Galgos y mastines
Las encuestas electorales han devenido en una poderosa arma para crear realidad
En un a?o con citas electorales en cadena, cada nueva encuesta es motivo de concienzudos an¨¢lisis que tratan de desvelar por d¨®nde respira el desconcierto pol¨ªtico espa?ol. Aunque a¨²n es pronto para saber hasta qu¨¦ punto son buen reflejo de lo que vaya a pasar a la hora de la verdad, lo cierto es que presentan un escenario in¨¦dito marcado por el fin del bipartidismo. Responsable es, desde luego, la fulgurante ascensi¨®n de Podemos y la t¨ªmida, pero no por ello menos relevante, aparici¨®n de Ciudadanos. Vieja contra nueva pol¨ªtica. Porque una de las cosas indudables es la sensaci¨®n de que existe un claro impulso de cambio, y que el cabreo acumulado por grandes sectores de la ciudadan¨ªa puede encontrar una traducci¨®n electoral inmediata.?
El PSOE ignora c¨®mo combatir a Podemos, que muestra gran eficacia para pescar en todos los caladeros
Las encuestas son instrumentos que sirven para reflejar el estado de la opini¨®n, pero ahora han devenido en una poderosa arma para crear realidad. A estas alturas importa poco que sean m¨¢s expresivas que predictivas. Todos los partidos est¨¢n actuando a partir de los datos que ofrecen para confeccionar sus estrategias en lo que promete ser una campa?a electoral eterna, agotadora y no apta para cardiacos. Los nervios afloran entre algunas fuerzas pol¨ªticas, siendo aqu¨ª IU el partido m¨¢s afectado y el que tiene m¨¢s posibilidades de llegar exhausto y deshilvanado a la meta final, las elecciones generales. UPyD tampoco las tiene todas consigo si prosigue el ascenso de Ciudadanos.
Pero donde m¨¢s se percibe la soledad del corredor de fondo es en el PSOE, que no sabe bien c¨®mo sacudirse la perplejidad que le embarga. En parte, porque ignora c¨®mo combatir a Podemos, que muestra una extraordinaria eficacia para pescar en todos los caladeros y en hacer un uso ¨®ptimo de las innovaciones de marketing pol¨ªtico que ofrecen las nuevas tecnolog¨ªas. En eso hay tambi¨¦n una diferencia n¨ªtida entre los nuevos y los viejos. En el dif¨ªcil arte de gestionar la atenci¨®n, un pu?ado de hashtags ingeniosos y una fulgurante aparici¨®n televisiva sirven m¨¢s para engordar los enjambres de la Red y para marcar la agenda que cientos de intervenciones ¡°convencionales¡±.
Se dice que Podemos tiene su punto d¨¦bil en que no concreta su programa, que es percibido todav¨ªa como ubicado demasiado a la izquierda, o que su argumentario ir¨¢ perdiendo frescura y eficacia con el paso del tiempo. En fin, que es m¨¢s galgo que mast¨ªn y, como dice el refr¨¢n, si el camino es largo, m¨¢s corre el mast¨ªn que el galgo. Puede ser, pero lo cierto es que aqu¨ª s¨®lo hay un mast¨ªn, el PP, encantado de que otros persigan al galgo mientras ¨¦l va manteniendo su trote tirando por el camino de la recuperaci¨®n econ¨®mica.
La carrera acaba de empezar y s¨®lo llegar¨¢n bien a la meta quienes controlen el temblor de piernas
Todas las miradas se vuelven de nuevo hacia el PSOE, que no sabe a cu¨¢l de ellos perseguir cuando lo que deber¨ªa de hacer es fijarse su propio rumbo, librarse del p¨¢nico a la pasokizaci¨®n o a verse reducido a partido bisagra, y apostar al fin por se?as de identidad propias. Todo menos dejar traslucir su miedo y desconcierto. La carrera acaba de empezar y s¨®lo llegar¨¢n bien a la meta quienes controlen el temblor de piernas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.