Podemos: m¨¢s democracia, nuevo tablero
Reconocer el derecho a decidir del pueblo catal¨¢n es radicalizar la democracia
La mayor parte de la ciudadan¨ªa de Catalu?a y sus representantes pol¨ªticos han mostrado de manera masiva que quieren votar para decidir el tipo de vinculaci¨®n de su territorio con el Estado. Lo han hecho con manifestaciones, declaraciones parlamentarias, mociones en los Ayuntamientos y una extraordinaria vitalidad c¨ªvica que corroboran los datos demosc¨®picos: m¨¢s de un 80% de los catalanes y las catalanas est¨¢ de acuerdo con ser consultada. Podemos apoya el derecho a decidir del pueblo catal¨¢n. No podr¨ªa ser de otra manera: la organizaci¨®n nace con el fin de radicalizar la democracia. Hemos nacido desafiando la resignaci¨®n y la alienaci¨®n de la esfera p¨²blica que la descomposici¨®n del r¨¦gimen podr¨ªa provocar: reivindicando que de la crisis org¨¢nica se sale con m¨¢s democracia, con una irrupci¨®n plebeya, de la gente com¨²n, que recupere la pol¨ªtica frente a la minor¨ªa privilegiada que se ha situado por encima del Estado de derecho.
El debate pol¨ªtico sobre el derecho a decidir se puede ver bloqueado por la cerraz¨®n de las ¨¦lites
Dicho esto, estamos convencidos que el debate pol¨ªtico sobre el derecho a decidir se puede ver bloqueado por la cerraz¨®n de las ¨¦lites. Nos parece que debe ser puesto en relaci¨®n con la discusi¨®n de qu¨¦ condiciones hoy han ido produciendo un estrechamiento de las condiciones democr¨¢ticas, y con qu¨¦ transformaciones pueden garantizar el derecho de la ciudadan¨ªa a decidir sobre cuestiones territoriales, econ¨®micas y sociales. Este es el punto ciego que comparten hoy dirigentes en Espa?a y en Catalu?a: la desconfianza hacia la soberan¨ªa popular y su supeditaci¨®n a otros criterios y poderes de origen no democr¨¢tico.
Si bien la arena social catalana se ha mostrado con gran vitalidad y creatividad, la arena institucional est¨¢ actualmente bloqueada. Es importante construir nuevos escenarios, encarar esta (y otras cuestiones) desde nuevas perspectivas. Superar el bloqueo atraves¨¢ndolo. As¨ª pues, y siendo conscientes de que el 9-N nos sit¨²a en un conflicto asim¨¦trico si comparamos recursos materiales y simb¨®licos que tienen en sus manos instituciones espa?olas y catalanas, para superar el presente callej¨®n sin salida se podr¨ªan apuntar tres escenarios.
El primero pasar¨ªa por el desarrollo unilateral de un proceso de decisi¨®n sobre el futuro de Catalu?a; convocar un refer¨¦ndum no pactado y materializar el resultado de ¨¦sta solamente con la voluntad y acci¨®n de las instituciones y el tejido social. Esto comportar¨ªa el despliegue de iniciativas de desobediencia institucional, no acatando al Tribunal Constitucional (TC) e incumpliendo leyes estatales. Este ejercicio de insumisi¨®n tendr¨ªa que ir combinado con la obtenci¨®n de amplios apoyos internacionales. Nos parece que el esbozo queda muy lejos de la realidad actual.
En un Estado plurinacional, s¨®lo el acuerdo y la seducci¨®n deber¨ªan ser pegamentos para reconstruir puentes
Los otros dos escenarios que pueden visualizarse pasan porque se produzca alg¨²n tipo de cambio tambi¨¦n en el Estado espa?ol. El segundo escenario contemplar¨ªa una salida sist¨¦mica. Pasar¨ªa porque el TC diera una respuesta r¨¢pida al recurso presentado por la Generalitat y que abriera la puerta a una reinterpretaci¨®n y reforma de la Constituci¨®n. Con este movimiento se buscar¨ªa relegitimar el TC en Catalu?a, as¨ª como tambi¨¦n supondr¨ªa un aval a las bases del PP para que Rajoy pudiera abrir di¨¢logo, y distensionar¨ªa el contexto con el resultado de que PSOE y CiU podr¨ªan recuperar cierto control sobre la situaci¨®n mediante la recuperaci¨®n del di¨¢logo. Se trata de una reforma constitucional desde las ¨¦lites actuales, que no podr¨ªa quedarse s¨®lo en el aspecto territorial y que deber¨ªa incorporar contenidos democr¨¢tico-institucionales y sociales. Una suerte de restauraci¨®n desde arriba que enfrentase la descomposici¨®n del orden pol¨ªtico y cultural nacido en 1978. Sin embargo, no parecen encontrarse entre los dirigentes pol¨ªticos de las principales formaciones muchos ejemplos de audacia y altura de miras como para asumir este reto.
El tercer escenario ser¨ªa el de una apertura democr¨¢tica y constituyente que cambie la correlaci¨®n de fuerzas en favor de las mayor¨ªas empobrecidas. La irrupci¨®n de Podemos a nivel del Estado camina hacia esta direcci¨®n, pero a¨²n falta mucho camino por recorrer en la articulaci¨®n del amplio consenso necesario para el cambio pol¨ªtico. En el momento de la descomposici¨®n del r¨¦gimen de 1978, el atrincheramiento de las ¨¦lites puede agudizar la crisis y enquistar las discusiones. Un proceso de reconstrucci¨®n de las bases de convivencia, sobre la base de un nuevo sentido com¨²n que ya exige transformaciones impostergables. En un Estado plurinacional, s¨®lo el acuerdo y la seducci¨®n deber¨ªan ser pegamentos para reconstruir puentes, en un escenario de construcci¨®n de la soberan¨ªa popular frente a los poderes de minor¨ªas y el diktat financiero asumido por las castas catalana y espa?ola cuya ¨²nica patria real es la Suiza.
??igo Errej¨®n y Gemma Ubasart son miembros de Podemos.
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