¡°Estamos tranquilos. Aqu¨ª se distingue entre unos musulmanes de otros¡±
La comunidad isl¨¢mica resalta la tolerancia espa?ola frente al rechazo en Europa
Espa?a constituye una rareza en un contexto europeo en el que la islamofobia avanza a un ritmo que preocupa a gobernantes y muchos gobernados. Al contrario que en el resto de Europa, en Espa?a no hay grandes partidos populistas que se nutran del rechazo al inmigrante y al islam. No hay tampoco movimientos islam¨®fobos como el alem¨¢n Pegida, que ahora amenaza con extenderse a otros pa¨ªses europeos. No ha habido tampoco ataques a mezquitas o centros isl¨¢micos como en Suecia o en Francia. En Espa?a, a pesar de lo que reflejan algunas encuestas ¡ªel 61% de los espa?oles considera el islam una amenaza y el pa¨ªs es l¨ªder en islamofobia, seg¨²n un reciente estudio de la fundaci¨®n Bertelsmann¡ª, la propia comunidad musulmana cree que aqu¨ª la convivencia es relativamente buena. Pero tambi¨¦n advierte del peligro de que la islamofobia europea acabe por contagiarse en Espa?a. El atentado yihadista del mi¨¦rcoles en Par¨ªs ha reavivado los temores de una comunidad que se declara cansada de vivir permanentemente bajo sospecha.
Ali Khalaf regenta una husseiniya (un oratorio y centro cultural chi¨ª) en un garaje del centro de Madrid. Es bagdad¨ª y lleg¨® a Espa?a en los ochenta. All¨ª, entre telas verdes decoradas con motivos dorados y libros sagrados, Khalaf expresa una visi¨®n que repiten otros miembros de la comunidad: ¡°Puede que haya incidentes aislados, pero estamos tranquilos; sabemos que este es un pa¨ªs abierto, que razona y en el que la gente sabe distinguir entre unos musulmanes y otros¡±.
Para Khalaf la clave est¨¢ en la comunicaci¨®n y en el conocimiento mutuo, y por eso pide al Gobierno espa?ol que abra m¨¢s canales de di¨¢logo con los musulmanes; una comunidad que suma m¨¢s de mill¨®n y medio de personas y que tiende al aislamiento. Pide tambi¨¦n a las autoridades espa?olas mano dura contra los que comenten atentados terroristas en nombre del islam. ¡°Esa gentuza son ignorantes. En tres meses los convierten en emires, en pr¨ªncipes. La polic¨ªa espa?ola sabe d¨®nde nacen y d¨®nde crecen. La gente no se da cuenta de que los musulmanes somos los que pagamos el precio m¨¢s alto en v¨ªctimas. En Irak mueren decenas casi cada d¨ªa en atentados yihadistas¡±.
Algo parecido cree Bouziane Ahmed Khodja, estrella televisiva y director del programa de Televisi¨®n Espa?ola Islam hoy. ¡°En Espa?a, en general no hay un rechazo a la poblaci¨®n musulmana. Los espa?oles han tenido que emigrar y entienden lo que significa dejar tu pa¨ªs para buscarse la vida¡±. Pero la experiencia migratoria no vacuna para siempre, advierte Khodja, por cuyo plat¨® desfilan las personalidades m¨¢s variadas de la comunidad musulmana. ¡°Los pol¨ªticos espa?oles deben mirar a Europa, porque si no hacen nada, en el futuro estaremos como est¨¢n ahora ellos¡±.
Cuando habla del futuro, Khodja se refiere a cuando los j¨®venes musulmanes de hoy crezcan y desarrollen una asertividad de la que sus padres, emigrantes inseguros y faltos de autoestima colectiva adolecieron. ¡°[Dentro de unos a?os, los hijos] ser¨¢n m¨¢s activos en la sociedad, formar¨¢n sus partidos pol¨ªticos¡ los pol¨ªticos espa?oles viven solo el presente. No se dan cuenta de que las cosas cambiar¨¢n¡±.
Ra¨²l Gonz¨¢lez, al frente de Musulmanes por la Paz, una asociaci¨®n creada hace un a?o para luchar contra la islamofobia y que pretende sacar el islam de las mezquitas e integrarlo en la vida pol¨ªtica y social espa?ola, pone tambi¨¦n especial ¨¦nfasis en las nuevas generaciones. ¡°Tienen una relaci¨®n con el islam m¨¢s elegida. Son universitarios y se encuentran con que la gente que les rodea les considera terroristas y que lo primero que les preguntan es si est¨¢n de acuerdo con cortar la cabeza a los infieles o si llevan velo porque sus padres les oprimen. Est¨¢n desconcertados y sus l¨ªderes religiosos tampoco les aclaran demasiado m¨¢s all¨¢ de hablarles de los dogmas de fe¡±.
Fatima Tahiri, de 25 a?os, es una de esas j¨®venes criadas en Espa?a, que ahora escribe una tesis doctoral sobre las pr¨¢cticas religiosas de la segunda generaci¨®n de musulmanes. Ella se siente absolutamente ajena al mundo yihadista y le frustra tener que responder por las acciones ¡°de unos asesinos locos que no tienen anda que ver con mi religi¨®n, pero que matan en su nombre¡±. ¡°Solo por ser musulmana, la gente me pregunta en seguida qu¨¦ pienso de Bin Laden. No tiene ning¨²n sentido que me tenga que pasar la vida explic¨¢ndome¡±. A su madre, con velo, la escupieron por la calle. Ella, tambi¨¦n con hiyab, se topa a menudo con la incomprensi¨®n en su propio pa¨ªs. ¡°Cuando voy a un mostrador de la Administraci¨®n y me ven con el pa?uelo, se creen que no hablo espa?ol, o que soy analfabeta. Por lo dem¨¢s, no suelo tener problemas¡±.
La Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a, como las principales asociaciones musulmanas ha expresado ¡°su total condena a los atentados de Par¨ªs¡± en una nota en la que a?ade: ¡°Este terrorismo se ha convertido adem¨¢s en un instrumento generador de islamofobia en manos de todos aquellos que buscan difundir el odio contra el islam y los musulmanes. [¡]Los juicios por el 11-M constituyeron una lecci¨®n de c¨®mo un estado democr¨¢tico puede combatir el terrorismo con eficacia dentro del respeto al marco constitucional y legal y a los principios que la Uni¨®n Europea defiende¡±.
Yusuf Fern¨¢ndez, portavoz de la Comisi¨®n, cree que la brecha entre los musulmanes y el resto de la poblaci¨®n es menor en Espa?a que en otros pa¨ªses europeos pero habla de una islamofobia latente. ¡°Aqu¨ª la gente no quema mezquitas como en Francia o en Suecia, pero hay pueblos donde no nos dejan abrir locales de culto. O donde incluso el alcalde se moviliza para que no nos alquilen locales. Hay islamofobia encubierta de tecnicismos y trabas administrativas.
Los ataques de Par¨ªs, perpetrados en un momento especialmente sensible para los musulmanes de Europa ¡°tendr¨¢n probablemente una repercusi¨®n negativa en Espa?a. Su dimensi¨®n depender¨¢ en parte de c¨®mo act¨²en los medios y los propios l¨ªderes musulmanes¡±, cree Yusuf. Y se?ala que en algunos medios espa?oles se criminaliza a los musulmanes en su conjunto; algo que resultar¨ªa imposible en pa¨ªses como Reino Unido.
A las puertas de una gran mezquita madrile?a, los micr¨®fonos de las radios y las televisiones acudieron ayer a recoger el parecer de los fieles. Resignados, condenaban los brutales cr¨ªmenes cometidos en su nombre, tan inexplicables para ellos como para el resto de los espa?oles.
Prejuicios hacia las mujeres con velo
A pie de calle, la desconfianza y los prejuicios hacia los musulmanes aflora con especial intensidad desde hace tres d¨ªas. En las redes sociales, se multiplican los insultos y los comentarios cr¨ªticos con los que profesan la religi¨®n de Mahoma. #stopislam se convirti¨® en uno de los hashtag m¨¢s populares en Twitter esta semana y en la televisi¨®n, tertulianos que rechazan de plano el islam se explayan sin complejos. "Escuchando a los tertulianos o leyendo los comentarios de los lectores a los art¨ªculos relacionados con cualquier noticia vinculada al islam en los principales peri¨®dicos espa?oles pareciera que en breve fuera a producirse un holocausto musulm¨¢n en Europa", se queja Sirin Adlbi, investigadora postdoctoral del Taller de Estudios Internacionales Mediterr¨¢neos de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
La islamofobia, seg¨²n Adlbi, afecta sobre todo a las mujeres. "Ser musulmana, ser mujer y vivir en Espa?a o Europa, adem¨¢s de decidir llevar hiyab es sin¨®nimo de sufrir cierta discriminaci¨®n y sentir c¨®mo el d¨ªa a d¨ªa se encuentra marcado por un ambiente hostil y de rechazo". Y aunque est¨¢ de acuerdo en que la situaci¨®n en Espa?a no es ni mucho menos tan grave como en los pa¨ªses europeos en los que la brecha entre el ellos y el nosotros no deja de crecer, s¨ª cree que en Espa?a "existe el peligro de que esto se agudice, especialmente a la luz de los sucesos actuales".
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