Margallo y Mezouar se reunir¨¢n en Barcelona para desactivar la crisis

El ministro marroqu¨ª de Asuntos Exteriores, Salahedine Mezouar, acudir¨¢ el lunes a Barcelona, donde se celebra una reuni¨®n informal de la UE con los pa¨ªses del sur del Mediterr¨¢neo, y mantendr¨¢ una reuni¨®n bilateral con su hom¨®logo espa?ol, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.

La presencia de Mezouar en Barcelona no estaba prevista y se acord¨® el viernes en una conversaci¨®n entre el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Yb¨¢?ez, y la ministra delegada de Exteriores, Mbarka Bouaida, que inicialmente iba a presidir la delegaci¨®n marroqu¨ª en la capital catalana. Mezouar hab¨ªa excusado su asistencia alegando que el pasado jueves deb¨ªa encontrarse en Washington, donde se reuni¨® con el secretario de Estado John Kerry en el marco del di¨¢logo estrat¨¦gico entre EE UU y Marruecos.

Fuentes diplom¨¢ticas valoran la asistencia de Mezouar a la conferencia euromediterr¨¢nea como una prueba de que Rabat no quiere una escalada con Madrid, aunque en los ¨²ltimos d¨ªas se hab¨ªan acumulado una serie de conflictos que auguraban un ¡°tormenta perfecta¡±. A las cr¨ªticas de los medios espa?oles por la incompetencia de la Gendarmer¨ªa marroqu¨ª en el rescate de los tres espele¨®logos perdidos en el Atlas ¡ªy especialmente por su resistencia a aceptar el apoyo ofrecido por Espa?a¡ª se sum¨® la decisi¨®n del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz de procesar a 11 altos cargos marroqu¨ªes, la mayor¨ªa militares, por su presunta implicaci¨®n en el genocidio del pueblo saharaui, entre 1976 y 1991.

El auto provoc¨® honda preocupaci¨®n en Madrid, pues recordaba a la reciente crisis entre Francia y Marruecos, que llev¨® a que Rabat suspendiera durante m¨¢s de un a?o toda colaboraci¨®n antiterrorista despu¨¦s de que una juez de Par¨ªs ordenara la detenci¨®n del jefe de su polic¨ªa secreta. Sin embargo, la reacci¨®n de Rabat ante el auto de Ruz ha sido hasta ahora muy cauta. El ministro de Justicia, Mustafa Ramid, se ha limitado a declarar que ¡°estudia la respuesta apropiada¡±.

Rabat no quiere una escalada con Madrid en v¨ªsperas del voto sobre el Sahara en el? Consejo de Seguridad

Tambi¨¦n el Ejecutivo espa?ol estudia la manera de evitar que este proceso judicial acabe dinamitando unas relaciones que consideran vitales. La vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa subray¨® el viernes la necesidad de ¡°preservar las relaciones¡± con Marruecos ¡ªespecialmente, ¡°en ¨¢mbitos clave como la lucha contra el yihadismo o la inmigraci¨®n irregular¡±¡ª ¡°con independencia de las vicisitudes que puedan producirse¡±.

A corto plazo, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, la ¨²nica forma de frenar el procedimiento es un recurso de apelaci¨®n del fiscal, lo que requerir¨ªa probablemente una orden directa de la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, ya que hasta ahora la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional ha apoyado las decisiones de Ruz. La vicepresidenta ha subrayado que el Gobierno aboga por ¡°respetar la legalidad internacional¡± y es ah¨ª donde, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, hay margen para recurrir, pues el auto de Ruz apenas fundamenta la jurisdicci¨®n de los tribunales espa?oles para investigar estos cr¨ªmenes.

El factor que explica por qu¨¦ Rabat puede no estar interesada en alimentar una crisis con Madrid en este momento es la votaci¨®n prevista en las pr¨®ximas semanas en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se sienta Espa?a, sobre la pr¨®rroga del mandato de la Misi¨®n de Naciones Unidas para el Sahara (MINURSO), que expira el d¨ªa 30.

Rabat se opone rotundamente a que la MINURSO ampl¨ªe su mandato para vigilar el respeto a los derechos humanos, como pide la Uni¨®n Africana (UA). Precisamente, la negativa a que el expresidente mozambique?o Joaquim Chissano exponga ante el Consejo de Seguridad las posiciones de la UA (a la que pertenece el Polisario y no Marruecos) ha generado tensi¨®n entre ambas organizaciones. En el informe que acaba de remitir el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al Consejo de Seguridad, se insta a las partes a colaborar con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y permitir su acceso sin restricciones al Sahara y a los campos de refugiados de Tinduf, pero nada se dice de ampliar el mandato de la MINURSO.