Muere un hombre atrincherado tras herir a su yerno y a dos agentes
La Guardia Civil asalta su casa en Zaragoza y el individuo recibe a tiros a los agentes
Nadie entiende lo que ocurri¨® en la tarde del mi¨¦rcoles en Ejea de los Caballeros (17.000 habitantes, Zaragoza). Jos¨¦ Luis Cerd¨¢n, de unos 70 a?os, vio sobre las siete de la tarde a su hija y a su nueva pareja, Rafael Laita, de 53 a?os, paseando cerca de su casa. El septuagenario no tragaba la relaci¨®n de su hija con Laita y por alg¨²n motivo, que todav¨ªa no ha trascendido, agarr¨® una escopeta de postas y comenz¨® a dispararle. Con punter¨ªa de cazador le alcanz¨® en el hombro. El ruido alert¨® a los vecinos. Despu¨¦s, todo se precipit¨®. Dos patrullas de la Guardia Civil acudieron hasta la zona y le acorralaron en su propia casa, una vivienda de planta baja situada en el barrio de La Llana. Cerd¨¢n empez¨® a disparar a los agentes. Tras permanecer 12 horas atrincherado, ha muerto abatido por el instituto armado.
Los vecinos de Cerd¨¢n, apodado El Garullano, le describen como un hombre tranquilo que se relacionaba poco. En Ejea de los Caballeros se repite la hip¨®tesis de que Pilar, una de sus tres hijas, sufr¨ªa malos tratos por parte de su pareja. Fuentes de la Guardia Civil precisan que la mujer ten¨ªa una orden de alejamiento de su exmarido, pero no de su actual pareja.?
Los hechos comenzaron cuando Jos¨¦ Luis Cerd¨¢n recogi¨® a su nieta del colegio y se la llev¨® a su exyerno para que la viera. Ambos manten¨ªan una buena relaci¨®n, a pesar de que la hija de Cerd¨¢n lo hab¨ªa denunciado por maltrato. Fuentes de la investigaci¨®n explicaron que una vecina del pueblo alert¨® de este hecho a la hija del septuagenario, quien acudi¨® a la Guardia Civil para esgrimir la orden de alejamiento, a los agentes replicaron que esta no afectaba a la peque?a.
La hija de Cerd¨¢n le reproch¨® este hecho a su padre, lo que, seg¨²n las fuentes motiv¨® una fuerte discusi¨®n. Ya por la tarde, cuando la mujer paseaba del brazo con Rafael Laita, Cerd¨¢n dispar¨® contra este ¨²ltimo. El disparo le alcanz¨® en el hombro, sin ni siquiera herir a ella. Dos patrullas de la Guardia Civil llegaron al lugar. Como precauci¨®n, se hab¨ªan puesto el chaleco antibalas. El septuagenario recibi¨® a los agentes a tiros. Uno de los disparos impact¨® en el pecho de un guardia, que salv¨® la vida gracias a que llevaba puesta la defensa. Tiene afectado el o¨ªdo y contusiones en el pecho.
Las fuentes explican que el otro agente pudo abrir fuego disuasorio. Tras verse acorralado, Cerd¨¢n se refugi¨® en su casa. A partir de ah¨ª, nada le disuadi¨®. Seg¨²n fuentes de la Guardia Civil, ni los intentos de sus tres hijas, ni el de su mejor amigo, tuvieron efecto. El silencio, y los disparos, eran su ¨²nica respuesta.
A las ocho de esta ma?ana, tras horas de silencio, los efectivos desplegados de la Unidad Especial de Intervenci¨®n (UEI) de la Guardia Civil ¡ªel equivalente a los GEO de la polic¨ªa, llegados de Madrid¡ª decidieron que, en vista de los nulos resultados de las negociaciones, era el momento de entrar en la casa.
Al tirar la puerta, se encontraron con la violenta respuesta de Cerd¨¢n. Dispar¨® hasta en cuatro ocasiones contra los guardias civiles, lo que indica que, como buen cazador, tuvo tiempo de recargar la escopeta. Uno de ellos, ataviado con todos los escudos protectores, recibi¨® un impacto de postas en la mano en la que llevaba la pistola, relata un responsable policial. Los servicios m¨¦dicos no temen por su vida, pero tiene la mano completamente destrozada.
¡°Confiamos en los excelentes profesionales que hay en el Hospital Miguel Servet expertos en reconstrucciones, pero tiene muy mala pinta¡±, apostillan desde el instituto armado. A pesar de que el operativo se mantuvo toda la noche, en la Guardia Civil creen que el negociador nunca tuvo posibilidades: ¡°La ¨²nica soluci¨®n era entrar¡±, valoran cuando todo ha pasado. Cerd¨¢n solo respond¨ªa con disparos.
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