Sanidad ampl¨ªa los pacientes que se tratar¨¢n con los f¨¢rmacos antihepatitis

Ni los m¨¦dicos ni mucho menos las asociaciones de pacientes esperaban que el Plan estrat¨¦gico para el abordaje de la hepatitis C les diera una alegr¨ªa. Por eso este viernes la palabra ¡°extraordinario¡± se ha repetido a la salida de las distintas reuniones en las que el Ministerio de Sanidad les expuso una versi¨®n preliminar.

El plan ¡°va mucho m¨¢s all¨¢¡± de los criterios de acceso a los nuevos f¨¢rmacos que manejaba Sanidad hasta ahora, explic¨® a EL PA?S Jaume Bosch, presidente de los hepat¨®logos de la AEEH. De tratar con los antivirales de ¨²ltima generaci¨®n ¨²nicamente a los pacientes m¨¢s graves (con cirrosis en riesgo de descompensaci¨®n, en lista de espera de trasplante y trasplantados), se pasa ahora a incluir a los leves. Y sin priorizar en funci¨®n de la gravedad.

La nueva estrategia, que han elaborado una decena de expertos desginados por el Gobierno, prev¨¦ tratar a pacientes F2, F3 y F4 inmediatamente. La F significa fibrosis, y mide la degeneraci¨®n del h¨ªgado causada por el virus. El ¨²ltimo estad¨ªo es el 4, y equivale a cirrosis. En el 3 se habla de pre-cirrosis y el 2 significa que hay riesgo de que un paciente progrese hacia la cirrosis a lo largo de los a?os. Los hepat¨®logos celebran la inclusi¨®n de estos ¨²ltimos pacientes: ¡°El mayor beneficio para el pa¨ªs est¨¢ en evitar complicaciones futuras. Para que el plan sea eficaz, cuanto m¨¢s precoz, mejor¡±, dice Bosch. El plan supera en ambici¨®n al de Suiza, por ejemplo, donde solo se tratan los F3 y F4. ¡°Y es un pa¨ªs rico¡±, a?ade el hepat¨®logo.

Los cient¨ªficos han fijado los criterios, pero ahora es el turno de los gestores pol¨ªticos. Sanidad prev¨¦ llevar el plan a un consejo interterritorial que se celebrar¨¢ la semana que viene y donde las comunidades aut¨®nomas tendr¨¢n que aprobarlo y comprometerse a aplicarlo. Son ellas las que tienen las competencias en sanidad y las que sufragan los f¨¢rmacos. Por el momento la posibilidad de crear un fondo espec¨ªfico para los medicamentos de la hepatitis C est¨¢ descartada, as¨ª que los tratamientos los pagar¨¢n las arcas regionales.

A Sanidad le preocupan los retrasos burocr¨¢ticos; de ah¨ª que el plan establezca un plazo m¨¢ximo de tres semanas entre la prescripci¨®n de los f¨¢rmacos y el momento en el que el paciente empiece a tomarlos. Hay casos, como el de Naiara Fern¨¢ndez, de 21 a?os, en los que la regi¨®n (en este caso, Madrid) tard¨® casi un a?o en autorizar la medicaci¨®n desde que el m¨¦dico la indic¨®. A Naiara se la dieron solo d¨ªas despu¨¦s de que su caso apareciera en medios de comunicaci¨®n, entre ellos EL PA?S. Este tiempo m¨¢ximo de tres semanas tendr¨¢ que negociarse con las comunidades aut¨®nomas. ¡°Haremos seguimiento para ver si realmente se aplica¡±, avisa Bosch.

Buscar la infecci¨®n silente

Los expertos tienen claro que para conocer la situaci¨®n real de la enfermedad en Espa?a no solo hay que contabilizar a los enfermos ya diagnosticados; tambi¨¦n hay que buscar a los que no saben que est¨¢n infectados antes de que el virus les da?e el h¨ªgado y les convierta en enfermos en el futuro. El plan estrat¨¦gico prev¨¦ un programa de cribado, tal y como adelant¨® EL PA?S. A¨²n est¨¢ por desarrollar, pero se estudia analizar a la poblaci¨®n nacida antes de 1980, a los usuarios de drogas intravenosas, los que se sometieron a transfusiones de sangre antes de 1990, y otros grupos de riesgo.

Tratar tambi¨¦n a los m¨¢s leves

Los hepat¨®logos est¨¢n especialmente satisfechos con la posibilidad que da el plan de que, en funci¨®n del criterio m¨¦dico, tambi¨¦n los pacientes F0 y F1, es decir, sin apenas da?o hep¨¢tico, puedan recibir los nuevos antivirales. Ser¨ªa en casos muy particulares, como el de mujeres en edad f¨¦rtil que quieran quedarse embarazadas, para evitar la infecci¨®n a sus hijos (la transmisi¨®n por esta v¨ªa es poco frecuente, menos de un 5% de casos). Se contemplar¨ªa tambi¨¦n en caso de coinfecci¨®n (con VIH por ejemplo) o si a la hepatitis C se suma alguna otra enfermedad. Tambi¨¦n est¨¢ previsto tratar a los trasplantados de otros ¨®rganos que no sean el h¨ªgado (m¨¦dula, por ejemplo) porque la inmunosupresi¨®n la enfermedad progresa m¨¢s r¨¢pido.

Sorpresa

Nadie esperaba que Sanidad diera luz verde a estos criterios. ¡°Ha sido una sorpresa grat¨ªsima. Esper¨¢bamos una propuesta mucho m¨¢s restrictiva¡±, asegura Bosch. ¡°Extraordinario. Yo no lo hubiera hecho mejor. Propone tratamientos para todos, sin limitaciones. La ¨²nica limitaci¨®n ser¨¢ la capacidad de los 550 hepat¨®logos que hay en Espa?a para ver pacientes¡±, asegur¨® Antonio Bernal, presidente de la Federaci¨®n Nacional de Enfermos y Trasplantados de H¨ªgado (FNETH).

?M¨¢s de 100.000?

El Ministerio de Sanidad present¨® el plan a sociedades cient¨ªficas y afectados, pero no les entreg¨® un solo papel ni dio cifras de estimaci¨®n de potenciales beneficiarios de los nuevos criterios. Sin embargo, el presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, Mario Cort¨¦s, asegur¨® que el comit¨¦ de expertos estima que podr¨ªa haber unas 200.000 personas infectadas y que un 54% de ellas estar¨ªa entre los grados de fibrosis 2 y 4, lo que equivaldr¨ªa a que 100.000 enfermos recibir¨¢n el tratamiento en los pr¨®ximos meses. Sanidad, que no inform¨® a la prensa sobre el plan, emiti¨® a ¨²ltima hora de la tarde un comunicado para decir que esa cifra ¡°carece de rigor¡±. No facilit¨® otra.

Bosch resta importancia a las cifras: ¡°Es dif¨ªcil obtener estad¨ªsticas fiables porque las muestras son peque?as y no se pueden extrapolar. Lo importante es el compromiso de que se va a tratar a todo aquel que lo necesite. Esa es la garant¨ªa que ped¨ªamos¡±, se?ala. ¡°Para tener datos objetivos se necesita un registro nacional¡±, a?ade, y precisa que los enfermos en F2 son un colectivo ¡°muy grande¡±. El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, adelant¨® que el plan ¡°ampl¨ªa significativamente¡± el n¨²mero de pacientes que ser¨¢n tratados con los f¨¢rmacos de ¨²ltima generaci¨®n. ¡°Todav¨ªa no es momento de concretar cifras¡±, a?adi¨®. La ¨²ltima vez que su departamento habl¨® de n¨²meros, a finales de a?o, mencion¨® un m¨¢ximo de 7.000 pacientes. El cambio de criterio es evidente.