La enferma de ¨¦bola empeora tras superar un fallo respiratorio

Permanentemente monitorizada, con un equipo de 14 especialistas en enfermedades infecciosas y de intensivistas pendiente de cada peque?o cambio en su estado y recibiendo todos los tratamientos experimentales ¡ªno hay cura para el ¨¦bola¡ª disponibles. Aislada en una habitaci¨®n de la sexta planta, el estado de salud de la auxiliar de enfermer¨ªa Teresa Romero, de 44 a?os, empeor¨® el jueves. La mujer, que permanece ingresada desde el pasado d¨ªa 6 en el Hospital Carlos III de Madrid, despu¨¦s de confirmarse la infecci¨®n, estuvo ayer por la ma?ana al borde de un fallo respiratorio importante, seg¨²n fuentes hospitalarias, que a?aden que lo super¨® tras haber pasado el d¨ªa anterior sin fiebre y tranquila en la habitaci¨®n.

El virus del ¨¦bola es ¡°muy traicionero¡±, indican estas fuentes, y es capaz de empeorar el estado general de un paciente en apenas dos horas. La ausencia de una cabeza visible entre las autoridades sanitarias que informe sobre el estado de salud de la auxiliar provoc¨® que ayer media docena de personas salieran ante los medios de comunicaci¨®n a dar datos cl¨ªnicos contradictorios de Romero. Su hermano, Jos¨¦ Ram¨®n Romero, dijo a las puertas del centro que ¡°su estado ha empeorado¡±. Hab¨ªa acudido al centro en el que est¨¢n ingresados su hermana y su cu?ado ¡ªaislado en otra planta pero sin s¨ªntomas¡ª a instancias de los m¨¦dicos que tratan a la auxiliar de enfermer¨ªa y que le avisaron de que fuera all¨ª con urgencia. El hombre sali¨® conmocionado del hospital tras haber recibido la noticia del empeoramiento.

Pero tambi¨¦n responsables pol¨ªticos y sindicales salieron a calificar el estado de salud de la auxiliar. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, dijo por la tarde que tiene una ¡°grave afecci¨®n¡± y que su vida est¨¢ ¡°en grave riesgo¡±. Fuentes del Ministerio de Sanidad confirmaron que su estado era ¡°grave¡±. El Sindicato de T¨¦cnicos de Enfermer¨ªa dio una rueda de prensa en el Hospital Carlos III para advertir tambi¨¦n la situaci¨®n de la paciente es ¡°grave¡±. El consejero de Sanidad madrile?o, Javier Rodr¨ªguez, asegur¨® que estaba ¡°cr¨ªtica¡± en una intervenci¨®n en la Asamblea de Madrid por la tarde.

No hubo que intubarla, como asegur¨® su hermano Jos¨¦ Ram¨®n, ni present¨® durante el d¨ªa de ayer un fallo multiorg¨¢nico, pero su situaci¨®n puede cambiar en unas horas (la crisis que caus¨® la muerte de Garc¨ªa Viejo dur¨® unas tres horas). Ante esta situaci¨®n, los m¨¦dicos que la atienden decidieron a?adir otro f¨¢rmaco experimental a su tratamiento, informa Emilio de Benito. Se trata de un suero similar al Zmapp, es decir, un suero con unos compuestos que se unen al virus y aumentan la eficiencia del sistema inmunitario del paciente para destruirlo.

Con este, ya son tres las terapias experimentales que se est¨¢n probando en el caso de Romero. Desde el principio se le est¨¢ administrando un antiviral de amplio espectro que no se hab¨ªa probado nunca en personas, el Favipiravir, aunque en ratones s¨ª parece que ha funcionado. Adem¨¢s, le est¨¢n suministrando suero de pacientes que han superado la enfermedad, con la idea de aprovechar sus anticuerpos para combatir el virus.

Adem¨¢s de la auxiliar de enfermer¨ªa, est¨¢n ingresadas en el Hospital Carlos III otras 13 personas que se mantienen en observaci¨®n por haber estado en contacto con ella. Su marido, diez profesionales sanitarios y dos peluqueras, todos ellos asintom¨¢ticos. En la noche del jueves, siete nuevos pacientes fueron puestos en observaci¨®n y uno fue dado de alta tras resultar negativa la prueba a la que fue sometido.

Entre las personas que est¨¢n bajo vigilancia hay dos enfermeros del Carlos III que pertenecen al equipo que trat¨® a los dos misioneros repatriados (ya fallecidos). Y varios m¨¦dicos que tuvieron contacto con Romero cuando ten¨ªa s¨ªntomas pero a¨²n estaba sin diagnosticar. Por la ma?ana, un residente de las urgencias del Hospital de Alcorc¨®n. Por la tarde, un m¨¦dico del servicio de emergencias Summa 112. Ninguno presentaba s¨ªntomas, pero en el plan de vigilancia activa que se est¨¢ aplicando en el centro se les considera ¡°contactos de alto riesgo¡±.

Responsables de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunciaron que Teresa Romero pudo ser presionada en la declaraci¨®n sobre c¨®mo se contagi¨® y pusieron en duda que el m¨¦dico que lo cont¨® estuviera autorizado para ello. En rueda de prensa, Manuel Torres y ?frica D¨ªaz, delegados del CSIF en el Hospital Carlos III, dudaron tambi¨¦n de que sea definitiva la causa del contagio y criticaron que fuera interrogada en su habitaci¨®n, estando enferma y con fiebre. ¡°Las palabras fueron: pudiera ser que me tocara la cara¡±, seg¨²n D¨ªaz, lo que en su opini¨®n no significa que est¨¦ segura de que haya sucedido as¨ª. A?adi¨® que no era ¡°el momento mejor¡± para tomarle esa declaraci¨®n y anunci¨® que este interrogatorio se va a investigar a trav¨¦s de una comisi¨®n de alerta que ha sido creada en el Hospital de La Paz.

En la tarde del jueves, el Carlos III ha distribuido a los pacientes en dos plantas. En la sexta est¨¢ ingresada la auxiliar y los dos profesionales de enfermer¨ªa ¡ªun hombre y una mujer¡ª que forman parte del equipo que trat¨® a los dos misioneros repatriados desde ?frica Occidental. En la quinta, que fue desalojada de pacientes el mi¨¦rcoles, est¨¢n aislados los cuatro m¨¦dicos que tuvieron contacto con ella. Tambi¨¦n el marido de la paciente. Ninguna de estas cinco personas ha presentado s¨ªntomas. En el caso de los enfermeros, ayer a ¨²ltima hora se esperaban los resultados del primer test de ¨¦bola, que posteriormente, d¨¦ el resultado que d¨¦, deber¨¢ ser confirmado con un segundo an¨¢lisis.

Aunque en principio no detect¨® ninguna irregularidad en el traje de protecci¨®n, Romero explic¨® anteayer a EL PA?S que el contagio pudo producirse cuando se quit¨® el mono, tras la ¨²ltima visita a Garc¨ªa Viejo: ¡°Creo que el fallo est¨¢ en quitarse el traje. Lo veo como el momento m¨¢s cr¨ªtico, en el que pudo pasar, pero no lo s¨¦ seguro¡±.