?Hab¨ªa opciones mejores que la repatriaci¨®n?

El contagio de ¨¦bola de la auxiliar de enfermer¨ªa Teresa Romero parte de la decisi¨®n de trasladar a dos religiosos espa?oles infectados del virus en ?frica occidental y tratarlos en el hospital Carlos III de Madrid. Romero asisti¨® primero a Miguel Pajares, y m¨¢s tarde Manuel Garc¨ªa Viejo, de quien se contagi¨®. ?Fue una buena decisi¨®n repatriar a los sacerdotes? ?Hab¨ªa opciones mejores? Distintos especialistas en salud p¨²blica consultados por este diario apuntan que exist¨ªa la posibilidad de enviar equipos de atenci¨®n especializada al lugar en el que se encontraban los enfermos para ofrecerles una atenci¨®n con est¨¢ndares asistenciales europeos. Adem¨¢s de evitar el riesgo que implica importar un pat¨®geno tan virulento, ello hubiera permitido atender a pacientes de la zona. Otros expertos, sin embargo, comentan que la opci¨®n de trasladar a Espa?a a los enfermos es razonable desde un punto de vista humanitario y que atender lo mejor posible a sus ciudadanos entra dentro de las obligaciones de un estado.

El discurso que defiende la apuesta por una asistencia sobre el terreno puede parecer en estos momentos ventajista, visto lo visto. Pero hay quien con el primer traslado, meses antes de la crisis sanitaria que ha estallado por el contagio, ya plante¨® esta posibilidad. Es el caso de Jos¨¦ Ram¨®n Repullo, profesor de Planificaci¨®n y Econom¨ªa de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad. ¡°La repatriaci¨®n ha implicado al final pocas mejoras para los pacientes, con la incomodidad que implica el traslado y el aislamiento¡±, explica el tambi¨¦n expresidente de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (Sespas). ¡°Si se hubiera enviado un equipo con profesionales y medios para instalar un hospital de campa?a, el coste econ¨®mico hubiera sido similar, la atenci¨®n a los enfermos probablemente equivalente a la recibida en Espa?a y, adem¨¢s, se podr¨ªan haber aprovechado estos recursos para asistir a pacientes de la zona¡±, a?ade.

Repullo recuerda que desde un principio, le pareci¨® ¡°poco prudente¡± la opci¨®n de la repatriaci¨®n. ¡°En buena parte por el riesgo que implica trasladar un microorganismo como este de continente¡±, comenta. Pero tambi¨¦n por la incertidumbre de si se podr¨ªa gestionar adecuadamente el caso. ¡°Hab¨ªa que haberse hecho las siguientes preguntas: ?Tenemos la suficiente preparaci¨®n para hacer frente a una asistencia de este tipo? ?Hay alternativas m¨¢s eficaces?¡±. Unas cuestiones a las que ¨¦l mismo da respuesta: ¡°Parece que al final las condiciones de preparaci¨®n no eran las correctas¡±, lo que relaciona, en parte, con el cambio de modelo del hospital Carlos III y su subordinaci¨®n a La Paz.

Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Moreno, catedr¨¢tico de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universidad de Valencia no quiere calificar de error la decisi¨®n de traer de vuelta a Pajares y Garc¨ªa Viejo. ¡°La vida son opciones, y hay que elegir entre ellas. Desde un punto de vista humanitario puedo comprender la medida¡±, comenta este consultor de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Cuesti¨®n distinta es la postura que ¨¦l hubiera tomado. ¡°Mi opci¨®n hubiera sido destacar un equipo al pa¨ªs de origen dotado de elementos de diagn¨®stico, terap¨¦uticos y profesionales que, adem¨¢s de mitigar la situaci¨®n de estas dos personas hubieran permitido asistir a otros afectados¡±.

Mart¨ªn Moreno no califica de error la repatriaci¨®n pero hubiera optado por? destacar un equipo al pa¨ªs se origen?

¡°Esta es la medida que m¨¢s me hubiera gustado a m¨ª¡±, insiste. Y enlaza con otro de los mensajes que ha repetido los ¨²ltimos meses por distintos medios, entre otros, una carta publicada recientemente en The Lancet: Hay que concentrar todos los esfuerzos en los pa¨ªses afectados para combatir adecuadamente la epidemia, no solo por solidaridad sino por puro esp¨ªritu pr¨¢ctico. ¡°Si no hubiera sido este caso, hubiera podido aparecer otra infecci¨®n a trav¨¦s, por ejemplo, de un contagio importado como el sucedido recientemente en Estados Unidos; hasta que no atajemos el fuego en origen no resolveremos el problema¡±, sentencia.

El responsable actual de Sespas, Ildefonso Hern¨¢ndez, parte de la base de que el riesgo cero no existe: ¡°Con esto hemos de ser muy claros¡±. Por ello, sostiene que no es adecuado criticar la decisi¨®n de atender a los misioneros en Espa?a centr¨¢ndose en este argumento (el peligro de contagio). En todo caso, el que fuera director general de Salud P¨²blica del Ministerio de Sanidad (2008-2011) tambi¨¦n considera que lo mejor hubiera sido ¡°enviar profesionales y reforzar equipos de atenci¨®n hospitalaria con la capacidad de ofrecer medidas de sustento vital¡±. Como apuntaban tanto Mart¨ªn Moreno como Repullo, Hern¨¢ndez insiste en que esta opci¨®n es la que mejor encaja en la urgencia que existe en estos momentos por enviar medios a los pa¨ªses afectados ante el avance sin control de la epidemia.

El traslado, "lo m¨¢s normal del mundo"

Frente a estas opiniones, Salvador Peir¨®, director del ¨¢rea de investigaci¨®n en servicios de salud del Centro Superior de Investigaci¨®n en Salud P¨²blica (CSISP) de Valencia, plantea que la funci¨®n del Estado es ¡°atender a cualquier espa?ol que se encuentre en problemas en el extranjero¡± y hacerlo ¡°de la mejor forma posible¡±. "?Montar un hospital para atender una persona? No lo veo¡±, comenta.

M¨¢s all¨¢ de que las repatriaciones acabaran siendo "un circo", Peir¨® apunta que traer a alguien en las condiciones en las que se encontraban los dos pacientes ¡°es lo m¨¢s normal del mundo¡±. Y recuerda la docena de casos similares que se han producido en otros pa¨ªses. De hecho, en una declaraci¨®n publicada el 8 de agosto, la OMS afirm¨®: "Los estados deben estar preparados para facilitar la evacuaci¨®n y repatriaci¨®n de sus ciudadanos (por ejemplo los trabajadores sanitarios) que han sido expuestos al ¨¦bola".

Con todo, este investigador asociado del Centre de Recerca en Econom¨ªa y Salud de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona insiste en el mensaje que comparten todos los especialistas: "la ¨²nica forma de atacar la epidemia en serio es destinar recursos a ?frica".