La mafia de las setas
La Guardia Civil lucha contra el creciente tr¨¢fico ilegal de un producto cada vez m¨¢s valioso
En algunos lugares se llama la Operaci¨®n Espora y en otros la Operaci¨®n Boletus, pero el objetivo es el mismo: acabar con el tr¨¢fico ilegal de setas y con las bandas organizadas que saquean el monte en busca de un producto que ha pasado de ser una afici¨®n a un negocio cada vez m¨¢s importante. Tanto la Guardia Civil como los Agentes Forestales, los expertos en micolog¨ªa y los vecinos de los pueblos afectados describen el mismo escenario: bandas organizadas de unas 40 o 50 personas, que durante la temporada acampan en el bosque, trabajan de sol a sol y son capaces de recolectar cerca de una tonelada de setas en una jornada, sobre todo boletus o n¨ªscalos.
¡°Hay un mercado impresionante. Como me dijo alguien, es como la droga, pero legal. El problema es que siempre existe alguien que lo compra¡±, se?alan fuentes del Seprona (el servicio forestal de la Guardia Civil) en Madrid que insisten en que, dado que es fen¨®meno relativamente reciente, las investigaciones para determinar qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de estas bandas todav¨ªa no han dado resultado. ¡°Est¨¢ claro que tienen un comprador. Todo est¨¢ perfectamente organizado y estructurado. No tenemos claro a qui¨¦n o qui¨¦nes venden las setas¡±, agregan las mismas fuentes.
¡°Es un problema propiciado por la crisis. Hace unos a?os que empezamos a detectar campamentos que se dedican a la recolecci¨®n masiva¡±, explica Arturo Notivoli, jefe del Seprona en Huesca. La presencia de las bandas, casi en su totalidad formadas por personas de nacionalidad rumana seg¨²n la Guardia Civil, va cambiando con las temporadas y dependiendo de la presi¨®n policial. Palencia, por ejemplo, tuvo muchos problemas en 2013 y casi ninguno en 2014. En Soria, en cambio, seg¨²n la Junta de Castilla y Le¨®n, se hab¨ªan producido hasta noviembre 695 denuncias y hab¨ªan sido decomisados 15.000 kilos de setas. Ante el consumidor final, los boletus pueden costar entre 15 y 30 euros y los n¨ªscalos entre 10 y 15.
Junto a las carreteras que recorren los bosques del norte de Soria, una de las zonas micol¨®gicas m¨¢s importantes de Espa?a donde la recolecci¨®n est¨¢ muy controlada, pueden verse constantes carteles que recuerdan que la acampada silvestre est¨¢ prohibida y que la recolecci¨®n de setas est¨¢ regulada. Durante la temporada, toda la regi¨®n se vuelca en el negocio de las setas: hoteles, restaurantes, casas rurales, gu¨ªas, jornadas micol¨®gicas, lonjas de setas dirigidas directamente a los consumidores. Son necesarios permisos para recoger para consumo propio y s¨®lo los que est¨¢n empadronados pueden recolectar cantidades ilimitadas destinadas a la venta. Cerca de la plaza de El Royo, un bello pueblo de piedra que ofrece vistas al monte desde cualquier ¨¢ngulo, dos vecinos departen: como casi todo el mundo aqu¨ª, conocen bien el campo y son recolectores. Y, como todo el mundo, se han cruzado con ¡°los rumanos¡±. ¡°Hay m¨¢s espa?oles que rumanos, pero con la xenofobia todas las culpas van a ellos. Aunque es verdad que dejan el monte muy sucio¡±, explica Alfredo Villar, de 64 a?os. ¡°Hay gente que se aprovecha de ellos y les compra los hongos para luego revenderlos¡±, agrega Angel Palacios, de 60 a?os.
¡°Este a?o ha sido una invasi¨®n¡±, asegura un agente forestal apostado junto a la Laguna Negra. Y no se refiere s¨®lo a las bandas organizadas, sino a la cantidad de recolectores de todo tipo que han pasado por los bosques sorianos. ¡°El problema es que los rumanos tienen a qui¨¦n vender, qui¨¦n les compra y qui¨¦n les trae. Viven en condiciones muy duras: duermen en el monte, en furgonetas, debajo de un puente. Les pagan menos que a los locales¡±, explica su compa?era. Aseguran haber hablado con alguno de ellos cuando, casi siempre en operaciones conjuntas con la Guardia Civil, les multan y les requisan las setas. ¡°Recorren Europa, son como los tempraneros: van haciendo la ruta, que muchas veces empiezan en otros pa¨ªses. Llegan a sitios incre¨ªbles, en los que ni siquiera nosotros sabemos que hay setas¡±, agrega. Salvo en Palencia, donde recolectar setas sin permiso se considera hurto y robo si supera los 400 euros (se produjeron 60 detenciones y 35 imputaciones en 2013), en el resto de las provincias es una falta administrativa que se salda con una multa. Tambi¨¦n muchas veces se levantan sanciones por faltas que van desde dejar basura en el monte, no utilizar cestas o rastrillar hasta por desplazarse en veh¨ªculos sin la ITV pasada.
Sigue siendo un misterio d¨®nde van a parar las toneladas de setas que logran recoger cuando se zafan de la polic¨ªa. A la entrada de la localidad de San Leonardo de Yag¨¹e, en una tarde de noviembre, varios coches con ciudadanos rumanos vend¨ªan cajas con setas en un local donde se produce un constante trasiego de mercanc¨ªa. Aseguran que se trata de una venta al por mayor totalmente legal. Seg¨²n diferentes fuentes, en ocasiones los recolectores ilegales, al no tener permiso, venden las setas a vecinos que s¨ª tienen licencia y as¨ª pueden entrar en el sistema sin problemas (este a?o, seg¨²n diferentes testimonios, las setas ilegales se compraban a 1 o 1,5 euros y se vend¨ªan a 3 o 4, seg¨²n el momento de la temporada). Otras fuentes indican que se trata de ventas a mucho mayor escala o por encargo. ¡°Se las compran empresarios piratas e incluso acceden directamente a los mercados¡±, se?ala ?lvaro Picardo, director general de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y Le¨®n. A la pregunta de si representan un peligro de salud p¨²blica porque puedan recolectar las setas equivocadas, Gabriel Moreno Horcajada, presidente de la Sociedad Micol¨®gica Madrile?a, responde: ¡°Saben recoger, no se confunden¡±.
Dado que el fen¨®meno de las setas es relativamente nuevo, todav¨ªa no hay ni una legislaci¨®n unificada ni estad¨ªsticas fiables. Seg¨²n Cesefor, una fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que por encargo de la Junta de Castilla y Le¨®n gestiona el mayor parque micol¨®gico regulado de Europa ¨C400.000 hect¨¢reas de montes p¨²blicos distribuidas por siete provincias de la autonom¨ªa¨C, las setas generan unos ingresos de 65 millones de euros en la regi¨®n. Los datos muestran claramente que el fen¨®meno est¨¢ creciendo con fuerza: durante la campa?a 2013-2014 se se concedieron 65.160 permisos en Castilla y Le¨®n, casi el doble que la temporada anterior. La organizaci¨®n que agrupa a los empresarios de setas asegura que todav¨ªa no hay datos nacionales sobre lo que mueve el negocio micol¨®gico en Espa?a.
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