El Tribunal de Cuentas cambia sus examinadores para evitar ¡®enchufes¡¯

El Tribunal de Cuentas ya ha puesto la primera piedra para que las personas que examinen a quienes aspiren a incorporarse a su plantilla sean mayoritariamente ajenos a la instituci¨®n. La idea es otorgar mayor transparencia a los procesos selectivos y, de paso, eliminar las sospechas de nepotismo que se ciernen sobre algunas oposiciones celebradas en los ¨²ltimos lustros. Su presidente, Ram¨®n ?lvarez de Miranda, avanz¨®, entre otras medidas antinepotismo, que modificar¨ªa la composici¨®n de los jurados opositores. Lo hizo durante su comparecencia del pasado julio en el Congreso de los Diputados para explicar c¨®mo era posible que m¨¢s de un centenar de empleados de esta instituci¨®n sean parientes de altos o medios cargos o familiares entre s¨ª.

?lvarez de Miranda dispone ya del borrador, muy avanzado, y al que ha tenido acceso EL PA?S. Esta nueva normativa impone que, al menos, cuatro de los siete jurados no tengan ning¨²n v¨ªnculo con el tribunal, a diferencia de lo que sucede ahora. Los jurados ajenos al tribunal ser¨¢n, adem¨¢s, designados por altas instituciones del Estado. El borrador afecta en concreto al Cuerpo Superior de Letrados. Este tribunal (que se encarga de fiscalizar si el dinero de las Administraciones son gastados y distribuidos de acuerdo con la legalidad) tiene unos 642 trabajadores. Algo m¨¢s de 450 son de los cuerpos superiores y est¨¢n sujetos al Estatuto de la Funci¨®n P¨²blica; y cerca de 200 es personal laboral, sujeto a convenio colectivo y, por ende, al Estatuto de la Funci¨®n P¨²blica.

El borrador es una resoluci¨®n del propio presidente del Tribunal y, con alguna ligera modificaci¨®n, ser¨¢ de aplicaci¨®n dentro de varias semanas. El presidente del Tribunal opositor ser¨¢, seg¨²n se avanza en el borrador, ¡°un letrado del Tribunal de Cuentas que se encuentre activo con m¨¢s de diez a?os de servicios en efectivo¡±.

Entre los vocales habr¨¢ un ¡°auditor del Tribunal de Cuentas¡± tambi¨¦n con diez a?os de servicio efectivo; un letrado de las Cortes Generales o del Consejo de Estado, que ser¨¢ propuesto por los secretarios generales de ambas instituciones; dos magistrados con m¨¢s de diez a?os de experiencia, que ser¨¢n propuestos por el Consejo General del Poder Judicial (uno de ellos experto en la materia de que verse la oposici¨®n); un catedr¨¢tico de universidad experto en alguna de las disciplinas del programa de ex¨¢menes, y que elegir¨¢ el Consejo de Coordinaci¨®n Universitaria. Y, finalmente, como secretario actuar¨¢ otro letrado del Tribunal de Cuentas, que ser¨¢ el que mejores notas hubiera obtenido en las ¨²ltimas pruebas de acceso. ¡°Para actuar v¨¢lidamente, el tribunal deber¨¢ contar, al menos, con cinco de sus miembros¡±, indica el borrador.

Ser¨¢n cinco los ejercicios, orales y escritos, pero no habr¨¢ entrevistas, que han sido criticadas por su eminente car¨¢cter subjetivo. La norma es para el cuerpo de letrados, no para los ciudadanos que opten a las categor¨ªas laborales, que se rigen por el convenio colectivo, y que en la actualidad impone como jurados a altos cargos, de un lado, y a representantes sindicales, de otro. El pasado julio, el presidente del Tribunal de Cuentas de Cuentas fue forzado por PP, PSOE e IU a dar explicaciones ante el Congreso por el abultado n¨²mero de familiares y allegados de cargos y representantes sindicales que han logrado plazas fijas en oposiciones. En su comparecencia ?lvarez de Miranda anunci¨® toda una bater¨ªa de medidas, entre ellas el cambio en la configuraci¨®n de los miembros de los tribunales opositores. Para modificar los tribunales que examinan a los aspirantes a una plaza laboral es preciso modificar el convenio colectivo hoy vigente.?

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