Ni?os solos, y sin papeles

Estaba solo. Con ocho a?os consigui¨® cruzar el estrecho de Gibraltar tras dos intentos fallidos. Sayid (nombre ficticio) lleg¨® a Algeciras procedente de Marruecos en los bajos de un cami¨®n. ¡°Desde muy peque?o trabaj¨® de carpintero y aunque nos parezca imposible, desde que son ni?os ya hablan entre sus amigos de venir a Espa?a¡±, narra Teresa Muro, trabajadora de la Fundaci¨®n Sevilla Acoge. Asegura que Sayid nunca le dijo a sus padres que se enfrentar¨ªa solo a recorrer los m¨¢s de 14 kil¨®metros que le separaban de C¨¢diz desde el norte de Marruecos.

El caso del joven que relata Muro es uno m¨¢s de los que protagonizan cientos de menores inmigrantes que llegan a la costa andaluza. Las cifras que maneja la Junta hablan de 210 menores en 2013 que han pasado por un acogimiento familiar de urgencia, modalidad especial dirigida a ni?os de hasta seis a?os sobre los que hay que intervenir inmediatamente. En lo que va de a?o llevan m¨¢s de 120.

Escondida entre estas cifras est¨¢ F¨¢tima, la reci¨¦n nacida que lleg¨® este verano sin sus padres a Tarifa en una lancha de juguete junto con ocho personas y que fue bautizada con el nombre de Princesa por el personal que la atendi¨®. Tanto Cruz Roja como la Junta aseguran que este caso es absolutamente excepcional por su temprana edad, pero no es la ¨²nica menor que ha cruzado sola. Este jueves, la Polic¨ªa Nacional rescat¨® en Tarifa a dos ni?os, de ocho y nueve a?os, que intentaban entrar en Espa?a ocultos en los bajos de una autocaravana, y a otro m¨¢s, escondido junto a un adulto en la turbina de un barco procedente de T¨¢nger.

El protocolo de Menores Extranjeros No Acompa?ados (MENAs) que se aplica en estos casos lo coordina el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y contaba a finales de 2013 con 2.800 menores registrados. ¡°En sus primeras horas se les dispensa asistencia sanitaria, comida y ropa, los Gobiernos aut¨®nomos tramitan su acogida y entran en Centros de Protecci¨®n de Menores. De forma simult¨¢nea se intenta localizar a sus familiares y si se conoce su procedencia, se comunica al consulado de sus pa¨ªses¡±, indica Juan Luis Moreno, profesor de Derecho de la Uned y que fue fiscal en C¨¢diz 22 a?os.

Sayid tard¨® cerca de cuatro a?os en localizar a su familia y pas¨® por varios centros como menor tutelado por la Administraci¨®n. ¡°No tuvo muy buenas experiencias porque all¨ª se convive con ni?os que han pasado mucho tiempo en la calle y que no son buenas influencias. Pero durante su estancia en uno de los centros estudi¨® un curso para ser pintor y por eso ha conseguido varios trabajos¡±, detalla Muro, que conoci¨® a Sayid cuando ¨¦l ten¨ªa 16 a?os porque quiso hacerse voluntario en su fundaci¨®n para ayudar a otros menores en Sevilla. ¡°Me cont¨® que el d¨ªa antes de cumplir 18 le dijeron que ya no podr¨ªa seguir en el centro porque se acababa la tutela. Entonces pas¨® un tiempo en una casa para menores extutelados hasta que se fue a vivir con tres compa?eros m¨¢s a un piso independiente¡±, asegura Muro. El caso de Sayid coincide, en parte, con el perfil que da la Junta de los menores que llegan solos. Suelen ser varones (en el 80% de los casos), procedentes de Marruecos (en el 60%) y de entre 16 y 18 a?os (la mitad).

Otro desaf¨ªo es averiguar la edad que dicen tener. Seg¨²n detalla el exfiscal, la cuesti¨®n es m¨¢s compleja cuando no se puede determinar, porque en el caso de que sea mayor de 18 a?os el tratamiento que recibe es el de un adulto en situaci¨®n irregular. ¡°Para determinar la edad de menores indocumentados se acude al hospital, y mediante un protocolo se procede a un an¨¢lisis del codo y del hueso metacarpiano. Posteriormente los m¨¦dicos establecen su edad con un margen de error de seis meses¡±, explica Moreno. Este julio, el Tribunal Supremo prohibi¨® someter a todos los menores a estas pruebas de manera sistem¨¢tica. Si est¨¢n indocumentados se someten a ellas, pero si traen consigo papeles no se les pueden hacer los an¨¢lisis sin una raz¨®n que lo justifique.

Mientras transcurre este proceso, si se estima que son menores de siete a?os se les asigna una familia de acogida, como ha pasado con F¨¢tima. En caso contrario, permanecen en centros. ¡°Si sus familias no son localizadas se proceder¨¢ a su tutela por parte de los Gobiernos aut¨®nomos y, en el caso de que se certifiquen parientes conocidos, el juez suele determinar que deben volver con ellos¡±, detalla el exfiscal.

El director del programa Labora de la Junta, Antonio Moreno, se dedica a formar a los j¨®venes que permanecen en el pa¨ªs para que puedan optar a un empleo en el futuro. ¡°La mayor dificultad con la que nos encontramos es el idioma. Por lo general suelen chapurrear algo de espa?ol, pero contamos con cursos para que aprendan¡±. A pesar de estas ayudas, cada vez menos inmigrantes acceden al programa. Moreno recuerda que mientras en 2006 el 80% de los menores eran inmigrantes, este a?o solo lo son el 57% de los 1.400 que han acogido. Esta bajada se debe en parte a que la crisis econ¨®mica ha reducido las expectativas de muchos inmigrantes para trabajar en Espa?a. ¡°Los compa?eros que est¨¢n aqu¨ª les avisan de que esto ya no es la tierra prometida¡±, relata el director del programa de formaci¨®n, que a?ade: ¡°Ha cambiado la motivaci¨®n de los menores que llegan, ahora suele ser por fallecimiento de sus familiares, persecuci¨®n o conflictos b¨¦licos¡±. Aun as¨ª, en el centro son conscientes de la llegada masiva de inmigrantes durante el ¨²ltimo mes y se preparan para ¡°un repunte en las cifras del a?o que viene¡±.

En el a?o 2005 Mohamed, un tangerino que con 13 a?os que decidi¨® cruzar el estrecho, respondi¨® sin dudar que regresar¨ªa a Espa?a si lo devolv¨ªan a su pa¨ªs: ¡°S¨ª, sin duda, tras conocer como es esto volver¨ªa despu¨¦s de que pasar¨¢n tres d¨ªas¡±, confes¨® entonces. Y no era el ¨²nico. Otros dos j¨®venes entrevistados a la vez que ¨¦l y, cuyas respuestas fueron recogidas por Jos¨¦ Carlos Cabrera en un estudio titulado Acercamiento al menor inmigrante marroqu¨ª, repet¨ªan que volver¨ªan a intentar atravesar el Estrecho sin dudarlo.

A pesar de las diferencias culturales, a los menores que llegan del norte de ?frica les cuesta menos adaptarse a una rutina de trabajo que a los espa?oles, seg¨²n cuentan los trabajadores sociales. ¡°Los inmigrantes suelen ser m¨¢s concienzudos y cumplen muy bien. Los trabajos para los que les preparamos son de rendimiento f¨ªsico, como el sector servicios. Es fundamental que tengan formaci¨®n¡±, resalta Antonio Moreno.

Cuando cumplen los 18 a?os, los j¨®venes dejan de estar bajo la tutela de la Junta de Andaluc¨ªa y abandonan los centros. No obstante, la intervenci¨®n con ellos puede mantenerse hasta los 21 a?os. Sayid, el joven marroqu¨ª que lleg¨® solo hace m¨¢s de una d¨¦cada, sigue en Sevilla. Ahora, cuando cruza el Estrecho es para visitar a su familia en Marruecos.