¡°Ojal¨¢ no fuera tan inteligente¡±

Ra¨²l ten¨ªa cinco a?os cuando una profesora sugiri¨® a su madre, Mar¨ªa Jos¨¦ Molino, que le hicieran una prueba para ver si era superdotado. ¡°Me dijo que nunca se hab¨ªa encontrado un ni?o tan inteligente, pero yo no le di importancia, porque lo comparaba con su hermano, tres a?os mayor ¡ªluego se descubri¨® que tambi¨¦n era superdotado¡ª¡±, explica en su casa de M¨¦rida. Dos a?os despu¨¦s, otra profesora le propuso lo mismo y Molino y su marido fueron a ver al director y a la tutora de su hijo en el colegio, que insistieron en hacerle un test de inteligencia. El matrimonio firm¨® la autorizaci¨®n. Era 2010. Acababa de empezar una batalla de casi cinco a?os contra la Junta de Extremadura, los dos ¨²ltimos en los tribunales.

La OMS considera que un 2% de la poblaci¨®n es superdotada, pero en Espa?a fallan los m¨¦todos de detecci¨®n en la escuela. Muchos padres desconocen que su hijo lo es y, cuando, en alg¨²n centro especializado se lo han confirmado, la Administraci¨®n suele poner trabas para que esos ni?os reciban educaci¨®n especial, lo que puede causar graves problemas psicol¨®gicos, adem¨¢s de la p¨¦rdida de talento.

Molino muestra los resultados del primer test que le hizo el equipo de Orientaci¨®n de la Junta. Es un folio con 17 l¨ªneas que afirma que Ra¨²l, que entonces tiene 10 a?os, tiene mucha memoria y un cociente intelectual de 124, pero que no es superdotado (a partir de 130). Con la otra mano, esta madre sostiene el informe elaborado poco despu¨¦s por un centro especializado de Valladolid: 100 folios que concluyen que s¨ª es superdotado, que en algunas materias tiene la edad mental de un ni?o de 14 a?os y en otras incluso de 16, por lo que sugieren adelantarle al menos un curso. ¡°Nosotros no sab¨ªamos nada de esto. Fuimos a este centro porque en el propio colegio de mi hijo nos dijeron que los del equipo de orientaci¨®n se hab¨ªan quitado al ni?o de encima y que en Valladolid lo evaluar¨ªan mejor. Nos gastamos unos 1.500 euros entre la estancia y el informe, que cost¨® 800¡±, recuerda Molino.

Pese al desembolso, estos padres volvieron a casa ilusionados. ¡°Pero nos encontramos con un muro de burocracia. No aceptaban el informe de Valladolid, as¨ª que los orientadores de la Junta deb¨ªan hacerle una nueva prueba de contraste. Tardaron cuatro meses en examinar al ni?o¡±. Mientras, Ra¨²l hab¨ªa empezado a aburrirse mucho en clase. ¡°La profesora le dijo que se llevara libros para leer. Y es lo que hac¨ªa¡±, explica su madre. Finalmente, los orientadores de la Junta les dijeron que el ni?o ten¨ªa un ¡°rendimiento excepcional¡± en Lengua y Matem¨¢ticas y sugirieron subir de curso a Ra¨²l en ambas asignaturas. ¡°Pero termin¨® el curso y el director del colegio me dijo que le hab¨ªan prohibido que esas calificaciones figuraran en su expediente acad¨¦mico¡±. La Administraci¨®n extreme?a oblig¨® a Ra¨²l, un ni?o superdotado, a repetir el a?o siguiente las dos materias del curso superior, pese a que en ambas hab¨ªa sacado sobresaliente.

La Junta oblig¨® al peque?o a repetir dos materias en las que ten¨ªa sobresaliente

¡°El ni?o empez¨® a estar muy mal. Ten¨ªa pesadillas, ataques de asma. Le sal¨ªan ronchones por el cuerpo y me dec¨ªa cosas como: ¡®Mam¨¢, odio mi vida y odio el colegio¡±, recuerda Molino. ¡°Le llev¨¦ al pediatra, que me deriv¨® a un psic¨®logo que ratific¨® que es superdotado y me dijo que ten¨ªa ansiedad. Le enviamos este nuevo informe a la consejer¨ªa. Caso omiso. Ra¨²l le escribi¨® una carta a la consejera diciendo que ¨¦l hab¨ªa cumplido con todo lo que le han pedido, que no le hicieran repetir curso. Pero insistieron en que no era superdotado. Y entonces decidimos denunciar¡±. Es febrero de 2013. Ra¨²l tiene 10 a?os.

En junio de 2014, un juzgado de Badajoz da la raz¨®n a la familia tras encargar a una perito especializada, Carmen Sanz, que examine los informes de la Junta y que eval¨²e ella misma al ni?o de nuevo. Su dictamen es demoledor. Sanz comprueba que la Junta no ha hecho bien las pruebas: est¨¢n ¡°incompletas¡± y han sumado mal las puntuaciones en cuatro de ellas. Ra¨²l, de 11 a?os, tiene un cociente intelectual superior a 135 y la edad mental de un ni?o de 14. ¡°Es superdotado¡±, concluye, por lo que conviene adelantarle de curso ¡°lo antes posible¡±. No haberlo hecho antes, a?ade la perito, ¡°ha supuesto un retraso importante en su desarrollo educativo y ha tenido un efecto negativo en su desarrollo emocional que est¨¢ afectando de forma grave a su bienestar psicol¨®gico¡±.

Las puntuaciones del test de la consejer¨ªa para saber si era superdotado estaban mal sumadas

Con ese informe en la mano, el 20 de junio de 2014, el juez ordena que en septiembre Ra¨²l empiece en un curso superior al que le corresponder¨ªa por edad y que un profesor de apoyo le prepare para el cambio. Los padres creen que ha terminado el calvario, pero la Junta recurre la sentencia. El 30 de julio, el juzgado desestima su recurso y ordena ejecutarla, pero el Gobierno extreme?o vuelve a recurrir, ahora ante Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJE), advirtiendo que el ni?o ¡°puede no ser bien tratado por sus nuevos compa?eros, mayores que ¨¦l¡±. En su recurso, la Junta solicita que el tribunal admita, al menos, que no se d¨¦ al ni?o ese profesor de apoyo, un ¡°exceso innecesario¡±. Finalmente, el pasado 27 de enero, el TSJE ratifica la sentencia e impone a la Administraci¨®n el pago de costas. Hace casi cinco a?os que a Ra¨²l le reconocieron que era superdotado en un centro de Valladolid. ¡°Cinco a?os perdidos¡±, lamenta su madre.

Los padres de Ra¨²l calculan que han invertido unos 30.000 euros en esta batalla. ¡°Creo que todo ha sido porque no tienen medios, profesores de apoyo... Lo que m¨¢s me ha dolido ha sido la insensibilidad de la Junta, pleiteando contra un ni?o solo por no reconocer que se equivocaron. ?Con cu¨¢ntos ni?os m¨¢s se habr¨¢n equivocado? Ojal¨¢ el m¨ªo sea el ¨²ltimo¡±, afirma Molino. ¡°La Administraci¨®n se aprovecha de tu ignorancia, porque lo normal es que no sepas de esto, y de tu miedo, porque tu hijo est¨¢ en sus manos seis horas al d¨ªa. De haber sabido la que se nos ven¨ªa encima hace cinco a?os quiz¨¢ lo hubiera dejado pasar. Lo hemos pasado muy mal. Ra¨²l me dec¨ªa: ¡®Ojal¨¢ no fuera tan inteligente¡¯. ?l pensaba que lo estaban castigando por eso¡±.

¡°Mam¨¢, odio mi vida y odio el colegio¡±, le dec¨ªa Ra¨²l a su madre

Molino y su marido han dedicado estos cinco a?os a leer sobre el tema y a contactar con otros padres en la misma situaci¨®n, para asesorarse. As¨ª dieron con Isidro Padr¨®n, presidente de la Fundaci¨®n de Ayuda a los Ni?os Superdotados de Canarias, una instituci¨®n entre el colectivo porque con tres hijos superdotados acumul¨® nueve sentencias contra el Gobierno canario. Padr¨®n empez¨® a pleitear en 1994. Est¨¢ especialmente orgulloso de la sentencia de noviembre de 2012 del Tribunal Supremo que establece que los informes privados ¡°s¨ª pueden servir para colaborar en la detecci¨®n de los alumnos con altas capacidades y en las medidas m¨¢s convenientes a adaptar¡±.

Ra¨²l ahora es feliz en un curso superior al que le corresponder¨ªa por edad. Han desaparecido las pesadillas y los ronchones, pero el proceso no ha sido f¨¢cil. ¡°Una madre me dijo: ¡®?Tu hijo es superdotado? ?Qu¨¦ miedo!¡¯. Y otra prohibi¨® a su hijo que siguiera viendo al m¨ªo. Fue ¨¦l mismo quien se lo dijo a Ra¨²l¡±, lamenta Molino.

El ni?o entra en el sal¨®n e interrumpe la conversaci¨®n sin reparar en la monta?a de informes y sentencias sobre ¨¦l que han quedado encima de la mesa. Est¨¢ impaciente porque es el cumplea?os de uno de los amigos del curso que ha dejado atr¨¢s y quiere que sus padres le lleven cuanto antes. ¡°Es un superdotado, pero sigue siendo un ni?o¡±, explica su madre. Un chaval de 12 a?os que ha ganado un largo pleito a la Administraci¨®n.