La ¨²ltima urna de la consulta
Casi 400 catalanes de la Costa Oeste de EEUU se desplazaron hasta San Jos¨¦ para votar
Para Anselm Bossacoma el camino es m¨¢s que conocido, es el mismo que le lleva cada d¨ªa al trabajo, solo que este domingo ejerc¨ªa como coordinador voluntario de la consulta. Es el representante de la oficina comercial de Catalu?a en Silicon Valley, que se encuentra al sur, en San Jos¨¦, donde comienza el cultivo agr¨ªcola y todav¨ªa quedan fabricantes de chips.
Bossacoma no destaca ninguna protesta o altercado, pero la polic¨ªa local estaba avisada de antemano para que no se sorprendiesen al ver la oficina abierta y con cola para entrar en un d¨ªa festivo. Conviene recordar que en EEUU se vota en martes.
A las 9 de la ma?ana comenz¨® oficialmente la votaci¨®n. Era la ¨²ltima urna en abrir, cuando en Catalu?a ya eran las seis de la tarde. ¡°La primera fue en Sidney¡±, concreta. El goteo fue constante, con algunas colas antes del mediod¨ªa. A la una, 176 votos. A las dos, 296. A las cinco llegaron a 366 votos. A las seis ya solo 370. Hasta el cierre, a las ocho, con un total de 385. En Catalu?a ya eran las seis de la ma?ana.
Para organizar el proceso han contado con una treintena de voluntarios, es decir a casi uno por cada 10 votantes. Pasado el mediod¨ªa comenzaron las esperas, amenizadas con conversaciones. Muchas banderas independentistas, camisetas del Bar?a con la senyera y alguna barretina.
La urna de San Jos¨¦ es la ¨²nica de toda la costa Oeste de EEUU, por lo que han registrado votantes de lugares diversos. Lo m¨¢s tempraneros llegaron desde Minnesota. Despu¨¦s, varios coches desde Los ?ngeles y una decena m¨¢s que llegaron de la misma ciudad en el avi¨®n de las 10. Finalmente, un grupo desde Seattle.
Clara Campo Cid, arquitecto en Palo Alto, destaca el ambiente festivo y de camarader¨ªa. Tras esperar media hora para depositar su papeleta, se uni¨® a un picnic espont¨¢neo en un parque cercano. En su mayor¨ªa rondan entre los 25 y los 30 a?os y son, o bien emprendedores, o bien desarrolladores de software en empresas de tecnolog¨ªa. Se muestran orgullosos por haber ido a votar pero declinan la opci¨®n de hacer declaraciones. Esgrimen el argumento de no querer meterse en pol¨ªtica.
Gabriel Bestard Ribas, cuya empresa fabrica cerraduras que se controlan desde el m¨®vil, no ha podido participar en el refer¨¦ndum, aunque era su deseo. Se siente catal¨¢n, naci¨® en Barcelona, pero est¨¢ empadronado en Mallorca. No es el ¨²nico que se ha quedado fuera. Como su caso se han dado m¨¢s por diferentes motivos, como tener la documentaci¨®n caducada. Bossacoma se muestra tajante: "Lo sentimos, pero hay que ser serios. Tienen que ser papeles oficiales".
Lo curioso es que no se sabr¨¢ lo que piensan los catalanes de Silicon Valley y la costa Oeste de manera concreta. Los votos se env¨ªan cerrados a Barcelona donde se contar¨¢n con el resto de env¨ªos desde el extranjero.
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