Camale¨®nico, resistente e irreductible
El periodista venezolano Teodoro Petkoff fund¨® el diario ¡®Tal Cual¡¯
Hijo de inmigrantes europeos y nacido hace 83 a?os en un conf¨ªn rural del sur del lago de Maracaibo (Venezuela), Teodoro Petkoff, uno de los m¨¢s populares l¨ªderes de la Juventud Comunista a principios de los a?os sesenta, destac¨® por su atrevimiento, no solo en el combate de la guerrilla que entonces buscaba emular en Venezuela el triunfo de los barbudos de Fidel Castro en Cuba. Cuando cay¨® prisionero, en 1963, protagoniz¨® una de las fugas m¨¢s espectaculares de la historia pol¨ªtica local, cuando se fingi¨® enfermo y, trasladado al Hospital Militar de Caracas, se descolg¨® de un s¨¦ptimo piso anudando s¨¢banas.
Petkoff fund¨® el Movimiento al Socialismo (MAS), una facci¨®n revisionista que precedi¨® a la ola eurocomunista en boga para la ¨¦poca. Su gran amigo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez donar¨ªa al nuevo partido los 100.000 d¨®lares del Premio R¨®mulo Gallegos otorgados en 1972 a su novela Cien a?os de soledad. Petkoff ser¨ªa, en tres ocasiones, candidato presidencial del MAS. Entre 1996 y 1998 fue ministro del Gobierno de centroizquierda del socialcristiano Rafael Caldera, al que el MAS apoy¨®. No ser¨ªa su ¨²ltima mutaci¨®n. Hombre de acci¨®n y pensamiento, figur¨® por a?os como un aguerrido columnista de prensa. En 1998, se encarga de la direcci¨®n de El Mundo, un vespertino que languidec¨ªa, pero que revivi¨® con titulares de garra y nuevos periodistas.
Para el chavismo que llegaba al poder, Petkoff se convirti¨® en un t¨¢bano irritante. Sin pelos en la lengua, su cr¨ªtica resultaba especialmente hiriente para el oficialismo, pues proviene de la izquierda. Presiones del presidente Hugo Ch¨¢vez consiguieron que Petkoff dejara El Mundo.
El tabloide Tal Cual, que funda a continuaci¨®n, se convirti¨® en un caso de estudio. De circulaci¨®n limitada, llevaba como tapa sus notas editoriales. La tripa del legajo se guardaba para el periodismo, puro y duro, de denuncia. El bolivarianismo se propuso asfixiarlo. Un sinn¨²mero de demandas y sanciones acos¨® al diario.
El poder, implacable, sigui¨® sitiando a Tal Cual. Sobre la empresa penden hoy hasta 10 demandas de funcionarios. El m¨¢s ensa?ado de los querellantes, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y n¨²mero dos del chavismo, consigui¨®, a ra¨ªz de una columna de opini¨®n, imponer una fuerte multa y obligar a Petkoff y a otros directivos del diario a tener que presentarse semanalmente ante el tribunal, con prohibici¨®n de salida del pa¨ªs. El r¨¦gimen pudo as¨ª quebrar por fin a Tal Cual, que dej¨® de circular en marzo pasado y ahora intenta reconvertirse en un semanario digital. Y al irreductible Teodoro Petkoff lo mantiene en una virtual prisi¨®n dom¨¦stica, diezmado por los achaques de la edad y la inquina de la jerarqu¨ªa revolucionaria.
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