Moren¨¦s rechaza dar explicaciones sobre el acoso sexual a Zaida Cantera
La militar asiste con l¨¢grimas de indignaci¨®n a la intervenci¨®n del ministro sobre su caso
La capit¨¢n Zaida Cantera intentaba contener las l¨¢grimas en la tribuna de p¨²blico del Congreso mientras escuchaba al ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, descalificar en el hemiciclo a quien le preguntaba por su caso. "Le pido que deje de manchar el buen nombre de nuestras Fuerzas Armadas en su b¨²squeda de autopromoci¨®n en la venta de un libro. Su enfermedad es la bajeza moral", le dijo el ministro a la diputada Irene Lozano (UPyD) que le preguntaba por el acoso sufrido por la militar.
?"La entonces capit¨¢n Zaida Cantera fue acosada sexualmente, agredida por un teniente coronel; despu¨¦s de que ¨¦l entrara en la c¨¢rcel fue perseguida por coroneles y por generales que hasta intentaron fabricar un caso contra ella para meterla seis a?os en la c¨¢rcel. Por este motivo ella le pidi¨® ayuda a usted; le escribi¨® una carta para pedirle personalmente ayuda, y usted personalmente se la neg¨®. Lo sangrante de este caso es que la capit¨¢n podr¨ªa ser enviada hoy a zona de operaciones a una misi¨®n internacional, podr¨ªa recibir la orden de combatir y podr¨ªa morir en ese combate defendiendo la libertad y la seguridad de todos nosotros, defendiendo tambi¨¦n su libertad y su seguridad, se?or ministro.Ella podr¨ªa morir por usted y usted no movi¨® un dedo por ella. Esto se llama parasitar a los ciudadanos", le dijo la diputada antes de pedir la dimisi¨®n de Moren¨¦s.
La capit¨¢n, muda en la tribuna, manten¨ªa los ojos llorosos y la boca cerrada. Y el ministro respond¨ªa sin dar explicaciones sobre el caso concreto, pero con el compromiso gen¨¦rico de "tolerancia cero frente a las situaciones de acoso sexual y por raz¨®n de sexo". No es posible encontrar ni un gesto de apoyo o comprensi¨®n a la militar en su respuesta burocr¨¢tica y de tr¨¢mite.
Moren¨¦s acompa?¨® sus palabras con un gesto llevando el dedo ¨ªndice a su boca que daba idea de exigencia de silencio a la diputada que, indignada, le ped¨ªa infructuosamente explicaciones sobre el caso. El gesto de petici¨®n de silencio provoc¨® la solidaridad de diputados de todos los grupos, salvo el PP, con la parlamentaria de UPyD. Por ejemplo, para Gaspar Llamazares (IU) es un ¡°comportamiento vergonzoso y deber¨ªa haber sido cesado antes ahora con mucha mayor raz¨®n, porque no ha protegido los derechos de las mujeres en el Ej¨¦rcito y porque hoy se ha burlado de los diputados y ha mandado callar a una diputada".
Solo al final del Pleno y en medio de una notable bronca, Moren¨¦s pidi¨® disculpas y asegur¨® que su gesto iba dirigido al ruido del hemiciclo. "Pido mis disculpas por haber hecho un gesto de silencio", contest¨® Moren¨¦s quien, sin embargo, mantuvo la acusaci¨®n de "bajeza de moral" que hab¨ªa hecho a Lozano, a la que reproch¨® tener la "piel muy fina".
El ministro se disculp¨® despu¨¦s de que Irene Lozano pidiera la palabra para mostrar su disconformidad con que ¡°el ministro nos mande callar a las mujeres y con que mande callar a las militares que sufren acoso sexual. No me pida disculpas a m¨ª, p¨ªdale disculpas a ella y a todas las militares que sufren acoso sexual por su negligencia. Los militares no merecen tener un ministro como usted. ?Presente su dimisi¨®n de inmediato, se?or ministro!¡±.
Por motivos disciplinarios, la militar no quiso hablar directamente sobre la intervenci¨®n del ministro. Si lo hiciera podr¨ªa ser expulsada del ej¨¦rcito porque ya tiene dos faltas disciplinarias, una por publicar un libro contando su caso y otra por intervenir en el programa Salvados de La Sexta, pero su marido, Jos¨¦ L¨®bez, que la acompa?aba, resumi¨® su sentimiento: "No han entendido nada".
"No soy la ¨²nica y por eso hay que mirar m¨¢s all¨¢ de mi caso sin generalizar para ayudar a la instituci¨®n", dijo solo la militar a EL PA?S.
"Estoy orgullosa de la reacci¨®n de los ciudadanos que han entendido que esto no es un ataque al Ej¨¦rcito sino que se trata de destacar que hay muchos hombres y mujeres que honran cada d¨ªa el uniforme", acert¨® a decir Zaida Cantera. Y que sus l¨¢grimas contenidas eran de indignaci¨®n.
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