¡°Tem¨ªa que me envenenaran¡±
Un activista espa?ol, preso 17 d¨ªas en Guinea Ecuatorial por oponerse a la Copa de ?frica Celestino Nvo?-Okenve repart¨ªa folletos contra la competici¨®n cuando le detuvo la polic¨ªa
El buen ¨¢nimo de Celestino Nvo-Okenve, 64 a?os, resiste pese a los 17 d¨ªas que pas¨® detenido en una comisar¨ªa de Bata (Guinea Ecuatorial). A pesar de su aislamiento en un barrac¨®n "insalubre", a?ade, que limpi¨® ¨¦l mismo con los trapos que encontr¨® y aunque no "no le daban comida" y su familia ten¨ªa que ir a diario con alimentos. "Tambi¨¦n trajeron s¨¢banas y logr¨¦ adecentar aquello un poco", afirma el activista espa?ol, antes de recordar con detalle ese 14 de enero en el que le arrestaron por repartir octavillas en su pa¨ªs natal contra la celebraci¨®n de la Copa de ?frica. A las seis de la tarde, le rode¨® una decena de agentes. "Repet¨ªan que no pod¨ªa darlas porque [el presidente] Obiang apoyaba el evento deportivo. Me dec¨ªan que la palabra del dictador va a misa", sentencia al otro lado del tel¨¦fono. Est¨¢ en libertad desde el pasado viernes, cuando le dejaron salir sin presentar cargos contra ¨¦l.
La detenci¨®n de este opositor al Gobierno ecuatoguineano, que ejerci¨® 24 a?os como profesor en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y que regres¨® a su pa¨ªs natal hace un a?o para "empujar" la lucha por la democracia, provoc¨® una rotunda reacci¨®n internacional. Un grupo de ONG ¡ªcomo Amnist¨ªa Internacional, Open Society y la APDHE¡ª exigieron su liberaci¨®n. Tambi¨¦n el Departamento de Estado de EE UU emiti¨® un comunicado: "Guinea Ecuatorial debe respetar el derecho a la libertad de expresi¨®n de todos sus ciudadanos". "La presi¨®n ha sido determinante. Al poco de empezar a movernos, lo soltaron", relatan en los colectivos sociales.
"S¨¦ que otros pa¨ªses, como Francia y Espa?a, se interesaron por la detenci¨®n e hicieron algo", a?ade Nvo-Okenve, que ha decidido permanecer en Bata con parte de su familia: hermanos y sobrinos. Cuatro de sus seis hijos viven en Madrid; otros dos en Berl¨ªn y Jamaica. "Ha sido muy duro y seguimos temerosos", cuenta Pilar, una de sus descendientes.
Guinea Ecuatorial acoge desde enero la Copa de ?frica de f¨²tbol. Una apuesta de Teodoro Obiang para mejorar la imagen del pa¨ªs y que cuenta con el absoluto rechazo de la oposici¨®n, que denuncia la decisi¨®n unilateral del dictador de gastar una gran cantidad de dinero cuando existen otras prioridades. "A m¨ª me arrestaron para quitarme de en medio hasta que terminase", remacha el profesor universitario.
Nvo-Okenve naci¨® en 1950 en la entonces colonia espa?ola. Aterriz¨® en Madrid para estudiar en la universidad en 1968, poco antes de que el dictador Francisco Mac¨ªas acordara con el Gobierno de Franco la independencia. "Cuando quise volver en esos a?os, me encontr¨¦ con el primer dictador. Despu¨¦s estuve en los ochenta y me detuvieron", relata el sexagenario, que incide en c¨®mo consigui¨® ¡°armarse de valor¡± hace unos meses para regresar tras su "exilio moral".
Tras dos semanas me dijeron que no ve¨ªan motivos para retenerme
Al opositor, miembro del partido Uni¨®n Popular, lo arrestaron junto a Antonio Nguema, que era un exalumno suyo que pasaba por all¨ª y le reconoci¨®. "No ten¨ªa nada que ver con el reparto", destaca Nvo-Okenve, que subraya c¨®mo un par de d¨ªas despu¨¦s detuvieron a un taxista, Miguel Mbomio, al que encontraron una de las octavillas en su veh¨ªculo.
Al activista espa?ol nunca, insiste, le tomaron declaraci¨®n. "Antes de aislarme, me pusieron en un barrac¨®n con delincuentes comunes. Hab¨ªa unas 50 personas en unos 70 metros cuadrados", recalca. "Durante el arresto, estaba preocupado sobre todo porque dejaran pasar a mis familiares a darme la comida. Que no fueran los agentes quienes la cogieran y me la trajeran. Tem¨ªa que me envenenaran. No ser¨ªa la primera vez que ocurre", sentencia el activista, al que soltaron con esta "¨²nica" explicaci¨®n: "Tras 17 d¨ªas me dijeron que no ve¨ªan motivos para que estuviera all¨ª".
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