Castillejos, cuna de yihadistas

El pueblo de Castillejos, que en Marruecos se llama Fidneq, huele estos d¨ªas a cordero degollado. All¨ª se celebra, como en todo Marruecos y en el mundo ¨¢rabe, la Pascua del Sacrificio, la fiesta del cordero. Las familias se re¨²nen, sacrifican a la puerta de casa al animal y preparan todo tipo de platos con el mismo ingrediente. En el tri¨¢ngulo formado entre El Rinc¨®n, Tetu¨¢n y Castillejos algunas familias tienen poco que celebrar y no pueden reunirse todos. De los 51 terroristas espa?oles reclutados por la yihad que tiene controlados el Ministerio del Interior, 16 proceden de ese v¨¦rtice, pegado a Ceuta, y de un estrato social bajo, que lleg¨® en aluvi¨®n de otras partes del pa¨ªs y que se nutre de su actividad comercial y sobre todo del contrabando.

En cada una de las operaciones conjuntas contra c¨¦lulas yihadistas que se producen cada vez m¨¢s frecuentemente entre las polic¨ªas de Espa?a y de Marruecos en el norte de este pa¨ªs siempre hay detenidos de Castillejos. Tambi¨¦n son recurrentes las poblaciones de T¨¢nger, Tetu¨¢n y Nador. La explicaci¨®n que ofrecen fuentes relacionadas con la lucha contra este tipo de terrorismo en la zona es sencilla: ¡°Muchos j¨®venes de barrios marginales de otras ciudades con poco bagaje cultural y frecuente relaci¨®n con la delincuencia acuden a Castillejos o Nador atra¨ªdos por la posibilidad de empadronarse en esas localidades y conseguir as¨ª el pasaporte con la visa especial que se concede a sus habitantes para entrar m¨¢s f¨¢cilmente en Ceuta y Melilla¡±.

Castillejos est¨¢ efectivamente parasitada por Ceuta. A apenas dos kil¨®metros por la carretera de la costa. La ciudad ha duplicado en los ¨²ltimos a?os su poblaci¨®n y ahora cuenta con unos 85.000 habitantes, los mismos que la ciudad aut¨®noma espa?ola. Se calcula que unos 45.000 vecinos de Castillejos hacen a diario ese recorrido, muchos andando, para atravesar como porteadores la frontera, para trabajar como empleadas dom¨¦sticas, camareros o dependientes en Ceuta. En Castillejos no hay industria, ni agricultura. Vive de Ceuta y del contrabando.

En sus tiendas, con nombres espa?oles como Ropa Andaluc¨ªa, Moda Joven o Moda Alegr¨ªa, donde atiende Mohamed, hay el mismo cat¨¢logo de productos que en cualquier mercadillo, pero m¨¢s baratos. Mohamed lo justifica porque sostiene que compran m¨¢s g¨¦nero.

La ciudad est¨¢ relativamente limpia, con casas encaladas de blanco y ventanas celestes, muchas obras en construcci¨®n y sin pintadas. En la atiborrada calle comercial y el mercado, donde apenas se ven turistas occidentales, los hombres marroqu¨ªes visten como quieren pero se ven cada vez m¨¢s mujeres con velos isl¨¢micos, hiyab y hasta burkas.

La sensaci¨®n que se transmite al pasear por sus calles de d¨ªa es de tranquilidad, incluso en el barrio que se conoce de Kandahar. Es la zona m¨¢s complicada y donde est¨¢ ubicado el Liceo Abi Rabie Sabti, uno de los dos institutos de la ciudad pero el m¨¢s marcado.

En este liceo estudi¨®, por ejemplo, el muy medi¨¢tico yihadista Kokito Castillejos, Abu Tasnim el Magreb¨ª, tambi¨¦n llamado Mohamed Hamuch, conocido por sus macabras y sangrientas ejecuciones publicitadas a trav¨¦s de Facebook. Es el mismo centro educativo que alberg¨® en su d¨ªa a otro joven marroqu¨ª reclutado por el Estado Isl¨¢mico para luchar en Siria y que se presenta en su perfil de Facebook como Farouk El Andalousi.

El experto en terrorismo yihadista Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Garr¨¦, que acaba de terminar un estudio con el seguimiento que ha efectuado durante dos a?os a numerosos perfiles de Facebook de estos terroristas, focaliza en ese liceo de Castillejos un n¨²cleo de formaci¨®n y reclutamiento a vigilar. Pero en el instituto citado no hay signos evidentes ni de yihadismo ni de salafismo ni de exaltaci¨®n de la violencia.

El liceo alberga ahora a 1.700 alumnos y 76 profesores, con unas instalaciones en las clases y en el patio exterior muy corrientes, en las que los chavales que acaban de comenzar el curso hace dos semanas apenas se detienen porque est¨¢n deseando salir ya para empezar el puente festivo. El subdirector, Mohamed El Afaki, asegura que en el poco tiempo que lleva trabajando en este su nuevo destino no ha notado nada raro ni anormal y mantiene que a los chicos no se les ense?a ning¨²n tipo de doctrina a favor de la violencia. Eso s¨ª, tienen dos clases a la semana de educaci¨®n isl¨¢mica, pero de la moderada imperante oficialmente en todo Marruecos. El jefe de Estudios, Yusef Ascato, si lamenta algo es que los estudiantes prefieran ahora el ingl¨¦s frente al espa?ol como tercera lengua extranjera (tras el ¨¢rabe y el franc¨¦s) pero en el fondo lo entiende. Son reacios a dejar ver las clases por dentro y a que se pueda hablar con los j¨®venes, ¡°para no molestar¡±, y est¨¢n contentos en Fnideq ¡°porque es una ciudad en progreso¡±.

Anuar Haffa tiene 27 a?os, naci¨® y vive en Fnideq, tiene una de esas visas especiales, estudi¨® en ese mismo liceo, trabaja bien integrado en un restaurante de Ceuta, y sostiene que jam¨¢s le ofrecieron en su pueblo o en su escuela mensajes con contenidos violentos: ¡°Eso no est¨¢ en el islam¡±. Rafael Carrasco, el due?o del mes¨®n El Refectorio, con varias generaciones de antepasados ceut¨ªs en su familia, representa a la media docena de residentes cristianos que se confiesan hartos de una relaci¨®n de cohabitaci¨®n con los musulmanes que ven casi imposible y en la que achacan todos los problemas a la manera en la que los marroqu¨ªes entienden y viven atados a su religi¨®n.

¡°Las captaciones no son tan evidentes, se producen sobre todo de dos maneras: a trav¨¦s de alguna asociaci¨®n que monta reuniones con imanes que imparten las tesis del califato global, que juntan 80 o 90 chicos, y que tras la charla detectan a los dos o tres con m¨¢s posibilidades para ser trabajados; y, especialmente, a trav¨¦s de las redes sociales¡±, explica un experto de Ceuta relacionado directamente con las fuerzas de seguridad. Esas congregaciones se efect¨²an en Ceuta sobre todo en el barrio sin ley de El Pr¨ªncipe.