Andaluc¨ªa pone a prueba el nuevo reparto del poder entre los partidos

De todas las inc¨®gnitas que se despejar¨¢n en las elecciones andaluzas del 22 de marzo, la principal es sist¨¦mica. Casi existencial. Compiten lo viejo y lo nuevo, certezas e incertidumbre, siglas y palabras. En definitiva, PSOE, PP e IU entran en liza con Podemos y Ciudadanos, los nuevos actores del escenario pol¨ªtico. Los comicios andaluces, cuya campa?a electoral empieza esta noche, ser¨¢n el primer test para verificar el movimiento tect¨®nico que experimenta un esquema de partidos que parec¨ªa inamovible. En la comunidad m¨¢s poblada de Espa?a ¡ªest¨¢n llamados a las urnas 6,5 millones de electores¡ª, se medir¨¢ el empuje de dos formaciones emergentes que quieren romper las costuras del sistema de partidos tras haber catalizado el malestar por la crisis y la corrupci¨®n. O, visto de otra manera, se medir¨¢ la resistencia de las formaciones que han dado estabilidad al sistema pol¨ªtico y han representado, durante lustros, a una amplia mayor¨ªa de la sociedad.

La cuesti¨®n ahora es hasta d¨®nde llegar¨¢ el zarpazo de los reci¨¦n llegados, pero zarpazo habr¨¢. Podemos, pese a renegar de la dicotom¨ªa izquierda-derecha, ha ganado terreno en el electorado progresista hasta poner contra las cuerdas a PSOE e IU. Y Ciudadanos, a la chita callando, ha entrado a saco en el caladero del PP, que ve con temor c¨®mo por primera vez le surge un rival serio en el espectro del centro-derecha.

Pocos ponen en cuesti¨®n que la presidenta de la Junta, la socialista Susana D¨ªaz, ser¨¢ la ganadora de unos comicios que abren un a?o pol¨ªtico trepidante. La clave es qu¨¦ victoria lograr¨¢ D¨ªaz, que se ha echado el PSOE a la espalda para recuperar la mayor¨ªa social en Andaluc¨ªa. La candidata quiere la mayor¨ªa absoluta para evitar hipotecas... o quedarse muy cerca. Su objetivo es lograr un Gobierno fuerte y estable que busque ¡°la unidad en Andaluc¨ªa y dedicado a la creaci¨®n de empleo¡±.

Las encuestas, incluida la del CIS de este jueves, dibujan, sin embargo, un escenario complicado para la gobernabilidad. En todos los sondeos, el PSOE se queda lejos de la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento aut¨®nomo, que se logra con 55 diputados. La aritm¨¦tica obligar¨ªa a D¨ªaz a pactar con una o m¨¢s fuerzas para garantizar un Ejecutivo estable y no estar sometida a sobresaltos diarios en caso de que gobernase en minor¨ªa con pactos puntuales con otras fuerzas. D¨ªaz no se aliar¨¢ ni con Podemos ni con el PP, por lo que la salida ser¨ªa reeditar un acuerdo con IU, todav¨ªa dolida por la ruptura del anterior Gobierno de coalici¨®n, o con Ciudadanos. O pactar con los dos.

Una victoria contundente en Andaluc¨ªa ser¨ªa capital para el PSOE. Pero tambi¨¦n har¨ªa que todos los ojos se volviesen hacia D¨ªaz en caso de que los resultados socialistas fuesen malos en las citas electorales venideras.

El PP andaluz, castigado por las crisis internas de liderazgo, quiere evitar el desastre y el sue?o de repetir la victoria de 2012 es eso, un sue?o. El candidato del PP, Juan Manuel Moreno, recibir¨¢ el apoyo incondicional del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no solo quiere evitar el hundimiento el 22-M, sino que ya piensa en lo que pueda pasar en las elecciones generales en Andaluc¨ªa. A corto plazo, Moreno se encomienda al voto oculto, apela al voto ¨²til y se presenta como ¡°el ¨²nico cambio posible¡±.

Para IU, una vez m¨¢s, las elecciones se plantean como una cuesti¨®n de supervivencia, atenazada por el dilema de converger con Podemos o mantener su identidad. Ante la cita con las urnas, IU pretende que ¡°la izquierda d¨¦ un nuevo grito en defensa de la autonom¨ªa¡±. ?Y los nuevos? Se frotan las manos y acarician lo que parec¨ªa imposible. Podemos ve las elecciones como ¡°la antesala del cambio pol¨ªtico en Espa?a¡±, mientras Ciudadanos se conforma con ¡°cambiar Andaluc¨ªa¡±.

El 22-M fijar¨¢ un nuevo reparto del poder. Donde antes cab¨ªan tres partidos, ahora lo har¨¢n cinco. Y ser¨¢ el primer aviso de lo que est¨¢ por venir en Espa?a.