la Presidencia y con las de la Comisi¨®n Delegada de los Asuntos de Inteligencia, donde se integra el CNI. La direcci¨®n, el control y la coordinaci¨®n de los esfuerzos que se realizan en las embajadas y sus agregadur¨ªas comerciales, el ICEX (Espa?a Exportaci¨®n e Inversiones), el Banco de Espa?a, las C¨¢maras de Comercio, la embajada en la UE y el CNI, descansan en ¨²ltima instancia en la Vicepresidencia.
?Deber¨ªa haber sabido el Gobierno que Argentina expropiar¨ªa YPF?
No puede decirse que la f¨®rmula finalmente adoptada haya disipado las inquietudes de quienes claman por una IE p¨²blica eficaz. ¡°Parece un totum revolutum. La IE debe ser un gran radar puesto al servicio de una estrategia de pa¨ªs, que es lo que falla aqu¨ª porque desde arriba no iluminan esta cuesti¨®n¡±, afirma Jos¨¦ Luis De la Fuente O'Conors, profesor de Vigilancia Estrat¨¦gica e Inteligencia Tecnol¨®gica y asesor de Iberdrola. ¡°Participo de la sensaci¨®n de desencanto. Todo hace indicar que la burocracia, los protagonismos y las disputas por el control, han echado por tierra el SIE¡±, se?ala, a su vez, Fernando Esteve Mora, profesor de Econom¨ªa de la Aut¨®noma de Madrid. ¡°Habr¨ªa que nombrar un responsable y asegurar la participaci¨®n de las empresas¡±, abunda Juan Antonio Gonz¨¢lez Bule, presidente del Consejo Asesor de Grupo S21.
A las cr¨ªticas por la ausencia de un responsable identificable y de una conexi¨®n visible con las empresas se suma el reproche de la indefinici¨®n. ¡°No se define qu¨¦ es una empresa espa?ola. ?Es la que tiene la sede social en Espa?a o la que tiene capital espa?ol?¡±, se pregunta un analista. ¡°Tampoco se aclara hasta qu¨¦ punto los intereses de las empresas espa?olas son los de Espa?a. Una compa?¨ªa de capital extranjero que ejerza aqu¨ª de elemento tractor puede servir mejor a los intereses comunes que una firma espa?ola¡±, subraya. Con ser un paso adelante, la creaci¨®n del Consejo de Seguridad Nacional, ¡°un modelo poco ortodoxo, m¨¢s norteamericano que europeo¡±, no asegura, a su juicio, que Espa?a pueda reducir la brecha del retraso. ¡°Puede que la velocidad a la que avanzan nuestras necesidades sea mayor de lo que avanzan nuestras capacidades y que objetivamente hoy nos encontremos peor que hace dos a?os¡±.
Tambi¨¦n Sonia Gogova, directora de Inteligencia Competitiva en Telef¨®nica, echa en falta estructuras y programas de cooperaci¨®n p¨²blico-privado, as¨ª como un sistema centralizado que acabe con lo que considera ¡°atomizaci¨®n¡± reinante. ¡°No hay coordinaci¨®n. La gran ventaja de un modelo centralizado es que permite aprovechar las sinergias y sincronizar los sectores p¨²blico y privado¡±. De los sistemas de IE existentes, Sonia Gogova valora el modelo sueco, ¡°profesional y altamente eficaz¡±, aunque prefiere el japon¨¦s. ¡°Tienen tres estamentos: el estatal, el profesional y el cient¨ªfico. ?ste ¨²ltimo trabaja en el campo tecnol¨®gico tratando de aportar ventajas competitivas a las empresas y al Estado y avances en la ciberseguridad¡±. La r¨¦plica institucional a estas cr¨ªticas es taxativa: ¡°Quienes a?oran los modelos de Francia o Alemania obvian que, al contrario que esos pa¨ªses, Espa?a no tiene ya un sector p¨²blico potente. La IE espa?ola est¨¢ bien armada y funciona mejor que nunca. Otra cosa es que no tenga visibilidad, pero es que aqu¨ª nos movemos en el terreno de lo secreto¡±, a?aden.
El nuevo sistema de inteligencia que prometi¨® Rajoy no se ha desarrollado
Un grueso manto de reserva envuelve lo relacionado con la ¡°guerra econ¨®mica¡± que libran tantos los Gobiernos como las grandes compa?¨ªas. La conexi¨®n p¨²blico-privada se activa cuando se percibe una situaci¨®n de riesgo: decisiones perjudiciales del regulador, posibilidad de una opa hostil sobre firmas emblem¨¢ticas del pa¨ªs, actividades de dudosa legalidad de la competencia¡ La alarma se enciende y desencadena la b¨²squeda de informaci¨®n para neutralizar la amenaza o tratar de adelantarse a la maniobra hostil. Claro que, conocer con 24 horas de antelaci¨®n el prop¨®sito del Gobierno boliviano de expropiar Red El¨¦ctrica Espa?ola, por ejemplo, no significa poder paralizar la decisi¨®n. ¡°A menudo, no conviene que sepan que sabes porque as¨ª evitas que te pregunten c¨®mo lo sabes. La discreci¨®n es siempre obligada para evitar que el adversario conozca los m¨¦todos y personas utilizadas para llegar a la informaci¨®n¡±, indica un antiguo agente del CNI.
?El Gobierno no deber¨ªa haber sabido con antelaci¨®n el prop¨®sito del Ejecutivo argentino de expropiar a Repsol su filial YPF y la intenci¨®n de Bristish Airways de fusionarse a Iberia? Fracasos y ¨¦xitos se recubren con el mismo velo del secreto, aunque como en el proyecto de AVE espa?ol a La Meca, la euforia pueda llevar a desvelar la exitosa intervenci¨®n del Rey, en contraste con la torpe prepotencia con que se habr¨ªa conducido el presidente franc¨¦s, Nicol¨¢s Sarkozy.
A decir de los expertos, no todas las empresas del IBEX 35 disponen de un sistema de Inteligencia Competitiva (IC) medianamente s¨®lido. ¡°Algunas no acaban de funcionar como verdaderas multinacionales. Trabajan con un grado de amateurismo e improvisaci¨®n notables. Los espa?oles se olvidan de la prevenci¨®n y piden ayuda cuando el caso est¨¢ ya para cuidados paliativos¡±, apunta una asesora de Inteligencia empresarial. Como ejemplo de esa actitud, un antiguo miembro del CNI cita el caso de una firma puntera espa?ola que en su desembarco en China no se le ocurri¨® nada mejor que encargar su IC a un grupo local. ¡°Al tiempo, descubri¨® con horror que los datos de la empresa, incluido su sistema de seguridad, estaban en manos del jefe local del Partido Comunista Chino¡±.
Una asesora critica el amaterismo de algunas empresas del IBEX
Cuando existe riesgo f¨ªsico para sus directivos e instalaciones, lo normal es contratar con grandes firmas de seguridad, como la norteamericana Kroll, Control Risk, FTI (en el plano financiero) o Argentina de Servicios. El precio por dar seguridad e inteligencia en Venezuela a una empresa de ingenier¨ªa se sit¨²a entre el mill¨®n y los dos millones de euros anuales. Abundan las cr¨ªticas a la ligereza con que algunas empresas se lanzan al exterior. ¡°Env¨ªan a sus empleados a zonas de riesgo sin un an¨¢lisis serio y, a veces, sin ni siquiera apuntarles en el registro consular espa?ol¡±. El nivel medio de los analistas de la IC en nuestro pa¨ªs es considerado medio-bajo. ¡°La selecci¨®n y formaci¨®n es poco eficiente. No se tiene en cuenta el salto que se ha dado del analista anal¨®gico al digital y del an¨¢lisis individual al an¨¢lisis de grupo¡±.
Es una impresi¨®n que comparte Sonia Gogova. ¡°Bastantes compa?¨ªas que dicen tener IC no hacen mucho m¨¢s que recopilar y estructurar la informaci¨®n de las webs de la competencia¡±, apunta. Con todo, el problema se sit¨²a en la poca conciencia de la necesidad de la IC que caracteriza a las PYMES. ¡°Por fr¨¢gil que sea la situaci¨®n empresarial, el retorno de la IC siempre compensa¡±, asegura Rafael de Espona, ponente en el curso ¡°La inteligencia al servicio del Estado y la empresa¡±, impartido por la Universidad Internacional de Andaluc¨ªa. Compartir la IC a trav¨¦s de clusters o asociaciones empresariales es una f¨®rmula econ¨®mica, pero al empresario solo le resultar¨¢ atractiva si la juzga provechosa. ¡°Les cuesta evaluar la conveniencia de proyectos cuyos resultados no se miden de una manera estrictamente econ¨®mico-financiera. Siguen creyendo que no se gestiona lo que no se mide, aunque los mercados burs¨¢tiles ya valoran 10 ¨® 20 veces m¨¢s a las compa?¨ªas por sus sectores tecnol¨®gicos y de conocimiento que por el valor de sus activos f¨ªsicos-financieros. A quienes dicen que se las apa?an sin la IC hay que recordarles que no sabemos lo que perdemos si desconocemos lo que podr¨ªamos ganar¡±, concluye Sonia Gogova.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.