¡°Le quitamos el m¨®vil a Teresa para que no viera lo que dec¨ªa el consejero¡±
Uno de los enfermeros que la atiende explica c¨®mo protegen a la auxiliar infectada Romero tampoco sabe que una sanitaria se ha contagiado en EE UU El equipo m¨¦dico conf¨ªa en que salga adelante: "Tenemos esperanzas. Es joven y fuerte"
Teresa Romero, la auxiliar de enfermer¨ªa contagiada por ¨¦bola, no sabe que el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodr¨ªguez, la acus¨® de mentir. No sabe que se burl¨® de su capacidad para ponerse y quitarse el traje de protecci¨®n -"No hay que hacer un m¨¢ster"-, dijo, y tampoco sabe que en EE UU otra enfermera se ha contagiado tambi¨¦n al tratar un paciente y all¨ª es tratada como una hero¨ªna. "Le hemos quitado el m¨®vil para que no viera nada. No lleg¨® a enterarse", explica a EL PA?S? Manuel Torres, uno de los enfermeros que la atiende. Para protegerla, tambi¨¦n han bajado las persianas de la habitaci¨®n del hospital Carlos III de Madrid, donde ingres¨® hace una semana. "Lo hicimos para evitar que le hicieran fotos, pero es una faena, Teresa necesita ver la luz del d¨ªa".
"Ha pasado muy mala noche, pero est¨¢ un pel¨ªn mejor. Tenemos esperanzas. Es joven y fuerte y cada hora que pasa es mejor", explica Torres, que conoce bien a Romero, pues juntos cuidaron del primer religioso repatriado con ¨¦bola, Manuel Pajares. Insiste en que la auxiliar es una excelente profesional. "Esto nos pod¨ªa haber pasado a cualquiera. Pod¨ªa ser yo el infectado. No tuvimos tiempo para prepararnos". No pudieron entrenarse "porque el Carlos III estaba desmantelado", se queja. Hoy, en un hospital de Valencia s¨ª han hecho un simulacro para ayudar a los sanitarios a saber c¨®mo actuar ante un posible caso y acostumbrarse a moverse con el traje de aislamiento.
En el Carlos III, el equipo m¨¦dico que atiende a Teresa sigue poni¨¦ndose y quit¨¢ndose el traje de protecci¨®n, el momento m¨¢s delicado, en la estrecha esclusa "de un metro por un metro" porque ahora ser¨ªa muy arriesgado mover a la auxiliar contagiada a otra habitaci¨®n. "Est¨¢n habilitando esclusas m¨¢s grandes, pero en otra zona. Nosotros seguimos trabajando en las mismas condiciones", explica Torres, que envidia la reacci¨®n de EE UU ante un caso parecido. "Nada que ver. Aqu¨ª todo ha sido improvisaci¨®n".
Cada d¨ªa, el equipo m¨¦dico informa a Javier Lim¨®n, el marido de Teresa, aislado por riesgo de contagio, de c¨®mo evoluciona su esposa. Antes hablaban por tel¨¦fono, pero ahora la sedaci¨®n de la auxiliar impide que el matrimonio se comunique. Romero no sabe lo que el consejero de sanidad ha estado diciendo de ella, pero su marido s¨ª ha estado al corriente y este mismo lunes le ha enviado una carta en la que le pide que dimita y que respete a la mujer que "se debate entre la vida y la muerte", la suya.
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