Las cuatro esquinas de Podemos
El espacio en la intersecci¨®n de dos calles en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s y un viaje en coche desde Rivas son el germen de la nueva fuerza pol¨ªtica que desaf¨ªa al bipartidismo en Espa?a
Hay una an¨¦cdota que cuenta Miguel Urb¨¢n, 34 a?os y art¨ªfice de las entra?as de Podemos, que ayuda a entender el origen y el fulgurante ¨¦xito de este partido de nueva generaci¨®n que, en nueve meses ¡ªy a seis de las elecciones municipales y auton¨®micas¡ª, se ha convertido en la primera fuerza pol¨ªtica en intenci¨®n directa de voto, seg¨²n recientes encuestas de Metroscopia y del CIS.
¡°En el primer acto del movimiento, en Zaragoza, se me acerc¨® un se?or y me pregunt¨®: ¡°?T¨² eres de Podemos Zaragoza?¡±, recuerda Urb¨¢n. ¡°Y pens¨¦: C¨®mo le explico a este caballero que no existe Podemos hasta que no consigamos las 50.000 firmas, presentemos la iniciativa y la gente decida que quiere que exista. Y le contest¨¦: ¡°No, yo soy de Madrid¡±. Y ¨¦l hombre respondi¨®: ¡°Ah, encantado, yo soy de Podemos Calatayud¡±. No exist¨ªa para Urb¨¢n, que era fundador, responsable de organizaci¨®n y de extensi¨®n, pero el movimiento ya ten¨ªa vida propia.
Tocamos la tecla: no ¨¦ramos un partido sino un ¡®m¨¦todo participativo
La gran paradoja de Podemos es que exist¨ªa ya antes de nacer. Es anterior a s¨ª mismo. La idea se present¨® como un ¡°m¨¦todo participativo¡± en el Teatro del Barrio (Lavapi¨¦s) el pasado 17 de enero. Y se propuls¨® viralmente por las redes sociales sobre el caldo de cultivo y el tejido social generado por los indignados del 15-M, la protesta masiva que sorprendi¨® a todos en la primavera de 2011 con un grito un¨¢nime contra la clase pol¨ªtica: ¡°No nos representan¡±.
El concepto de Podemos se cocin¨® en pocos meses entre cuatro esquinas de Lavapi¨¦s y su imparable propagaci¨®n ha hecho que el partido que hoy lidera Pablo Iglesias vaya desde el principio siempre un paso por detr¨¢s de s¨ª mismo: ¡°Nos desbord¨® desde el minuto cero, trabajamos contra reloj, primero para las elecciones europeas y ahora para las municipales, auton¨®micas y para ganar en las generales¡±, asegura Urb¨¢n.
El origen de Podemos no se puede entender sin el 15-M ni sin Lavapi¨¦s, pero tampoco sin Izquierda Anticapitalista (600 militantes), surgido desde Espacio Alternativo hace diez a?os, y que es el ¨²tero en el que se gest¨®, la estructura log¨ªstica que lo alberg¨®. Sin embargo, en cuesti¨®n de meses esa fuerza pol¨ªtica ha sido deglutida por su propio hijo. Podemos ha matado al padre creando unas tensiones internas que perviven hoy y en las que Miguel Urb¨¢n es pieza clave, una especie de pacificador por su papel como cofundador de ambos movimientos.
El nacimiento de la formaci¨®n no se entiende sin Izquierda Anticapitalista
No es casualidad que esas cuatro esquinas, en el cruce de las calles Zurita y Torrecilla de Leal, donde germin¨® este nuevo partido de color morado, sean precisamente la casa de Urb¨¢n, la Librer¨ªa-cooperativa Marabunta (su trabajo), la sede-almac¨¦n que ¨¦l alquil¨® y que fue punto de partida del movimiento y el Teatro del Barrio, a la vuelta de su calle.
¡°Podemos se present¨® en nuestro espacio porque se consider¨® que nace de los movimientos sociales¡±, cuenta el actor Alberto San Ju¨¢n, a la cabeza de ese proyecto teatral cooperativo llamado Teatro del Barrio, una de las muchas iniciativas colectivas nacidas con los fr¨ªos de la crisis y que han prosperado en este barrio de laber¨ªnticas calles escarpadas que, adem¨¢s de multirracial, es el m¨¢s politizado de Madrid. No hay apenas bar, cafeter¨ªa, local, centro social u ocupado en el que no haya reuniones, presentaciones, debates¡ Toda clase encuentros de car¨¢cter pol¨ªtico. Lavapi¨¦s no es s¨®lo un mosaico ¨¦tnico, donde confluyen culturas de medio mundo que colorean comercios y plazas, sino un compendio de discursos pol¨ªticos: Juventud sin futuro, Espacio alternativo, Izquierda Anticapitalista (IA)¡ Muchos integrados ahora en Podemos.
¡°Me identifico con su ra¨ªz y espero que sea la herramienta para que empecemos a gobernarnos¡±, a?ade San Ju¨¢n. Su vecino, Miguel Urb¨¢n, es activista social desde la adolescencia. Amigo ¨ªntimo de Pablo Iglesias desde hace 16 a?os, fue s¨¦ptimo en la lista de las Europeas. Y es una bisagra engrasada con su experiencia pol¨ªtica ¡ªfue cabeza de cartel de izquierda Anticapitalista en las ¨²ltimas elecciones generales¡ª que explica el origen de esta formaci¨®n de nuevo cu?o, articulada sobre las nuevas tecnolog¨ªas, la telefon¨ªa m¨®vil (Whatsapp y Telegram) y las redes sociales.
¡°Podemos nace de las conversaciones con Pablo hace m¨¢s de un a?o¡±, cuenta Urb¨¢n. ¡°Comenzamos a hablar de que el 15-M hab¨ªa abierto una ventana de oportunidad pol¨ªtica, hab¨ªa que canalizar eso¡±, explica.
Lavapi¨¦s, con todos sus movimientos sociales ¡ªm¨¢s o menos ligados al 15-M¡ª en activo, fue el espacio en el que se venci¨® ese rechazo manifestado por muchos de los indignados hacia los partidos pol¨ªticos, ¡°la casta¡± en el lenguaje de Podemos. ¡°Hab¨ªamos tocado un techo de cristal¡±, analiza Miguel Barrionuevo, estudiante de Sociolog¨ªa de 23 a?os y miembro de la Asamblea Popular de Lavapi¨¦s. ¡°Y frente al derrotismo, aparece un discurso que ilusiona y que te dice que s¨ª se puede hacer un proyecto ganador¡±, argumenta.
La experiencia de Urb¨¢n en los movimientos sociales, su imbricaci¨®n en el barrio, fue crucial para trazar una estrategia, para ejercer de flautista de Hamelin y arrastrar a la gente por esas calles empinadas hasta reventar el Teatro del Barrio aquel 17 de enero, y luego un acto tras otro. ¡°Tocamos la tecla: al principio ¨¦ramos un movimiento pol¨ªtico, no un partido¡±, afirma. El nombre surgi¨® ¡°volviendo de una cena en Rivas en el coche con Pablo¡±, recuerda. ¡°Hab¨ªa que nombrar eso que llev¨¢bamos pensando dos meses, no quer¨ªamos una sopa de siglas, quer¨ªamos ir m¨¢s all¨¢ del ¡°S¨ª se puede¡± y dije: ¡°Podemos¡±, y a todos [en el coche viajaba tambi¨¦n el escritor Jorge Moruno] les pareci¨® bien¡±.
Cinco parecen ser las claves del ¨¦xito. La primera, no configurarse como partido inicialmente, sino como ¡°m¨¦todo participativo¡±. Segundo, hacer una propuesta ilusionante que no criticase la pol¨ªtica, sino que convenciera de que cualquiera pod¨ªa hacerla. Tercero, ¡°encontrar un catalizador medi¨¢tico que nos abriese al espacio p¨²blico de masas, que fue Pablo, entrenado en la oratoria pol¨ªtica en La Tuerka [el canal de debate televisivo on line que crearon hace 10 a?os]¡±, en palabras de Urb¨¢n. Cuarto, las redes sociales e Izquierda Capitalista como base. Y cinco, ¡°definirse lo justo, para hacer concurrir fuerzas de izquierda, centro y derecha en torno a cuestiones (recortes, corrupci¨®n, empleo, vivienda¡) que preocupan a todos¡±, en palabras del joven Barrionuevo. El resultado es el ya conocido.
Un partido que emerge a salto de mata
Una vuelta r¨¢pida por algunas de las asambleas (¡°c¨ªrculos¡±) que se celebran estos d¨ªas en distintos barrios y distritos de Madrid, permite ver c¨®mo emerge un partido a salto de mata: ¡°Estamos navegando en un barco y construy¨¦ndolo al mismo tiempo¡±, dec¨ªa Luis O'Shee, de unos 60 a?os, moderador de una de esas reuniones ¡ª55 personas¡ª celebrada el pasado jueves en el Barrio Salamanca. ¡°Debemos avanzar en los aspectos organizativos aunque sean tediosos¡±, moderaba Geraldo Portela, economista y soci¨®logo de 33 a?os, en la sede primigenia del movimiento en Lavapi¨¦s (Zurita, 21), donde se reunieron el viernes por la tarde 15 de sus 30 componentes, de los que s¨®lo 3 proceden del 15-M. Detr¨¢s de unos tablones, pegado en una pared de ese viejo almac¨¦n, un mapa de Madrid lleno de chinchetas es la met¨¢fora del desbordamiento: ¡°Cada chincheta es un c¨ªrculo [un grupo de trabajo nuevo], pero lleg¨® un momento en que no d¨¢bamos abasto para se?alarlos, ahora tenemos que hacer una validaci¨®n de los que han surgido, pero no tenemos tiempo¡±, dice Urb¨¢n.
De esos encuentros semanales en locales prestados o alquilados por horas salen grupos de trabajo, ¡°comisiones¡± (de municipal, de extensi¨®n [propagaci¨®n del movimiento], de finanzas¡), formados por gente (historiadores, periodistas, empleados de banca, profesores, abogados, asistentas, parados¡) de edades dispares (entre los 23 y los 70 a?os) dispuestas a poner su tiempo, su experiencia ¡ªy en algunos casos tambi¨¦n sus euros, que se recogen en un neceser de pl¨¢stico a modo de ¡°cepillo¡±¡ª al servicio del nuevo partido.
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