Un mercado para fichar talento

Joan Llull, mallorqu¨ªn de 32 a?os y hoy profesor ayudante en la facultad de Econ¨®micas de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB), acab¨® su doctorado en 2011 en el Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI), con sede en Madrid. Su religi¨®n le prohib¨ªa quedarse en la instituci¨®n en la que ley¨® la tesis. ¡°Eso no es una opci¨®n. Un sitio no puede quedarse a sus doctorados¡±, dice. ¡°En ese momento solo puede intuirse si vas a ser bueno o malo pero no hay evidencias¡±. As¨ª que decidi¨® salir a buscar trabajo al mercado internacional de economistas.

El Job Market, impulsado en 1995 por el catedr¨¢tico y primer director de Instituci¨® Catalana de Recerca i Estudis Avan?ats (ICREA), Salvador Barber¨¢, es la gran cita europea. Se celebra cada diciembre ¡ªeste a?o del 11 al 13 en Palma de Mallorca¡ª durante el Simposio de la Asociaci¨®n Espa?ola de Econom¨ªa, y emula al veterano ASSA Meetings de EE UU. En ¨¦l se dan cita universidades, pero tambi¨¦n bancos centrales, entidades financieras y consultor¨ªas que buscan un determinado perfil de economista entre los alrededor de cien que se presentan cada a?o. ¡°Todo funciona a trav¨¦s de Econjobmarket, una web donde se registran los candidatos con sus curr¨ªculums y cartas de recomendaci¨®n y donde las instituciones contratantes explican qu¨¦ especialista buscan¡±, explica el catedr¨¢tico Jordi Caball¨¦. Unos y otros especifican a qu¨¦ mercado ir¨¢n y cuadran citas.

Llull concurri¨® al Job Market, al ASSA Meetings y al Royal Society de Londres. ¡°Hice 120 solicitudes a universidades de todo el mundo, tuve 24 entrevistas y pudieron verme presentando mi trabajo. No me quejo¡±, cuenta. ¡°Luego, algunas, aquellas a las que m¨¢s les gust¨¦, me invitaron a fly outs, a pasar con ellos un d¨ªa en el campus: das un seminario, hablas con los profesores...¡±.

Lo que le lleg¨® despu¨¦s fue una lluvia de ofertas. Tuvo diez. Llull se decant¨® por la UAB. ¡°Lo realmente importante es que era un departamento de calidad en la investigaci¨®n que yo hago. No ten¨ªa preferencia por trabajar en Espa?a o en el extranjero, pero sucedi¨®¡±, explica. ¡°Ten¨ªa trabajos fuera por m¨¢s dinero, pero mi mujer es abogada y aqu¨ª pod¨ªa ejercer su profesi¨®n, en otro sitio se hubiese tenido que reciclar¡±.

El problema con el que se encuentran las instituciones espa?olas quieren atraer a los talentos m¨¢s brillantes es el dinero. ¡°El sueldo de un reci¨¦n doctorado en Econom¨ªa en EE UU son 80.000 euros y aqu¨ª 30.000 como m¨¢ximo¡±, explica Caball¨¦. La forma de sortear la ley para poder ofrecer hasta 50.000 es complementarlos con fondos de la UE o de programas como el Severo Ochoa. ¡°No podemos contratar a la megaestrella del Massachusetss Institute of Technology (MIT), pero si hay uno que quiere venir a Espa?a por razones familiares, entonces hay una oportunidad¡±.

Los expertos coinciden en que si se quiere luchar contra la endogamia es necesario flexibilizar los salarios de los campus. ¡°Las universidades deber¨ªan tener una cierta capacidad de reacci¨®n ante las ofertas hechas desde el extranjero¡±, dice Barber¨¢. Y coincide con la reflexi¨®n del consejero catal¨¢n de Econom¨ªa, Andreu Mas-Colell: ¡°ICREA es el ejemplo de que un poco de flexibilidad llega muy lejos. A veces no es cuesti¨®n de doblar el salario, sino de incrementarlo un 5 o 10%¡±.