La salida de la UE dispara el coste econ¨®mico de la independencia
La deuda p¨²blica de Catalu?a subir¨ªa hasta situarse entre el 80% y el 105% del PIB
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Para Mariano Rajoy, la independencia catalana traer¨ªa ¡°pobreza y recesi¨®n¡±. Para Artur Mas, ¡°colocar¨ªa a Catalu?a entre los pa¨ªses punteros de la UE¡±. La disparidad reina en los an¨¢lisis sobre el impacto econ¨®mico de la independencia: el ¨²ltimo, de Societat Civil Catalana, anticipa que el PIB catal¨¢n caer¨ªa hasta un 23%. Otros, fuera y dentro de la Generalitat, concluyen que el favorable saldo fiscal compensar¨ªa el coste inicial de separarse.
La ¨²nica coincidencia en estos an¨¢lisis es que la salida autom¨¢tica de la UE dispara el impacto econ¨®mico. Los expertos que atribuyen un saldo favorable a la independencia conf¨ªan en que un procedimiento de separaci¨®n pactado con el Ejecutivo espa?ol limitar¨ªa esos costes. O que, en caso contrario, los Gobiernos europeos intervendr¨ªan para evitar un da?o generalizado. Pero son alternativas que ahora no est¨¢n encima de la mesa pol¨ªtica.
La factura silenciosa de dos a?os de conflicto
La incertidumbre se filtra en la econom¨ªa, aunque no es f¨¢cil de rastrear. ¡°Se nota ligeramente¡±, ha admitido el presidente de la patrona catalana, Joaquim Gay de Montell¨¤. Como otros Gobiernos aut¨®nomos, y ante el cierre de los mercados, la Generalitat recibe la asistencia del Ejecutivo central; de hecho es la comunidad que m¨¢s depende de pr¨¦stamos estatales, m¨¢s de 30.000 millones en tres a?os. La falta de emisi¨®n de deuda auton¨®mica dificulta calibrar la percepci¨®n de los inversores. Pero hay indicios: como se?ala Antonio Garc¨ªa-Pascual, analista de Barclays, ¡°los diferenciales de cr¨¦dito¡± de Caixabank y Banco Sabadell (con sede en Catalu?a) empeoraron en los mercados ¡°cuando la Generalitat anunci¨® su voluntad de seguir con la consulta¡±. Y, seg¨²n las cuentas del Ministerio de Econom¨ªa, la entrada de inversi¨®n extranjera en Catalu?a en el primer semestre fue la m¨¢s baja en 17 a?os.
Para Germ¨¤ Bel, miembro del Consejo Asesor para la Transici¨®n Nacional que aconseja a la Generalitat, lo que ¡°genera inestabilidad¡± es ¡°alargar¡± el conflicto. Bel, de la Universidad de Barcelona, recuerda que referentes financieros (Bloomberg, Wall Street Journal o Financial Times) han instado a Rajoy a ¡°mover ficha¡±. M¨¢s dif¨ªcil es apreciar impacto macroecon¨®mico. ¡°No tenemos indicios de que se est¨¦ castigando m¨¢s a Catalu?a, crece por encima del conjunto de Espa?a¡±, se?ala Joan Ramon Rovira, de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona.
Ca¨ªda del comercio contra saldo fiscal
El principal aval a la independencia es el saldo fiscal favorable a Catalu?a, que aporta m¨¢s recursos al conjunto del Estado de los que recibe. Marta Espasa y N¨²ria Bosch, de la Universidad de Barcelona, calculan que esa ganancia ser¨ªa de 12.000 millones (un 6% del PIB), una vez descontados los gastos por las competencias que asumir¨ªa el nuevo Estado catal¨¢n.
Espasa cree adem¨¢s que la capacidad de la Generalitat de ¡°dise?ar pol¨ªticas propias, m¨¢s adecuadas al mundo empresarial¡± permitir¨ªa ¡°un salto cualitativo¡±. ¡°En la experiencia internacional, nada indica que vaya a haber una mejora significativa y r¨¢pida en la gesti¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas¡±, contrapone Santiago Lago, catedr¨¢tico de la Universidad de Vigo.
¡°Las cuentas del dividendo fiscal se hacen con un m¨¦todo [flujo monetario] que no es correcto¡±, a?ade ?ngel de la Fuente, director del ¨²ltimo estudio sobre balanzas fiscales del Ministerio de Hacienda. Y sostiene que ¡°en los nuevos gastos a asumir, se olvida que a Catalu?a les costar¨ªa m¨¢s que a Espa?a, porque hay econom¨ªas de escala que dejan de actuar¡±.
La tercera v¨ªa limita el impacto
Los expertos creen que un nuevo pacto fiscal con m¨¢s competencias en respuesta a la demanda de autogobierno ¡ªla llamada tercera v¨ªa es la elecci¨®n del 46% de catalanes, seg¨²n Metroscopia¡ª, es la opci¨®n que pasa menos factura. Los costes asociados a la independencia desaparecen, aunque el saldo fiscal favorable tambi¨¦n ser¨ªa menor. En suma, Catalu?a disminuir¨ªa su aportaci¨®n a la financiaci¨®n auton¨®mica y disfrutar¨ªa de un r¨¦gimen competencial m¨¢s amplio y exclusivo, un c¨®ctel dif¨ªcil de digerir para el Gobierno y otras comunidades.
¡°Un pacto fiscal, ling¨¹¨ªstico, cultural y m¨¢s autogobierno deber¨ªa ser el escenario de m¨¢s probabilidades de ocurrencia¡±, dice el catedr¨¢tico Oriol Amat. ¡°Si se va a ese pacto fiscal, siempre que sea cre¨ªble, los catalanes se lo deber¨ªan pensar mucho. Pero ahora no est¨¢ encima de la mesa¡±, opina el catedr¨¢tico Pol Antr¨¤s.
El profesor Germ¨¤ Bel cree que es un debate est¨¦ril, que lo peor para Catalu?a es ¡°quedarse dentro¡± porque no cree que el Gobierno central realice ¡°una propuesta que resuelva los problemas planteados¡±.
El pacto fiscal supone una redistribuci¨®n de los recursos auton¨®micos para mejorar la situaci¨®n de Catalu?a. En su estudio de cuentas territorializadas, De la Fuente estimaba en un 0,7% del PIB catal¨¢n, el d¨¦ficit fiscal achacable a un mal reparto del gasto territorializable y del sistema de financiaci¨®n. Si se opta por ligar la aportaci¨®n de cada comunidad a su capacidad (PIB) y los recursos que recibir¨ªa a sus necesidades (poblaci¨®n), el d¨¦ficit catal¨¢n a compensar estar¨ªa entre el 1,5% y el 3% del PIB catal¨¢n, seg¨²n el m¨¦todo que se use.
La Generalitat apuesta por un sistema como el concierto vasco, que permite a Euskadi disfrutar del doble de recursos p¨²blicos por habitante que las comunidades del r¨¦gimen com¨²n. ¡°Ser¨ªa francamente dif¨ªcil que el resto aceptara una propuesta as¨ª¡±, asume el catedr¨¢tico Santiago Lago, quien aboga por una negociaci¨®n amplia: ¡°Si comunidades como Castilla-La Mancha creen que es suficiente con parlamentarios a media jornada y Catalu?a quiere m¨¢s atribuciones, debe ser posible, la Constituci¨®n permite un federalismo asim¨¦trico¡±.
Al menor saldo fiscal, De la Fuente a?ade el impacto (negativo) en el comercio. Una investigaci¨®n de Jos¨¦ Vicente Rodr¨ªguez Mora, de la Universidad de Edimburgo, advierte de que el resultado del comercio es sensiblemente menor entre pa¨ªses, como ocurrir¨ªa tras la independencia, que entre regiones de un mismo pa¨ªs. Seg¨²n Rodr¨ªguez Mora, ese nuevo efecto frontera implicar¨ªa una disminuci¨®n cercana al 80% en las ventas catalanas a Espa?a, apenas compensada por un aumento de las exportaciones al resto del mundo.
¡°En un escenario de m¨ªnimos, sin aranceles por salir de la UE y sin boicot por una reacci¨®n hostil, el precio de la independencia ser¨ªa equivalente al de la Gran Recesi¨®n¡±, concluye De la Fuente. En este escenario, la ca¨ªda del PIB catal¨¢n ser¨ªa cercana al 4%, mientras que la econom¨ªa espa?ola retroceder¨ªa un 3%. Otros estudios incorporan diversas estimaciones sobre el efecto de un supuesto boicot, de la deslocalizaci¨®n de empresas o de que la UE ponga aranceles, que elevan el impacto en el PIB catal¨¢n hasta el 20%.
¡°No creo que se pueda aplicar el efecto frontera, que refleja tendencias hist¨®ricas¡±, rebate Pol Antr¨¤s, catedr¨¢tico de la Universidad de Harvard, quien cree que en, todo caso, ser¨ªa un proceso muy progresivo, con lo que no deber¨ªa compararse con la ganancia fiscal tras la independencia. ¡°El Gobierno brit¨¢nico cuantific¨®, que en caso de independencia, la renta escocesa bajar¨ªa un 4% por reducci¨®n del comercio, pero en 30 a?os¡±, apunta Oriol Amat, catedr¨¢tico de la Pompeu Fabra.
Sobre la posibilidad de un boicot a productos catalanes tras la independencia, Antr¨¤s cree que tendr¨ªa un efecto limitado y temporal. ¡°Dos tercios de lo que Catalu?a vende al resto del Estado son bienes intermedios, y muchos productos est¨¢n elaborados por multinacionales¡±, explica el catedr¨¢tico de Harvard, quien estima que la ca¨ªda de PIB por un boicot ¡°llegar¨ªa como m¨¢ximo al 2%¡±.
La C¨¢mara de Comercio de Barcelona considera que, ¡°en un escenario casi imposible, de m¨¢ximos¡±, el PIB catal¨¢n bajar¨ªa hasta un 5,7% por la reducci¨®n del comercio, mientras que el espa?ol se dejar¨ªa un 1,4%. Rovira a?ade que el Gobierno catal¨¢n tendr¨ªa pronto disponible un margen fiscal equivalente al 7,2% del PIB para bajar impuestos o aumentar gastos y compensar as¨ª el efecto de la ca¨ªda de ventas a Espa?a. Amat, por su parte, recuerda que en un estudio que coordin¨® por encargo del Colegio de Economistas de Catalu?a se conclu¨ªa que la econom¨ªa catalana crecer¨ªa hasta el 4%, una vez comparada la ca¨ªda comercial con la ganancia fiscal.
La inc¨®gnita europea
La independencia llevar¨ªa a Catalu?a a salir de la UE y de la uni¨®n monetaria, seg¨²n ha confirmado Bruselas. A las repercusiones de dejar un espacio integrado, con libertad de circulaci¨®n de mercanc¨ªas, capitales y personas, se suma el hecho de que la principal v¨ªa de retorno est¨¢ condicionada por el posible de veto de Espa?a.
¡°En t¨¦rminos econ¨®micos una salida no pactada de Espa?a no es viable¡±, dice el profesor Bel, quien cree que ¡°antes o despu¨¦s¡± se producir¨ªa una ¡°intervenci¨®n de la UE¡±, ya que, sostiene, la salida de Catalu?a del mercado com¨²n ¡°perjudicar¨ªa a varios pa¨ªses¡±.
En el caso de la libertad de mercanc¨ªas, la situaci¨®n se podr¨ªa salvar con un acuerdo bilateral. Aqu¨ª solo hace falta la mayor¨ªa cualificada del Consejo de la UE, aunque el catedr¨¢tico Amat cree que a Espa?a tambi¨¦n le conviene: ¡°El 70% de las mercanc¨ªas de empresas espa?olas que van a Europa pasan por Catalu?a. No les interesan los aranceles¡±.
Catalu?a podr¨ªa tambi¨¦n seguir usando el euro, como hacen Kosovo y Montenegro, sin acuerdo monetario con la UE, lo que implica que estar¨ªa muy expuesto a cualquier shock externo, que tendr¨ªa que afrontar con reservas de su banco central. O intentar un acuerdo monetario como el que disfruta Andorra. Pero estas negociaciones, como la del acuerdo comercial bilateral, tardar¨ªan a?os en forjarse.
¡°Si la independencia no es pactada, los costes de transici¨®n ser¨ªan mucho m¨¢s elevados¡±, plantea Antr¨¤s, que considera que una ¡°salida pactada¡± con el Gobierno espa?ol con un periodo de ¡°transici¨®n acordada hacia la UE¡±, rebajar¨ªa sensiblemente los costes. Pero no es esa la posici¨®n de partida de Rajoy. Y otros Ejecutivos europeos ven con poca simpat¨ªa los movimientos separatistas, por las implicaciones que tendr¨ªan dentro de sus fronteras. Un callej¨®n sin salida para la independencia de Catalu?a, que la amenaza de una crisis generalizada podr¨ªa evitar, en opini¨®n de Amat: ¡°Si el conflicto llega a afectar a los mercados, la UE entonces intervendr¨ªa para procurar que provoque el m¨ªnimo mal posible¡±.
La incertidumbre sobre el encaje con la uni¨®n monetaria pondr¨ªa en una situaci¨®n delicada a la banca con sede en Catalu?a. Caixabank y Banco Sabadell dejar¨ªan de acceder a las facilidades de liquidez del BCE y tampoco ser¨ªan fiscalizados por el supervisor ¨²nico europeo, una situaci¨®n que podr¨ªa forzarles a mover su sede a otra comunidad. ¡°Hay reglas de acceso a la liquidez a trav¨¦s de filiales o sucursales de los bancos en pa¨ªses de la zona euro. Otra cosa es la cantidad a la que puedan acceder¡±, concede Bel, quien recuerda que las dos entidades disponen ¡°de grandes cantidades en deuda soberana espa?ola¡±, que facilitar¨ªan ese acceso. Adem¨¢s, las entidades conceden en Catalu?a mucho m¨¢s pr¨¦stamos de los que pueden financiar con sus dep¨®sitos en la comunidad: buena parte de esa diferencia se compensa con dep¨®sitos captados en el resto de Espa?a, otro elemento de riesgo en caso de una separaci¨®n poco amistosa.
La exclusi¨®n de la uni¨®n monetaria tambi¨¦n supondr¨ªa que la deuda soberana que emita Catalu?a no podr¨ªa descontarse en el BCE a cambio de financiaci¨®n, lo que limitar¨ªa el apetito inversor por estos t¨ªtulos. Adem¨¢s, es casi imposible predecir c¨®mo reaccionar¨ªan los mercados ante el s¨²bito aumento de la deuda auton¨®mica. O ante la opci¨®n de que la Generalitat no asuma su parte de la deuda estatal mientras se negocia alg¨²n tipo de acceso a la UE, como plantea el l¨ªder de ERC, Oriol Junqueras. La deuda, ahora en el 32% del PIB catal¨¢n, pasar¨ªa a estar entre el 80% y el 105% del PIB catal¨¢n seg¨²n el criterio de reparto que se eligiera.
¡°Catalu?a se enfrentar¨ªa a un largo periodo de transici¨®n, en el que predominar¨ªa la incertidumbre. Votar a favor de la independencia es jugarse el futuro de Catalu?a a la loter¨ªa¡±, afirm¨® ?ngel Ubide, investigador del Peterson Institute for International Economics, en la presentaci¨®n del estudio de Societat Civil Catalana.
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