De profesi¨®n, doula
Paca Mun?oz, que ha acompan?ado a 200 embarazadas, explica en qu¨¦ consiste su trabajo tras el duro informe de las enfermeras
Tras un par de horas de entrevista en su casa, da la hora de comer. Paca Mu?oz, doula desde hace seis a?os, ofrece amablemente:
¡ª ?Te preparo un revuelto?
¡ª ??De placenta...?!
El chiste facil¨®n flota un segundo en la bonita cocina del piso madrile?o de la doula. Y entonces Paca suelta una sincera carcajada. ¡°?Justo tengo aqu¨ª un poco!¡±, bromea haciendo adem¨¢n de abrir la nevera.
¡°No ponemos ni el
El humor puede con ¡°la tristeza¡± que sinti¨® tras la presentaci¨®n el lunes de un duro informe del Consejo General de Enfermer¨ªaque denuncia el peligroso intrusismo de las doulas (asistentes sin titulaci¨®n oficial que proporciona apoyo f¨ªsico y emocional a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto). Las acusan de ofrecer, sin formaci¨®n sanitaria, servicios propios de matronas. Adem¨¢s, en la rueda de prensa los portavoces de las enfermeras sacaron casquer¨ªa que no aparece en el informe asegurando que las doulas practican ¡°ritos sectarios¡± como quemar el cord¨®n umbilical con una vela y ¡°fomentan el canibalismo¡± al forzar a las mujeres a comerse su placenta.
¡°?Forzar? Nunca¡±, responde Paca, licenciada en Psicolog¨ªa, que ha ¡°acompa?ado¡± a unas 200 mujeres en sus partos (la mayor¨ªa domiciliarios y siempre asistidos por una matrona). ¡°Una doula no da consejos; lo que hacemos es escuchar qu¨¦ necesita la madre¡±. Lo de quemar el cord¨®n lo ha visto solo en un v¨ªdeo de YouTube. Sin embargo, un 40 % de las madres que ha apoyado s¨ª que le pidieron comerse la placenta. Ella no lo propone, pero se la prepara si la piden. ¡°Un trocito as¨ª¡±, explica pellizc¨¢ndose la punta del me?ique, ¡°dentro de un batido de frutas¡±. Lo cuenta sin florituras. ¡°Yo entiendo que es muy fuerte¡±, sonr¨ªe. No se esfuerza demasiado en justificarlo (¡°un m¨¦dico en Canarias est¨¢ investigando los beneficios, pero a¨²n no hay nada concluyente...¡±). No habla de culturas ancestrales, diosas, ni la madre tierra. No suelta un rollo. Comprende que su interlocutor lo vea muy raro y no intenta convencerle.
Todas las doulas consultadas a ra¨ªz del informe repiten el mismo mantra: ¡°Efectivamente, no somos profesionales sanitarias. Por ello no hacemos diagn¨®sticos, no proponemos tratamientos, no hacemos tactos, ni exploraciones, no asistimos partos solas. No tomamos la tensi¨®n ni ponemos el term¨®metro¡±, dice Paca. Que no son sanitarias es el segundo punto del c¨®digo ¨¦tico de la Asociaci¨®n Espa?ola de Doulas. ¡°Algunas se extralimitan, pero no es lo normal¡±.
¡°En el informe que ha salido las mujeres parecemos tontas¡±, opina una madre
?Entonces qu¨¦ hace una doula? Paca saca una lista en Word con una veintena de puntos. Van desde ¡°informar objetivamente¡± y ¡°comunicar desde el respeto¡±, a ¡°mirar a los ojos¡± y ¡°dar la mano¡±. Las matronas piensan sin embargo que el oficio de doula en s¨ª cruza una l¨ªnea. ¡°?Qu¨¦ es ¡®informar objetivamente¡¯?¡±, se pregunta Isabel Salgado, del Colegio de Enfermeras de Barcelona. ¡°Los consejos de salud son un acto sanitario, no los deber¨ªa dar cualquiera... Por ejemplo, si ayudan a la mujer a escoger hospital, ?c¨®mo sabes qu¨¦ intereses pueden tener?¡±.
¡°Yo me agobio mucho, necesitaba un acompa?amiento emocional¡±, explica Ana, nombre ficticio de una profesora de instituto de 37 a?os que pari¨® con Paca en el Hospital de Torrej¨®n (Madrid) conocido por su programa de parto respetado. ¡°Ella nos pas¨® el protocolo de todos los hospitales y nosotros elegimos el que m¨¢s nos gust¨®. Adem¨¢s, Paca nos cont¨® que all¨ª pon¨ªan alfombra roja a las doulas¡±, explica (este peri¨®dico ha intentado sin ¨¦xito hablar con alguna matrona de dicho hospital a trav¨¦s de su departamento de prensa). ¡°En el parto, la doula nunca se pronunci¨®, ni cuando me lo programaron, ni cuando ped¨ª epidural... El ginec¨®logo y las matronas decid¨ªan, mientras Paca respiraba conmigo... En ese informe que ha salido parece que las mujeres somos tontas y no sabemos tomar nuestras propias decisiones¡±, opina.
Como muchas doulas ¡ªdel griego ¡°sirvienta de la mujer¡±¡ª, Paca decidi¨® dar un giro a su vida tras quedarse embarazada. ¡°Ten¨ªa un trabajo muy estresante en el campo de la prevenci¨®n social, as¨ª que lo dej¨¦¡±. Con tiempo entre las manos, empez¨® con un curso de musicoterapia y acab¨® pariendo en una ba?era. ¡°Esta no puede ser la ¨²nica vez¡±, pens¨®. Tres a?os criando y ¡°todas las reuniones de la Liga de la Leche despu¨¦s¡±, vio que las otras madres se apoyaban en ella. En la feria Biocultura se top¨® con la charla de una doula. ¡°Cierra los ojos y piensa en un bosque¡±, dice de pronto esta sevillana de 45 a?os y alborotados rizos entrecanos, cerrando efectivamente los ojos. ¡°Nunca has entrado en el bosque, pero hay alguien que lo conoce bien, y est¨¢ a tu lado¡±. As¨ª arranc¨® aquella charla la doula Ileana Rota: ¡°Cuando termin¨® fui directa a preguntarle, ¡®?D¨®nde hay que pagar para dedicarse a esto?¡±.
En la academia de yoga y otras actividades Nagual. Unos 2.000 euros por un curso de 10 fines de semana durante un a?o. Ahora Paca imparte clase all¨ª junto a matronas, fisioterapeutas, nutricionistas y ginec¨®logos. Hace unos tres acompa?amientos al mes por los que cobra entre 500 y 800 euros (de cuatro a seis semanas de apoyo o m¨¢s). Antes del parto, tranquiliza, pasea o atiende las llamadas de la embarazada. ?Y despu¨¦s del parto? ¡°Suelo acabar limpi¨¢ndoles la cocina...¡±, se r¨ªe Paca. ¡°Y luego hago t¨¦ y me siento a charlar con ellas, ?c¨®mo lo llevas?, ?qu¨¦ necesitas?¡±. Tras pagar aut¨®nomos le queda un sueldo ¡°algo m¨¢s que de mileurista¡±.
¡°Nunca he sentido tensi¨®n con las matronas con las que he trabajado¡±, dice con su voz pausada. Sin embargo, es f¨¢cil imaginar la delicada diplomacia que flota en un paritorio con madre, pareja, ginec¨®logo, matronas, auxiliares y, de guinda, una doula, ?mordi¨¦ndose la lengua? ¡°No mujer... Acompa?ar es un ejercicio de empat¨ªa y humildad¡±, dice Paca. La doula en el paritorio es como un ninja: ¡°Una presencia silenciosa, sin opiniones, qu¨¦ respira con la madre, le toca un brazo...¡±. Paca posa una mano sobre el brazo de su interlocutora y ladea la cabeza. Vale. Pero, Paca, en serio, los paritorios no son todo armon¨ªa, a veces las mujeres quieren cosas que no quiere el personal sanitario... ¡°Yo no entro en ah¨ª, pero valido a la madre en su negociaci¨®n¡±, responde. Un ejemplo: mujer con ces¨¢rea y gemelos reci¨¦n nacidos que quiere el alta voluntaria porque le han separado de los beb¨¦s. ¡°Ve t¨² a hablar con las enfermeras¡±, le pidi¨® a Paca. ¡°Pero yo no puedo interferir as¨ª en una decisi¨®n m¨¦dica, ni tampoco intermediar entre matrona y paciente¡±, dice la doula. ¡°As¨ª que le puse el llamador en la mano y le dije: ¡®Eres fuerte. Estoy contigo. No est¨¢s loca. Di lo que piensas¡±.
¡°Hay casos de malas pr¨¢cticas¡±
¡°Falsas matronas¡± que atienden partos solas o dicen que no hagas caso del m¨¦dico. El informe del Consejo General de Enfermer¨ªa sobre las 547 doulas que ejercen en Espa?a ha hecho saltar las alarmas. ¡°Todo lo que es competencia de la comadrona, la doula no lo puede hacer, pero es cierto que algunas cruzan la l¨ªnea¡±, admite Clara Verg¨¦s de la asociaci¨®n catalana Mares Doules. Por ello, muchas doulas piden que se regule su oficio y su formaci¨®n. ¡°Hemos tenido casos de intrusismo y malas pr¨¢cticas en la asociaci¨®n y las hemos expulsado; nuestro trabajo es acompa?ar y nada m¨¢s¡±.
¡°Incluso el acompa?amiento lo deber¨ªa hacer la matrona¡±, opina Isabel Salgado del Colegio de Enfermeras de Barcelona. En la pr¨¢ctica las parturientas pasan horas solas en los hospitales. ¡°Habr¨ªa que reflexionar entonces sobre el tiempo que las matronas tienen para estar con las madres, porque es terrible que ellas tengan que pagarse una compa?¨ªa¡±. El ¡°rifirrafe¡± tiene adem¨¢s un componente econ¨®mico, seg¨²n Salgado: ¡°Hay matronas que ofrecen atenci¨®n domiciliaria y s¨ª est¨¢n preparadas para ello¡±. Estos servicios salen por entre 40 y 60 euros la hora.
La proliferaci¨®n de doulas se debe, seg¨²n Ibone Olza, psiquiatra perinatal, ¡°al vac¨ªo que hay en la atenci¨®n al embarazo y a la falta de pol¨ªticas sociales que ayuden a la maternidad¡±. ¡°La doula viene a cubrir un vac¨ªo causado por la falta de red social para las madres y la medicalizaci¨®n creciente del embarazo y parto, as¨ª como la escasa o nula atenci¨®n a la salud mental en el proceso¡±.
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