La sanitaria contagiada ya recibe sangre de pacientes curados
Fuentes sindicales apuntan que podr¨ªa ser suero de la religiosa Paciencia Melgar
La sanitaria con ¨¦bola ingresada en el hospital La Paz-Carlos III de Madrid ya ha comenzado a recibir suero sangu¨ªneo con anticuerpos obtenido de supervivientes a la infecci¨®n, seg¨²n ha informado el gerente del complejo hospitalario, Rafael P¨¦rez-Santamarina en una rueda de prensa. El responsable del centro no ha difundido la identidad del donante. Poco antes de la comparecencia, la direcci¨®n del centro ha trasladado a la junta de personal y representantes sindicales que la paciente est¨¢ siendo tratada con ¡°suero de religiosas supervivientes a la enfermedad¡±, seg¨²n informan fuentes sindicales.
Tambi¨¦n indic¨® que la enferma ha evolucionado "favorablemente dentro de las precauciones" a lo largo de su primera noche de ingreso y la ma?ana de hoy martes.
El suero podr¨ªa haberse obtenido de Paciencia Melgar, religiosa de la orden de las Misioneras de la Inmaculada Concepci¨®n en Monrovia (Liberia), colaboradora del primer sacerdote espa?ol fallecido por la enfermedad, Miguel Pajares. Ambos enfermaron a la vez, pero Melgar se recuper¨® en Liberia mientras que Pajares falleci¨® tras ser repatriado.
La religiosa lleg¨® a volar a Madrid para tratar a Manuel Garc¨ªa Viejo, el segundo sacerdote repatriado y fallecido. Pero el mismo d¨ªa que aterriz¨®, por la tarde, el religioso falleci¨® sin tiempo para probar la terapia.
Adem¨¢s del suero, se est¨¢ combinando este tratamiento con la administraci¨®n de un antiviral, el favipiravir, que se ha probado en ratones, seg¨²n el jefe de la Unidad de Infecciosas del complejo hospitalario, Jos¨¦ Ram¨®n Arribas.?
Sobre el papel, la terapia con suero hiperinmune tiene toda la l¨®gica del mundo. La supervivencia al ¨¦bola depende de la reacci¨®n del sistema inmune del paciente. Si desarrolla a tiempo las defensas contra el virus, se sobrepondr¨¢ a la infecci¨®n. Tanto los anticuerpos de reacci¨®n r¨¢pida (la inmunoglobulina M), los encargados de la respuesta r¨¢pida), como los que dan una cobertura m¨¢s prolongada (inmunoglobulina G), que ofrecen una protecci¨®n para toda la vida contra la misma cepa. Por eso, los supervivientes no vuelven a contagiarse. Y, por eso, si se transfieren estos anticuerpos a enfermos (ya sea con trasfusiones de sangre o plasma) se acelera la respuesta del sistema inmune y se incrementa la probabilidad de vencerlo.
Esta es la teor¨ªa. Y es un camino alentador, como indic¨® la OMS tras un encuentro con 200 especialistas en septiembre. De la reuni¨®n sali¨® el compromiso de priorizar este camino y una gu¨ªa sobre este procedimiento para las autoridades sanitarias interesadas en aplicarlo. Pero sin olvidar su car¨¢cter experimental. ¡°La transfusi¨®n e inoculaci¨®n de suero son reconocidos como tratamientos seguros pero no sabemos si ser¨¢ efectivo porque no hay suficiente gente con la que se haya probado¡±, indic¨® Marie Paule Kieny, directora adjunta de la organizaci¨®n.
La t¨¦cnica no es nueva. Se prob¨® sin ¨¦xito en 1976 el primer brote de ¨¦bola en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (antiguo Zaire) y en otra acometida del virus en 1995 en el mismo pa¨ªs con resultados distintos. Se administraron transfusiones de sangre a un grupo de ocho infectados de los que siete se recuperaron. Aunque, como la OMS advierte, no hubo grupo de control con el que comparar resultados.
En el brote actual tambi¨¦n se ha recurrido a esta estrategia. Por ejemplo, en el caso de Kent Brantly, el m¨¦dico estadounidense que se contagi¨® en Monrovia (Liberia) y fue repatriado a los Estados Unidos. Antes de partir a recibir tratamiento en Atlanta recibi¨® una transfusi¨®n de un paciente recuperado en Monrovia. Pero tambi¨¦n recibi¨® el medicamento experimental Zmapp. Y adem¨¢s, tuvo los mejores cuidados que se pueden ofrecer a los s¨ªntomas asociados a la enfermedad.
Brantly se recuper¨®. Pero, como advierte la OMS, debido a la variedad de la asistencia recibida, no se pueden sacar conclusiones de la importancia que tuvo la transfusi¨®n en la curaci¨®n. Lo mismo sucede con el caso de Rick Sacra, un ginec¨®logo que se contagi¨® tambi¨¦n en Liberia y que como su compatriota fue trasladado a Estados Unidos (el Nebraska Medical Centre) para recibir tratamiento. Recibi¨® una trasfusi¨®n del mismo donante de Brantly, pero tambi¨¦n otro f¨¢rmaco en desarrollo (el TKM-EBV), y de nuevo asistencia sanitaria de apoyo con los m¨¢s altos est¨¢ndares de calidad. Tambi¨¦n se salv¨®. Y la conclusi¨®n de la OMS es la misma: ¡°Es imposible saber cu¨¢l fue el factor que m¨¢s ha contribuido a la recuperaci¨®n¡±.
¡°Los casos son a¨²n demasiado escasos para sacar conclusiones de su efectividad¡±, insiste? la OMS.
Tratamientos experimentales y vacunas en desarrollo
Los dos medicamentos experimentales frente al ¨¦bola cuyo uso ha trascendido son el Zmapp y el TKM-?bola. En ambos casos, se han acelerado las fases de desarrollo hasta el punto de saltarse el proceso habitual de aprobaci¨®n de la administraci¨®n a enfermos. Todo ello, con el aval de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), que el 11 de agosto anunci¨® tras una reuni¨®n con expertos que, ante la falta de terapias eficaces contra el virus, el empleo de f¨¢rmacos y vacunas en desarrollo era ¡°¨¦ticamente aceptable¡±.
El Zmapp est¨¢ agotado y se ha empleado con resultados dispares. Se administr¨®, entre otros, al primer sacerdote espa?ol, Miguel Pajares, que falleci¨®, y a los dos primeros estadounidenses repatriados para recibir asistencia. Ambos sobrevivieron a la infecci¨®n, aunque eran m¨¢s j¨®venes y recibieron el f¨¢rmaco en mejor estado de salud que Pajares. La obtenci¨®n del medicamento es compleja y lenta, ya que consiste en anticuerpos de rat¨®n humanizados que se producen en hojas de tabaco manipuladas gen¨¦ticamente.
Otro de los medicamentos en experimentaci¨®n que se ha ofrecido a pacientes infectados es el TKM-?bola, que silencia algunos genes del virus. Mostr¨® una eficacia completa en primates. Pero al someterse a un ensayo reducido en humanos provoc¨® efectos adversos a algunos de los pacientes. En vista de estos resultados, la agencia estadounidense del medicamento (FDA) suspendi¨® las pruebas, pero en agosto, alter¨® su decisi¨®n y autoriz¨® su uso limitado a personas contagiadas. El f¨¢rmaco fue empleado para tratar al tercer enfermo atendido con ¨¦bola en EE UU, el ginec¨®logo Rick Sacra, que sobrevivi¨® a la infecci¨®n.
Otras compa?¨ªas farmac¨¦uticas est¨¢n trabajando en compuestos que podr¨ªan seguir los pasos del Zmapp y el TKM-?bola, y ser aprobadas para su uso en enfermos.
Estas terapias est¨¢n destinadas a para curar a pacientes afectados. Pero de forma paralela se trabaja para dise?ar f¨¢rmacos que prevengan el contagio. Hay dos vacunas que han tomado la delantera como candidatas m¨¢s firmes para proteger de la infecci¨®n. Sin embargo, como anunci¨® la OMS la semana pasada, no estar¨¢n listas hasta el pr¨®ximo mes de marzo, como muy pronto.
Uno de ellos se denomina provisionalmente cAd3-ZEBOV y lo desarrolla GlaxoSmithKline junto al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. El otro, rVSV-ZEBOV, lo impulsa la Agencia de Salud P¨²blica de Canad¨¢ bajo licencia de la empresa estadounidense NewLink Genetic. Ambas ya han comenzado los ensayos en humanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.