La incomprendida vocaci¨®n de los abogados de oficio
Los letrados del turno se levantan contra los recortes y los retrasos en los pagos Reivindican la importancia de su trabajo para garantizar el Estado de derecho
Un abogado de oficio es una persona con la que uno preferir¨ªa no haberse encontrado. Si es as¨ª, lo m¨¢s probable es que uno tenga un serio problema, que est¨¦ detenido y que no tenga dinero para un letrado particular. Con esos abogados se inicia a veces una larga relaci¨®n que puede durar a?os, decenas de atestados, autos y sentencias judiciales. Un abogado de oficio va siempre de un lado para otro mientras engulle una cantidad ingente de papeles.
A las diez de la noche de un d¨ªa de marzo, Coral Ayora, de 44 a?os, comienza su cena extra de papeles en una comisar¨ªa de Vallecas. La han llamado del departamento de asistencia letrada al detenido del Colegio de Abogados de Madrid para que atienda el primer caso de la guardia. El arrestado es un hombre que estaba esa noche con su pareja pese a tener una orden de alejamiento por agresi¨®n. Parece ser que hubo una discusi¨®n y alguien llam¨® a la polic¨ªa. Los agentes acudieron al domicilio de la mujer y comprobaron que el hombre ten¨ªa una orden de alejamiento. Es un delito contra la Administraci¨®n y eso les permite detenerlo pese a que su pareja no le hubiera denunciado.
Ayora le explica la situaci¨®n, le dice que tendr¨¢ que pasar la noche en el calabozo y que al d¨ªa siguiente habr¨¢ un juicio r¨¢pido en los juzgados de Plaza de Castilla. La abogada, con 15 a?os de experiencia, procede con destreza quir¨²rgica. En unos minutos hace las preguntas pertinentes, un r¨¢pido an¨¢lisis del caso y saca un diagn¨®stico y una receta: ¡°Hoy no declares. Ma?ana te sacamos¡±.
¡°Es una situaci¨®n complicada. Cuando vienes a ver a un detenido que te acaban de asignar suelen estar inc¨®modos. ?Por qu¨¦ van a confiar en m¨ª? Tienes que ser muy correcto, intentar crear empat¨ªa y tratar de encontrar la mejor defensa posible¡±, dice la abogada, que ya puede irse a casa a dormir con el m¨®vil cerca por si la vuelven a llamar.
43.000 abogados
- Actualmente hay unos 43.000 abogados en el turno de oficio, seg¨²n datos del Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola.
- La inversi¨®n del Estado en justicia gratuita es de 4,72 euros al a?o por ciudadano, seg¨²n el Consejo General de la Abogac¨ªa, que denuncia que esa inversi¨®n se ha reducido en m¨¢s de 43 millones de euros en los ¨²ltimos a?os y que la rebaja ha sido a costa de recortar la retribuci¨®n de los abogados de oficio. El pago medio por expediente ronda los 125 euros, seg¨²n las cifras del Consejo.
- Seg¨²n un sondeo de Metroscopia, el 39% de los abogados de oficio tiene m¨¢s de 45 a?os y solo el 14% menos de 35. El 51% son hombres. Los casos del turno no son, para la mayor¨ªa (un 65%), su ¨²nico trabajo como abogados.
Sin dejar de defender a sus clientes, los abogados del turno de oficio ¡ªhay 43.000 en todo el pa¨ªs¡ª han iniciado en varios lugares de Espa?a protestas para reivindicar una retribuci¨®n justa que les permita continuar con un trabajo que consideran una vocaci¨®n mal remunerada. Es imposible determinar el sueldo de estos letrados por las enormes diferencias que existen entre comunidades aut¨®nomas, las encargadas de pagarles. Pero el Consejo General de la Abogac¨ªa lo cifra en una media de 125 euros por expediente ¡ªadem¨¢s del pago por cada guardia de 24 horas, que en Madrid es, por ejemplo, de 115 euros¡ª. Esa retribuci¨®n no se ha actualizado con el IPC desde 2001, y en algunos casos los abogados tampoco han recuperado el dinero que perdieron con los recortes por la crisis. ¡°Aqu¨ª, el 20%. Nadie vive solo del turno. Todos lo compaginamos con el trabajo en nuestro despacho. Si estamos aqu¨ª es porque nos creemos esta labor¡±, dice Ayora.
La letrada sigue de guardia al d¨ªa siguiente, pero adem¨¢s dedica la ma?ana a coordinar la oficina de enlace del Colegio de Abogados, una habitaci¨®n donde estos acuden para pedir togas e informaci¨®n o para utilizar ordenadores. Los juzgados de Plaza de Castilla no parecen un monumento a la Justicia. Aqu¨ª no hay frontones triangulares ni m¨¢rmol blanco, sino luces hal¨®genas y funcionarios con cara de no disfrutar mucho de la luz del sol. El ambiente es espeso, los imputados y las v¨ªctimas comparten a veces el mismo pasillo y en todo momento da la sensaci¨®n de que estamos en una inmensa sala de urgencias en la que cada uno espera a que canten su n¨²mero para que le atiendan.
Ayora baja a los calabozos para ver al detenido de la noche anterior. En una peque?a sala un grupo de abogados revisa los atestados policiales de sus defendidos. Los acaban de conseguir y solo tienen unos minutos para enterarse de qu¨¦ delitos se les imputan y decidir qu¨¦ estrategia escoger. ¡°Es un conflicto que tenemos con las comisar¨ªas¡±, dice Ayora, ¡°y no nos ayuda demasiado para poder hacer una buena defensa¡±. Se refiere a la controversia sobre la directiva de la UE 2012/13. Esa norma comunitaria permite a los abogados acceder a los atestados en comisar¨ªa, pero los agentes consideran que, como a¨²n no se ha transpuesto a la legislaci¨®n espa?ola, no tiene validez. La consecuencia es que muchos abogados solo tienen unos minutos para preparar los casos m¨¢s urgentes.
¡°Si estamos aqu¨ª es porque nos creemos esta labor¡±, afirma Coral Ayora
Ayora aconseja a su cliente en el calabozo. Le asegura que hoy se ir¨¢ a casa y le repite varias veces que se acoja a su derecho a no declarar. ¡°Ok, no digo nada¡±, promete ¨¦l. Pero poco despu¨¦s, en el juicio r¨¢pido, el detenido desobedece a su abogada y abre la boca en cuanto el juez le pregunta: ¡°Entonces... ?viv¨ªa usted con su pareja?¡±. ¡°S¨ª, s¨ª, yo viv¨ªa...¡±. Sin perder la sonrisa, Ayora le interrumpe: ¡°Creo que mi cliente no quiere declarar, se?or¨ªa¡±. La pareja del detenido no se ha presentado en el juicio, y el juez pospone la vista.
El tel¨¦fono de Ayora sonar¨¢ dos veces m¨¢s esa tarde para que acuda a dos comisar¨ªas, cada una en una punta de Madrid. Dos casos de hurto. La abogada acaba cansada tras una larga jornada, con tiempo solo para irse a casa, darse una ducha y estar un rato con sus dos hijos. ¡°Por la guardia de hoy cobrar¨¦ 115 euros. Antes eran 150. Pero sobre todo es que algunos asuntos pueden prolongarse durante a?os¡±.
Francisco Javier Lara, presidente de la comisi¨®n de justicia gratuita del Consejo General de la Abogac¨ªa, repasa algunas diferencias entre comunidades: ¡°En Andaluc¨ªa, un sumario son 300 euros. En el caso Malaya, que se prolong¨® siete a?os, ese dinero es m¨¢s que insuficiente¡±. Lara se?ala, adem¨¢s, un tema que podr¨ªa parecer menor pero que puede comerse parte de lo que cobran los abogados de oficio: el gasto en fotocopias. ¡°Un sumario puede tener 20 tomos, miles de papeles¡±.
Suele pensarse que los abogados de oficio son j¨®venes e inexpertos. En realidad, solo el 14% de los 43.000 que hay en Espa?a tiene menos de 35 a?os, seg¨²n una encuesta de Metroscopia (2012). El 39% tiene m¨¢s de 45 y el 47% cuenta con una experiencia profesional de entre 10 y 20 a?os. Ayora cree que el trabajo no se reconoce tampoco socialmente: ¡°A lo que es gratis no le das importancia¡±. La abogada comenta con otros profesionales que, a veces, los clientes esperan otra cosa. ¡°Quieren una madre, una psic¨®loga, una profesora, una amiga... Y no somos eso¡±.
Nada de eso parece compatible con un mundo de prisas y miles de papeles que se apilan en los juzgados esperando que alg¨²n d¨ªa alguien le d¨¦ a la Justicia unas cuantas capas de pintura.
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