El fiscal exige el dinero de las tarjetas ¡®black¡¯ de Caja Madrid
Anticorrupci¨®n reclama fianzas para los consejeros que cargaron gastos personales Los imputados echan la culpa a Blesa
El fiscal quiere que el dinero de las tarjetas opacas de Caja Madrid vuelva al contribuyente. El ministerio p¨²blico reclam¨® este lunes al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que fije fianzas de responsabilidad civil para seis de los diez consejeros de la entidad que declararon como imputados por el uso de las tarjetas de la entidad, a las que se cargaron 15,5 millones de euros para gastos personales entre 2003 y 2012. Los consejeros lanzaron versiones contradictorias sobre este asunto ante el juez Andreu. El magistrado tiene previsto interrogar hasta el pr¨®ximo mi¨¦rcoles a los 27 miembros del Consejo de Administraci¨®n de la entidad que participaron ¡ªy supuestamente propiciaron¡ª el fest¨ªn de gastos irregulares, propuestos por casi todos los partidos, sindicatos y organizaciones patronales. Este lunes prestaron declaraci¨®n los diez primeros, imputados por apropiaci¨®n indebida y administraci¨®n desleal.
Desde el principio surgieron las versiones discrepantes. La diferencia fundamental reside en la naturaleza de los gastos cargados a las tarjetas. La mayor¨ªa de los imputados sostuvieron que se trataba, en sentido m¨¢s o menos amplio, de gastos de representaci¨®n vinculados a su cargo dentro de la caja madrile?a. Sin embargo, Jos¨¦ Antonio Moral Sant¨ªn, ex vicepresidente de la caja a propuesta de IU, y quiz¨¢ el consejero m¨¢s relevante de cuantos declararon este lunes, ofreci¨® una versi¨®n distinta. Moral Sant¨ªn afirm¨® que los 456.000 euros que gast¨® con la tarjeta black ¡ªde los cuales 366.350 euros corresponden a 695 extracciones en efectivo en cajeros¡ª formaban parte de su ¡°paquete retributivo¡±. Es decir, de su salario como consejero.
Moral Sant¨ªn no solo contradijo a sus compa?eros de consejo, sino que tambi¨¦n se matiz¨® a s¨ª mismo en varias ocasiones. El magistrado le pregunto c¨®mo era posible que si las tarjetas opacas al fisco eran parte de su sueldo no agotara el saldo mensual y anual que se le hab¨ªa fijado. El ex consejero se?al¨® entonces que las tarjetas, y sobre todo las disposiciones de efectivo, eran tambi¨¦n para gastos de representaci¨®n, entre los que cit¨® las reparaciones de su veh¨ªculo, que utilizaba para acudir a reuniones en nombre de la entidad tanto en Madrid como fuera de la capital. El magistrado Andreu, en un momento del interrogatorio, le reproch¨® que su versi¨®n era un ¡°batiburrillo¡±, seg¨²n varios abogados presentes en la sesi¨®n.
Tambi¨¦n surgieron discrepancias sobre la posibilidad de sacar dinero en efectivo en los cajeros. Solo Moral Sant¨ªn ¡ªvistos sus saldos era balad¨ª negarlo¡ª reconoci¨® disponer de un n¨²mero PIN para operar en distribuidores autom¨¢ticos. El resto neg¨® tener una clave para extraer dinero. ¡°Ni me lo indicaron, ni pregunt¨¦, ni lo intent¨¦ [sacar dinero del cajero]¡±, respondi¨® el exconsejero Rodolfo Benito, propuesto por CC OO, a preguntas del juez Andreu.
S¨ª hubo un aspecto en el que coincidieron todos los imputados: en se?alar al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa como el directivo que, tras desembarcar en la entidad en 1996 de la mano del expresidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, convirti¨® las tarjetas en un agujero negro de gastos personales incontrolados. Muchos consejeros recibieron la tarjeta visa en ¨¦poca de Jaime Terceiro, el antecesor de Blesa al frente de la entidad. Fue el entonces secretario del consejo, ?ngel Montero, quien les hizo entrega del medio de pago, con un l¨ªmite de 600 euros mensuales y la advertencia de que la usaran con ¡°prudencia¡±.
Tras la llegada de Blesa y su mano derecha en el consejo, Enrique de la Torre, el concepto cambia. Los interrogados ayer aseguraron que les dijeron que las tarjetas eran para gastos personales, con el l¨ªmite anual y mensual fijado en cada tarjeta, y que oscilaba en funci¨®n del cargo y la dedicaci¨®n de cada consejero, y de la confianza ¡ªo la necesidad de asegurarse su voto¡ª que Blesa tuviera depositada en ellos.
Quien m¨¢s claramente expuso esta situaci¨®n fue Pedro Bedia, consejero por CC OO. ¡°Las tarjetas eran para gastos personales, de hecho me llegaron a exhortar a que la usara m¨¢s y me llamaron varias veces para decirme que la estaba usando poco¡±. Entre enero de 2003 y diciembre de 2011, Bedia carg¨® a la tarjeta un total de 77.082 euros, la mayor parte de los cuales corresponden a restaurantes de lujo, aunque tambi¨¦n hay gastos en grandes almacenes, gasolineras e incluso recargas de tel¨¦fono m¨®vil.
El fiscal anticorrupci¨®n Alejandro Luz¨®n pidi¨® para seis de los diez imputados una fianza civil que cubra la cantidad que gastaron con la tarjeta opaca. El representante del ministerio p¨²blico solo eximi¨® de depositar esta garant¨ªa a los sindicalistas de CCOO Rodolfo Benito y Juan Jos¨¦ Azcona; al representante de los impositores Guillermo Marcos y al antiguo representante de UGT en la caja Gonzalo Mart¨ªn Pascual. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, estos cuatro exconsejeros han logrado justificar como gastos de representaci¨®n los cargos que figuran en sus tarjetas black.
Sobre el resto, el fiscal aprecia que cometieron un supuesto delito de administraci¨®n desleal al permitir, desde su puesto en el Consejo de Administraci¨®n de la entidad, la puesta en marcha del sistema de tarjetas opacas al fisco.
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