Rajoy vaticina la mudanza de D¨ªaz y el pacto con Podemos y Ciudadanos

El tercer mitin del presidente del PP, Mariano Rajoy, en esta campa?a andaluza fue el m¨¢s claro, contundente y duro contra sus principales rivales en estas elecciones, por un lado contra "el continuismo del proyecto caduco y socialista" de Susana D¨ªaz, a la que no menciona y sobre la que vaticin¨® "su mudanza dentro de poco a Madrid", y por otro contra las ideas de los partidos emergentes como Podemos y Ciudadanos. A D¨ªaz la despach¨® como la representante del "pasado imperfecto". A Ciudadanos y Podemos los incluy¨® en el bloque de las nuevas opciones pol¨ªticas sobre las que hay que desconfiar "porque no han gestionado nunca, en ning¨²n sitio, no han tenido responsabilidades" y tambi¨¦n alert¨® hacia la desconfianza con "los que proclaman soluciones instantaneas para resolver problemas, porque no hay varitas m¨¢gicas sino trabajo planificado, o contra los conejos en la chistera de los que no dicen nada, para ver si pescan de aqu¨ª y de all¨¢".

El discurso de Rajoy persigue una finalidad evidente. Primero movilizar a todos sus votantes hist¨®ricos, a los que le votaron a ¨¦l en las generales de 2011 y a Javier Arenas en las auton¨®micas de 2012, ese techo de 1.500.000 papeletas que si repitieran ahora dar¨ªan la mayor¨ªa absoluta al candidato actual, Juan Manuel Moreno. Y, por otra parte, contraponer esa opci¨®n de "cambio progresista" que quiere que personifique el PP y Moreno frente al continuismo de las mismas recetas de los ¨²ltimos 33 a?os al frente de la Junta, tanto si gobierna el PSOE en solitario como si pacta finalmente con Podemos y Ciudadanos, como augura Rajoy.

Mariano Rajoy se vuelca en todas sus intervenciones, tanto en las institucionales como presidente del Gobierno como en las partidistas, en fijar objetivos, metas y retos sobre la creaci¨®n de empleo para el futuro porque vaticina "un nuevo ciclo virtuoso de prosperidad y crecimiento si se mantiene la misma l¨ªnea". Lo hace para Espa?a y tambi¨¦n para Andaluc¨ªa, para su partido y para los dem¨¢s. Concluye que si entre 2014 y 2015 se podr¨¢n generar al final en Espa?a hasta un mill¨®n de puestos de trabajo se podr¨ªa seguir esa senda en los siguientes a?os hasta los 20 millones de trabajadores en todo el pa¨ªs para la siguiente legislatura. En Andaluc¨ªa, tanto Rajoy como Moreno, demandan la necesidad de promover m¨¢s de 500.000 trabajos en estos dos a?os y hasta un mil¨®n al final del nuevo mandato.

El l¨ªder popular resalta mucho ese aspecto en sus alocuciones para identificar a la marca socialista con el paro: "PSOE y creaci¨®n de empleo son dos conceptos claramente incompatibles, no pueden con ello". Y para que los votantes desencantados no se f¨ªen ahora tampoco de los nuevos partidos: "Desconfiar de los que no han gestionado nunca, en ning¨²n sitio, y no han tenido ninguna responsabildiad. Desconfiar de los que proclaman soluciones instant¨¢neas para resolver problemas, porque no hay varitas m¨¢gicas sino trabajo bien planificado. Desconfiar de los conejos en la chistera y de los que no dicen nada para ver si pescan de aqu¨ª y de all¨¢ y de los que parece que prometen un cambio pol¨ªtico y van a apuntalar lo que hay". Fue ah¨ª cuando Rajoy clam¨® incluso a los suyos a "no tirar el voto para d¨¢rselo a las fuerzas que van a garantizar la continuidad de un proyecto caduco, para avalar que contin¨²en los mismos: el socialismo y el inmovilismo".

Frente a todas esas aventuras, espejismos o experimentos, como califican a Podemos y Ciudadanos en el PP, Rajoy se ofrece como el dirigente sensato que evit¨® la quiebra, el rescate y la ru¨ªna: "A m¨ª no me obligaron a bajar las pensiones un 20%". Y retrata a Moreno como "el representante del cambio con esperanza, porque sabe lo que es gobernar y gestionar en los momentos dif¨ªciles, cuando no hab¨ªa un euro", y cuando estuvo al frente de la secretar¨ªa de Estado de Asuntos Sociales.