La Marcha de la Dignidad vuelve a tomar cuerpo en Madrid
La protesta concentra a miles de personas; 12.000 seg¨²n la delegaci¨®n del Gobierno Los manifestantes se?alan al PP y PSOE como ¡°culpables de la crisis¡±
La madrile?a plaza de Col¨®n ha ejercido este s¨¢bado como punto de encuentro de miles de personas. Parados, preferentistas, sindicalistas, desahuciados y un amplio abanico de representantes de los colectivos sociales han confluido en este punto de la capital para cerrar de nuevo la Marcha de la Dignidad. Tambi¨¦n lo hicieron el a?o pasado, aunque esta vez, como reconocen los propios impulsores, no se ha podido repetir la exitosa afluencia de 2014. ¡°Pero hemos llenado la plaza y las calles adyacentes. Calculamos que estamos aqu¨ª cientos de miles¡±, subraya Gin¨¦s Fern¨¢dez, uno de los organizadores. La delegaci¨®n del Gobierno ha cifrado en 12.000 los asistentes en el momento m¨¢s ¨¢lgido de la protesta.
Tras la marcha, que se ha desarrollado de manera pac¨ªfica, un grupo de unos 200 alborotadores cubiertos con pasamonta?as han protagonizado varios incidentes. Han cortado la Gran V¨ªa y han lanzado bengalas y petardos, adem¨¢s de destrozar mobiliario urbano. Los alborotadores se han enfrentado con la polic¨ªa tras quemar varios contenedores y romper lunas. Finalmente, la polic¨ªa los ha dispersado y rodeado en la calle La Paz, donde ha procedido a identificarlos. 17 personas han sido detenidas por los disturbios, seg¨²n fuentes policiales. Uno de los arrestados, JM Bustamante, fue detenido en los incidentes del 22-M el a?o pasado, por causar destrozos.
Llegados en nueve columnas procedentes de diferentes extremos de la Pen¨ªnsula, los asistentes han se?alado a los Gobiernos del PP y PSOE como responsables de la crisis que atraviesa el pa¨ªs. Los han calificado de ¡°instrumentos¡± de la Troika para ¡°ahogar¡± a Espa?a con las pol¨ªticas de austeridad. Y han insistido en que la recesi¨®n no ha acabado: ¡°Sigue habiendo millones de desempleados, miles de familias a las que el banco echa a la calle, cientos de j¨®venes que se tienen que ir al extranjero¡±, reflexiona Juan Guerrero, de 56 a?os, junto a la Cuesta de Moyano.
Este jornalero sevillano se ha tirado a la carretera a las nueve de la ma?ana de este s¨¢bado. Junto a otro medio centenar de compa?eros, se ha subido a un autob¨²s en Mor¨®n de la Frontera para unirse en Madrid a la columna que parti¨® de Andaluc¨ªa hace d¨ªas. ¡°Estamos aqu¨ª por la situaci¨®n a la que nos ha llevado los recortes. Mientras a nosotros nos quitan derechos, algunos no dejan de enriquecerse¡±, remacha este padre de dos hijos, que sobrevive con una paga de 460 euros, y a quien no ha detenido el agua que ha ca¨ªdo en la capital desde la primera hora de la tarde. Precisamente, bajo una fina e intermitente lluvia, los congregados han recorrido las calles ensalzando los lemas en com¨²n que los un¨ªan: ¡°Pan, trabajo y techo¡±; ¡°No al pago de la deuda¡±; ¡°Ni un recorte m¨¢s; y ¡°Fuera los Gobiernos de la Troika¡±. Unas consignas recogidas en un manifiesto que exige la salida del Ejecutivo de Rajoy, pero que se han diluido ante la heterogeneidad de los movimientos sociales presentes en la Marcha.
Los yayoflautas, las mareas de la Educaci¨®n y la Sanidad, los afectados por los despidos de Coca-Cola, la PAH... Y, por supuesto, sindicatos y partidos pol¨ªticos de izquierdas, como IU, Podemos y Equo, que tampoco han querido perderse la cita. ¡°?Qu¨¦ ha cambiado respecto al pasado a?o?¡±, se ha preguntado Cayo Lara, coordinador federal de la coalici¨®n: ¡°Pues ha aumentado la pobreza en el pa¨ªs. Y el empleo que se crea es precario. Y, adem¨¢s, contin¨²an los desahucios. Por eso siguen vigentes las mismas causas por la que se convoc¨® la Marcha en 2014¡±. En esa cita estuvo Beni de Blas, una madrile?a de 62 a?os del barrio de Aluche, afectada por las preferentes de Bankia. Este s¨¢bado ha repetido: ¡°He venido porque nos han estafado a muchas personas mayores. Y las autoridades nos han dejado tres a?os tirados en la calle. Solos¡±.
La mujer, que perdi¨® los 45.000 euros que ten¨ªa ahorrados, relata su historia junto Roberto Rodr¨ªguez, un comercial de Bankia de 51 a?os que perdi¨® su empleo en 2013, cuando la entidad financiera acometi¨® un ERE. A su lado se pasean banderas de la III Rep¨²blica y del Partido Comunista. Todo un conglomerado de s¨ªmbolos unidos en la calle. Con el apoyo desde la distancia, tambi¨¦n, de l¨ªderes del pasado. Como Julio Anguita, que animaba esta semana a sumarse al movimiento. ¡°La democracia est¨¢ siendo secuestrada. Los poderes econ¨®micos hacen y deshacen a su antojo¡±, subrayaba el excoordinador federal de IU e impulsor actual del Frente C¨ªvico Somos Mayor¨ªa, uno de los colectivos que ha promovido la Marcha, junto al Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT) de Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Gordillo y Diego Ca?amero.
Porque el embri¨®n de la actual Marcha de la Dignidad se remonta a 2013. ¡°Entonces, hab¨ªa una sensaci¨®n de que se estaban produciendo muchas movilizaciones espor¨¢dicas, de diferentes temas, pero sin que toda esa fuerza se llegara a aunar nunca¡±, recuerda Gin¨¦s Fern¨¢ndez, uno de los organizadores llegado este s¨¢bado desde Murcia. Fue entonces cuando, apoyado en los Campamentos Dignidad de Extremadura, el SAT decidi¨® impulsar la idea. El objetivo: deb¨ªan tomar Madrid la masa de afectados por los recortes derivados de las ¡°pol¨ªticas neoliberales¡± de los Gobiernos de Rajoy y Zapatero. ¡°La dignidad ciudadana¡± deb¨ªa, insist¨ªan sus promotores, recorrer las calles de la capital y se?alar a los culpables de la crisis.
As¨ª que, tomado el nombre de ese movimiento nacido en M¨¦rida durante una concentraci¨®n frente a una oficina de empleo para reclamar trabajo y una renta b¨¢sica; la Marcha se tradujo finalmente el 22 de marzo de 2014 en una inmensa manifestaci¨®n. Apoyados en centenares de colectivos de todo el pa¨ªs ¡ª300 solo de la Comunidad de Madrid¡ª, decenas de miles de personas se dieron el pasado a?o cita en la capital. Los organizadores cifraron los asistentes en dos millones. La Delegaci¨®n del Gobierno afirm¨® primero que solo eran 50.000, y despu¨¦s rebaj¨® el dato a 36.000. Una cita que se desarroll¨® de forma pac¨ªfica hasta que, cuando apenas faltaban unos minutos para su conclusi¨®n, se enfrentaron varios grupos de radicales y los antidisturbios. Hubo m¨¢s de 100 heridos y decenas de detenidos.
El recuerdo de ese episodio violento se ha traducido este s¨¢bado en un amplio despliegue de seguridad. Decenas de furgones con agentes se han apostado en el Paseo de la Castellana. Seg¨²n fuentes policiales, m¨¢s de 1.100 agentes de Polic¨ªa Nacional han compuesto el operativo, pese a que la Delegaci¨®n del Gobierno ya preve¨ªa una asistencia menor a la del a?o pasado, cuando reparti¨® por las calles de la capital cerca de 1.650 antidisturbios.
Entonces, Madrid represent¨® el fin del camino. La Marcha de la Dignidad supon¨ªa en 2014 el culmen de sucesivas peque?as protestas repartidas por el pa¨ªs. La manifestaci¨®n ha sido este s¨¢bado, en cambio, el principio de una traves¨ªa que concluye el pr¨®ximo 22 de octubre. Para ese d¨ªa, los promotores de la iniciativa han convocado una huelga general. ¡°Y seguiremos. Y volveremos en 2016 si hace falta. Porque esto lo ha empezado la gente. Y acabar¨¢ cuando la gente quiera¡±, concluye el sevillano Guerrero.
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