Crimen de Chapiner¨ªa: 12 a?os de c¨¢rcel por matar y descuartizar a su suegra

La sentencia, del pasado 26 de diciembre, recoge como hechos probados que Emilio Ramos Manzanares, apodado El Loco y de 32 a?os, apu?al¨® en el cuello a su suegra, Marisa Fern¨¢ndez Camacho, de 73 a?os, mientras ella estaba sentada en el sof¨¢ de su casa. Los hechos se han conocido como ¡°el crimen de Chapiner¨ªa¡±, la poblaci¨®n madrile?a en la que sucedi¨® todo el 23 de julio de 2020, en plena pandemia por la Covid. Veinte d¨ªas despu¨¦s, un vecino del pueblo que paseaba con su perro encontr¨® partes del cuerpo descuartizado de la se?ora, a excepci¨®n de su cabeza, que nunca apareci¨®.

Seg¨²n las declaraciones recogidas, el m¨®vil de este suceso dantesco, es que yerno y suegra hab¨ªan discutido porque la mujer le hab¨ªa llamado ¡°vagabundo¡± y ¡°muerto de hambre¡± y le hab¨ªa amenazado con echarles a la calle a ¨¦l y a su hija, ?frica Fern¨¢ndez Camacho, conocida en la localidad como La Spice Girl. La pareja fue acusada de asesinato con alevos¨ªa por la vulnerabilidad de la v¨ªctima, ella como encubridora, y tras un juicio con jurado popular, ¨¦l ha sido condenado a 12 a?os (y cinco de libertad vigilada) y ella ha sido finalmente absuelta.

Emilio Ramos Manzanares fue detenido el 6 de agosto de 2020. Ingres¨® en prisi¨®n provisional dos d¨ªas despu¨¦s, tras confesar a la Guardia Civil que hab¨ªa acuchillado y descuartizado con una sierra y un hacha a su suegra y despu¨¦s la hab¨ªa enterrado en una dehesa pr¨®xima por partes, en cinco bolsas, aunque ¡°no muy profundo, por lo que un jabal¨ª podr¨ªa haberse llevado la cabeza¡± con parte del cuello, un miembro clave en este caso para determinar la causa de la muerte.

Emilio dijo que lo hizo todo ¡°solo¡±, sin la ayuda de ?frica, que ¡ªseg¨²n declar¨®¡ª estaba ¡°durmiendo¡± en una habitaci¨®n de la planta de arriba del chalet en el que estaban viviendo con Marisa y ¡°no se enter¨® de nada¡±, porque hab¨ªan estado bebiendo y drog¨¢ndose los tres juntos horas antes, hasta llegar a la casa tambale¨¢ndose. Dijo tambi¨¦n que despu¨¦s limpi¨® todo y tap¨® las manchas de sangre del sof¨¢ con una s¨¢bana.

A ?frica, cuando despert¨® a la ma?ana siguiente y pregunt¨® por su madre, le dijo que se hab¨ªa hecho pis en el sof¨¢ y que se hab¨ªa ido, lo que a ella, al ver aquellas manchas oscuras en el sof¨¢, le llen¨® de estupor y call¨®. El jurado popular le crey¨®, al igual que crey¨® a ?frica, que neg¨® de plano su implicaci¨®n en los escabrosos hechos.

Adem¨¢s, tuvo en cuenta el jurado que los investigadores no hallaron el perfil gen¨¦tico de ella en las armas del crimen (una sierra y un hacha) y que la confesi¨®n del autor coincid¨ªa plenamente con las pruebas halladas posteriormente en el lugar de los hechos por los guardias.

Es decir, se trataba de una declaraci¨®n fidedigna que hab¨ªa servido, no solo para corroborar lo ocurrido y el modus operandi, sino tambi¨¦n para encontrar las pruebas del delito, los utensilios utilizados y el lugar exacto en el que se encontraban. Emilio, mapa en mano, condujo a los investigadores hasta ellos.

Dilaciones indebidas

A los cuatro a?os, tras pasar el m¨¢ximo tiempo posible en prisi¨®n preventiva, en el mes de julio pasado y sin que se hubiese celebrado juicio alguno, El Loco qued¨® en libertad. Sali¨® de nuevo a la calle con un gran esc¨¢ndalo medi¨¢tico incluido, con las c¨¢maras de las televisiones esper¨¢ndole a las puertas de la c¨¢rcel de Navalcarnero.

Parec¨ªa que un brutal crimen, perpetrado adem¨¢s por una persona con un rosario de antecedentes penales previos (por lesiones, robos, violencia de g¨¦nero...) quedaba impune. La sentencia reconoce ahora que ¡°el juzgado estuvo paralizado por causas ajenas a la voluntad del acusado por un tiempo excesivo, que se considera debe tenerse en cuenta al momento de valorarse la pena a imponer¡±. De hecho, el abogado defensor aleg¨® ¡°dilaciones indebidas¡± como atenuante.

Lo cierto, como se dice en la sentencia, es que el acusado ¡°lleg¨® a cumplir el m¨¢ximo de cuatro a?os de prisi¨®n provisional, quedando en libertad, en un caso en el que ¡ªdesde sus inicios¡ª se pudo conocer quienes pod¨ªan ser los presuntos responsables, con la confesi¨®n de uno de ellos y, por tanto, sin necesidad de extensas diligencias de investigaci¨®n y que, por tanto, bien pudo culminar mucho antes, a pesar de la tramitaci¨®n que todo procedimiento de jurado lleva consigo¡±, reconoce el juez de la Audiencia Provincial, Manuel Ja¨¦n Vallejo.

¡°Lo hice todo bien, meticulosamente¡±, le dijo Emilio a los investigadores de la Guardia Civil que le tomaron declaraci¨®n el 20 de enero de 2021. Pero ¡°tengo la necesidad de quitarme este peso de encima¡±, agreg¨® el reo (entonces recluso) para justificar su detallada confesi¨®n. Casi tres a?os despu¨¦s, ya sentado en el banquillo de los acusados en el juicio y tras reconocer buena parte de los hechos que se le imputaban, dec¨ªa: ¡°Me arrepiento de coraz¨®n de lo que hice, no me entra en la cabeza¡±.

Pero nadie atendi¨® la petici¨®n de su abogado de que se valorase un posible ¡°trastorno disocial de la personalidad¡±. Las m¨¦dicas forenses fueron claras en sus declaraciones y valoraciones, as¨ª como en sus informes m¨¦dicos: ¡°En el momento de los hechos las facultades cognitivas y volitivas del acusado no estaban alteradas, no exist¨ªa ninguna psicopatolog¨ªa, trastorno disocial de la personalidad que le impidiera conocer y distinguir el bien del mal¡±.

Ni tan siquiera valoraron la posibilidad de una toxicoman¨ªa cr¨®nica, puesto que las muestras de su pelo tomadas por los investigadores no evidenciaban consumo alguno de drogas previo. Es decir, que Emilio Ramos Manzanares ha resultado ser un asesino, pero no un ¡°loco¡±.

?frica Fern¨¢ndez Camacho, defendida por el abogado ?ngel G¨®mez San Jos¨¦, ha sido absuelta de todos los cargos (¡°asesinato mediante alevos¨ªa y profanaci¨®n de cad¨¢veres¡±) que le imputaba su propia hermana, Mar¨ªa Luisa Fern¨¢ndez Camacho, ejerciendo con su abogado la acusaci¨®n particular en este caso. Seg¨²n el juez, ¡°su hipot¨¦tico encubrimiento no tendr¨ªa relevancia penal, dada la relaci¨®n sentimental existente entre ella y el autor confeso del crimen, por lo que, de existir, ser¨ªa impune¡±.

Emilio Ramos Manzanares se ha librado de la ¡°prisi¨®n permanente revisable¡± que inicialmente le ped¨ªa el letrado de su excu?ada y de los 14 a?os que solicit¨® la Fiscal¨ªa, y se ha beneficiado ampliamente de dos importantes atenuantes para reducir al m¨¢ximo su condena: la confesi¨®n y la dilaci¨®n indebida.