?Rajoy, candidato?

Sabemos que el presidente Mariano Rajoy va donde le llevan. As¨ª lo dijo el d¨ªa 6 de marzo durante una aparici¨®n, tan retrasado como fugaz, junto a la ribera del Ebro cuando, a prudente distancia, le iban se?alando los efectos de las recientes inundaciones. Esa confesi¨®n, rayana en la indolencia, de viajar como maleta sin voluntad, era al mismo tiempo una manera de eximirse de cualquier responsabilidad, de declararse inerte, de presentarse carente de fuerza motriz aut¨®noma, como alguien que ha resignado decidir sobre la trayectoria que est¨¢ describiendo as¨ª como sobre el punto terminal de la misma.

Rajoy sostuvo que el PP era garant¨ªa de seguridad y estabilidad, pero a estas alturas nadie da por buena esa garant¨ªa

En semejantes condiciones le llevaron este lunes a uno de esos desayunos infinitos, que se celebran en los hoteles de lujo de Madrid, donde la clase pol¨ªtica y empresarial pierde lo mejor de la ma?ana, entregada a la pr¨¢ctica de dar y recibir asesor¨ªa verbal, donde reside la esencia del lobbying. Los m¨¢s aventajados en esos ejercicios han pasado a la fase de la asesor¨ªa gestual, sin palabras, como las mejores vi?etas en las que grita muy alto el silencio, seg¨²n el distinguido proceder de los mafiosos bien acreditados. Rajoy, preguntado por el caso Rato, supo emular a Vujadin Boskov (¡°f¨²tbol es f¨²tbol¡±), precisando que ¡°las cosas son como son¡±.

Despu¨¦s, hasta nueve preguntas coincidieron en interesarse por la sucesi¨®n que podr¨ªa abrirse tras el escrutinio de las urnas del domingo 24 de mayo que arrojar¨¢ los resultados de las elecciones municipales y auton¨®micas. La respuesta de Mariano Rajoy fue: ¡°S¨ª, s¨ª, yo quiero ser el candidato [se entiende que para las elecciones generales de finales de a?o]; conf¨ªen en m¨ª, les ir¨¢ bien¡±. Pero el l¨ªmite de la confianza es dif¨ªcil que se prorrogue m¨¢s all¨¢ del momento en que empiezan a aflorar los perjuicios propios. Rizando el rizo del cante jondo, el presidente descart¨® enmendarse o proceder a cualquier renovaci¨®n o cambio en el funcionamiento del PP tras los pr¨®ximos comicios, incluso aunque salgan muy mal para su partido.

Pero el l¨ªmite de la confianza es dif¨ªcil que se prorrogue m¨¢s all¨¢ del momento en que empiezan a aflorar los perjuicios propios

Rajoy sostuvo que el PP era garant¨ªa de seguridad y estabilidad, pero a estas alturas nadie da por buena esa garant¨ªa y mientras sigan en erupci¨®n las corrupciones mucho menos. Recordemos cuando Harold Macmillan, interrogado por un joven periodista sobre lo que m¨¢s tem¨ªa para su Gobierno, respondi¨®: ¡°Los acontecimientos, muchacho, los acontecimientos¡±. Tambi¨¦n que la orquesta del Titanic se ofrec¨ªa como garant¨ªa de armon¨ªa, sin que su exquisita interpretaci¨®n evitara el progresivo hundimiento.

Claro que los resultados de la noche electoral permitir¨¢n enmascarar las dimensiones de la derrota pepera porque en Espa?a hay constituidos 8.119 Ayuntamientos y los partidos presentan candidaturas hasta determinados l¨ªmites, a saber: el PP en 7.342; el PSOE en 7.210; IU en 1.943; UPyD en 407; y Ciudadanos en 970. O sea, que en m¨¢s de 6.000 la ausencia de los nuevos actores les deja sin contraste. Podr¨¢n ofrecer sumas de sufragios para ocultar p¨¦rdidas en plazas y autonom¨ªas claves pero si prendiera el p¨¢nico, la sublevaci¨®n en busca de otro candidato para las generales tendr¨ªa muchas probabilidades porque, presidente, ¡°las cosas son como son¡±.