Otra juez cita a seis polic¨ªas m¨¢s de Cartagena acusados de dar palizas
Un hombre denunci¨® a una patrulla en junio por golpearlo en una f¨¢brica abandonada
Dos jueces tienen sobre la mesa indicidios de al menos dos palizas protagonizadas presuntamente por agentes de la comisar¨ªa de Cartagena en la que fueron arrestados a principios de octubre seis polic¨ªas por el homicidio de Diego P¨¦rez ¡ªun vecino enfermo que pidi¨® ayuda al 091 el pasado 11 de marzo y dos semanas despu¨¦s apareci¨® flotando en una playa a la que hab¨ªa sido trasladado por tres patrullas¡ª. Seg¨²n la autopsia, este hombre muri¨® por la fractura de varias v¨¦rtebras cervicales. La juez que instruye el caso, Mar¨ªa Antonia Mart¨ªnez, atribuye el crimen a tres patrullas de esa comisar¨ªa murciana.
El pasado junio, meses antes de que se precipitasen los arrestos de los agentes por el homicidio de Cala Cortina, Francisco B. R. denunci¨® en el juzgado que hab¨ªa sido agredido por otros seis polic¨ªas de Cartagena, tambi¨¦n del turno de noche, la madrugada del 18 de junio. Acompa?¨® su relato con un parte de lesiones del hospital del Rosell donde fue atendido: ¡°herida inciso-contusa en labio superior derecho y en la zona de la barba y ment¨®n, erosiones en ambas rodillas, dolor en pie derecho con peque?a inflamaci¨®n y contusi¨®n facial¡±. Al servicio de urgencias lleg¨® detenido por un supuesto delito de atentado a la autoridad. Lo traslad¨® una patrulla distinta a la que presuntamente le golpe¨®, tras una breve parada en comisar¨ªa. Ingres¨® a las 3:46 y fue dado de alta a las 4:18 horas con media docena de puntos de sutura y moratones en distintas partes del cuerpo.
Su denuncia coincide con la tesis que sostienen Asuntos Internos, la juez y la fiscal sobre el homicidio de Cala Cortina: apunta a otra paliza policial. Y es anterior a que se produjese el arresto y trascendiesen los detalles de la investigaci¨®n.
"Hubo unas se?oras torturas, mucha sangre, lo pasamos bien"
La segunda paliza de la que tiene sospechas la juez y Asuntos Internos de la Polic¨ªa la relat¨® en primera persona J.C.M.L. uno de los agentes encarcelados por la muerte de Diego P¨¦rez, a su compa?ero de turno sin saber que la conversaci¨®n estaba siendo grabada con micr¨®fonos instalados en su coche patrulla. En esa charla que dura 12 minutos y comienta a las 17:20 del 1 de agosto, J. C. M. L. cuenta a otro polic¨ªa que tiene que acudir al juzgado en relaci¨®n a las torturas que un detenido (al que no identifican) sufri¨® en comisar¨ªa por parte de sus compa?eros. Lo que sigue es parte de la conversaci¨®n de los dos agentes, transcrita por el departamento de Asuntos Internos e incorporada al sumario que investiga la muerte de Diego P¨¦rez.
J.C. ?Por qu¨¦ no me va a dejar su se?or¨ªa?
G.J. Porque tienes un juicio.
J.C. Ya ir¨¦, ?crees que va a durar toda la noche?
G.J. [Bostezo]
J.C. El juicio es a las doce y media, por muy tarde que termine, yo me voy a mi casa.
G.J. A no ser que salgas imputado.
J.C. Imputado. ?Por qu¨¦? Si yo ah¨ª lo ¨²nico que hice fue hablar con el requiriente, ya no puedo aportar m¨¢s.
G.J.. ?Por qu¨¦ vais? ?C¨®mo es que vais doce a un juicio? Es que pas¨®¡
J.C. Porque se ve que los quieren emplumar bien.
G.J. Han citado a todo el mundo, a los Limce.
J.C. Todos los que intervinimos. Hubo unas se?oras torturas, subi¨® en la cama, ah¨ª s¨ª que hubi¨¦ramos disfrutado pero todos, todos esos, todos los que est¨¢bamos all¨ª, alguno m¨¢s. Pero unas se?oras torturas. Cogi¨® el sanguinario, el Rub¨¦n, cogi¨® el biombo ese que hay ah¨ª en lo del DNI y lo puso, lo atraves¨® ah¨ª en medio, para que ni, para que no vieran desde las casas lo que estaban haciendo. Entre Dani, el jefe de turno, el que ha ido, no veas. Hubo sangre, estuvo muy bien. Yo lo pas¨¦ muy bien. ?Anda que estamos arreglados, macho! Ahora el turno cuarto, seis imputados, van imputados los seis, cuatro torturas y dos omisi¨®n de ¡ eso ?C¨®mo se dice eso?
G.J. Del deber de socorro.
J.C. No, omisi¨®n del deber de perseguir delitos.
G.J. Y lo otro tambi¨¦n puede ser, te est¨¢ pidiendo socorro y auxilio, ?no me peguen m¨¢s, se?ores polic¨ªas, no me pegu¨¦is m¨¢s, ayudarme, ayudarme, y los otros ah¨ª, ?dale, dale, dale!
Seg¨²n figura en la querella que ha admitido a tr¨¢mite el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 3 de Cartagena, Francisco B. R. fue apaleado la madrugada del 18 de junio por seis agentes de polic¨ªa en la calle Montanaro, casco urbano de la localidad murciana, cuando se neg¨® a bajarse los pantalones en plena calle para que lo cacheasen. Pidi¨® ser trasladado a un portal o a comisar¨ªa para hacerlo y recibi¨® golpes con porras y patadas ante la mirada de sus dos acompa?antes. Entonces, contin¨²a la denuncia, dos polic¨ªas lo subieron a un coche zeta y lo trasladaron a un solar abandonado a las afueras de Cartagena, en la carretera que desemboca en Cala Cortina. All¨ª, los dos agentes lo bajaron del coche esposado y le propinaron m¨¢s porrazos y patadas, cuenta la querella.
Las diligencias previas abiertas en el juzgado n¨²mero 3 de Cartagena investigan un delito de ¡°lesiones por imprudencia¡±. Seis agentes del turno de noche de esa comisar¨ªa, todos los que participaron en el arresto, estaban citados a declarar como imputados el pasado martes. Sus placas no coinciden con las de ninguno de los polic¨ªas encarcelados por el crimen de la playa. La vista se suspendi¨® porque la juez ha autorizado nuevas diligencias. El denunciante ya ha ratificado su testimonio. En el hospital, la misma noche de su arresto, pidi¨® un an¨¢lisis de t¨®xicos, ahora incorporado a la causa, que se?ala que no estaba bebido ni drogado cuando la polic¨ªa le dio el alto en esa calle de Cartagena. Los agentes que lo arrestaron presentaron a su vez una denuncia por un supuesto delito de atentado a la autoridad y agresi¨®n a los seis polic¨ªas que participaron en la detenci¨®n tambi¨¦n con parte de lesiones.
Fuentes de la direcci¨®n de la Comisar¨ªa de Cartagena aseguran a EL PA?S que tras la denuncia abrieron un expediente disciplinario, paralizado, como es preceptivo, desde que se inici¨® la investigaci¨®n judicial.
El sumario que indaga sobre la muerte del vecino de Las Seiscientas en Cala Cortina contiene adem¨¢s evidencias de otra paliza protagonizada por agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. En una de las conversaciones interceptadas en el coche patrulla, J.C.M.L, a quien la juez encarcel¨® por homicidio y detenci¨®n ilegal presume de unas ¡°se?oras torturas¡± que, seg¨²n ¨¦l, tuvieron lugar en la comisar¨ªa de Cartagena la madrugada del 5 de julio de 2014. ¡°Hubo sangre, lo pasamos muy bien¡±, asegur¨® a su compa?ero de patrulla sin saber que estaba siendo grabado por Asuntos Internos.
La juez que instruye el caso de Cala Cortina, Mar¨ªa Antonia Mart¨ªnez, relaciona esa conversaci¨®n con el arresto esa misma noche de siete j¨®venes, dos de ellos menores, por un robo a punta de navaja de 50 euros ,dos mochilas y dos pares de gafas.
Un testigo ha confirmado a EL PA?S que uno de los menores sali¨® aquella noche de la comisar¨ªa de Cartagana con los ojos amoratados y un fuerte hematoma en el costado. El menor, sin antecedentes, que finalmente fue condenado a un a?o de vigilancia por robo con violencia, cont¨® que le hab¨ªan golpeado. A ¨¦l y a otro de los arrestados¡ª varios polic¨ªas del turno de noche. Que antes de hacerlo, se pusieron guantes para no dejar huellas. Y taparon las ventanas con un biombo blanco. El relato coincide con la conversaci¨®n interceptada a la patrulla que est¨¢ en la c¨¢rcel por el crimen de Cala Cortina. De momento, la juez no ha adoptado ninguna resoluci¨®n sobre este caso. La direcci¨®n de la comisar¨ªa hizo averiguaciones y no dio credibilidad a las palabras de su agente imputado. Como los menores tampoco presentaron denuncia, el caso est¨¢ en una v¨ªa muerta.
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