Isabel Gallego, algo m¨¢s que la jefa de prensa de Aguirre y Gonz¨¢lez

Pocas veces una jefa de prensa ha tenido tanto poder. Isabel Gallego, directora general de Comunicaci¨®n de la Comunidad de Madrid, ha manejado la pol¨ªtica informativa primero bajo la presidencia Esperanza Aguirre y despu¨¦s al lado de Ignacio Gonz¨¢lez. En los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa asumido el papel de jefa de comunicaci¨®n de la campa?a de Aguirre en su carrera hacia la alcald¨ªa de Madrid. Nadie mejor que ella conoce las fobias y las filias del PP madrile?o para estar al lado de la candidata en su pr¨®ximo y comprometido asalto.

Gallego lleg¨® en 2003 a la Puerta de Sol desde la redacci¨®n del diario Abc, donde cubri¨® en su ¨²ltima etapa los temas relaciones con la pol¨ªtica de inmigraci¨®n. Fue en esa ¨¦poca cuando trab¨® relaci¨®n con Ignacio Gonz¨¢lez,?cuando ¨¦l era secretario de Estado -delegado del Gobierno para la Extranjer¨ªa y la Inmigraci¨®n.

Convertido en n¨²mero dos de Aguirre en el gobierno de la Comunidad de Madrid, Gonz¨¢lez impuso a Gallego como responsable de comunicaci¨®n desbancado a Isabel Mart¨ªnez Cubells y a Victoria San Crist¨®bal, que acompa?aron a la entonces aspirante a la presidencia durante la campa?a. Este nombramiento fue una de las se?ales que envi¨® al exterior Ignacio Gonz¨¢lez para mostrar el poder que ten¨ªa dentro del Gobierno.

En algo m¨¢s de una d¨¦cada, Isabel Gallego se ha convertido en una pieza imprescindible, en la persona que mejor interpreta los pensamientos de Aguirre y quien m¨¢s complicidades mantiene con Gonz¨¢lez. Su papel en este tiempo ha sido algo m¨¢s que el de una jefa de prensa. Ha estado en todos los cen¨¢culos del poder. A ella se le han atribuido ceses y nombramientos, no porque ella tuviera facultad para hacerlos, sino por la influencia que ejerc¨ªa. Con su equipo de prensa ¡ªdespidi¨® a todos los que Alberto Ruiz-Gallard¨®n dej¨® en Sol al irse al Ayuntamiento de Madrid¡ª control¨® los pasos de los consejeros del equipo de Gobierno y pas¨® informes cuando alguno decidi¨® actuar por su cuenta.

Su probada fidelidad a Gonz¨¢lez, y por extensi¨®n a Aguirre, le hicieron vivir con una cierta tranquilidad los d¨ªas en que Mariano Rajoy meditaba sobre qui¨¦nes deb¨ªan ser los candidatos de Madrid. Ca¨ªdo Gonz¨¢lez, Aguirre no dud¨® en contar con ella. No eran amigas y nunca llegar¨¢n a serlo, pero la candidata sabe que con Gallego a su lado, su castillo estar¨¢ siempre bien blindado.