Espa?a, a la cola de Europa en n¨²mero de enfermeros
Har¨ªan falta 142.000 profesionales, un 60% m¨¢s, para alcanzar la media europea
No es solo una cuesti¨®n de n¨²meros, ni una simple reivindicaci¨®n profesional. Los estudios cient¨ªficos demuestran que la sobrecarga de trabajo de los enfermeros aumenta la mortalidad en los hospitales. Y Espa?a est¨¢ a la cola de los pa¨ªses europeos en cuanto a enfermeros por 100.000 habitantes. Har¨ªan falta casi 142.000 profesionales m¨¢s en el sistema sanitario para alcanzar la media europea, seg¨²n ha recordado hoy el Consejo General de Enfermer¨ªa.?
Las ratios de m¨¦dicos y enfermeros por cada 100.000 habitantes son uno de los par¨¢metros que usa la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) para valorar la calidad y la seguridad de los servicios sanitarios de un pa¨ªs. En Espa?a hay actualmente 237.000 enfermeros y 172.800 m¨¦dicos para atender a 46,8 millones de habitantes. La ratio de enfermer¨ªa es, por tanto, de 508 enfermeros por 100.000 habitantes, cuando la media europea est¨¢ en 811. Espa?a tendr¨ªa que contar con un 60% m¨¢s de sus efectivos actuales para equipararse a ese promedio.
Un an¨¢lisis de los n¨²meros permite comprobar asimismo la inequidad en la asistencia sanitaria entre comunidades aut¨®nomas, puesto que hay enormes diferencias en las ratios de enfermeras. Solo Navarra cumple con la media europea, con 828 enfermeros por 100.000 habitantes. Andaluc¨ªa se encuentra en el otro extremo con 379.
"Hay un grado de hartazgo muy grande en esta profesi¨®n", ha se?alado M¨¢ximo Gonz¨¢lez Jurado, presidente del consejo, durante una rueda de prensa en Madrid para presentar los datos. "No olvidemos que son las comunidades aut¨®nomas las responsables de los recursos humanos", record¨®.
La revista The Lancet public¨® recientemente un estudio europeo, en el que participaba Espa?a, en el que conclu¨ªa que al aumentar el n¨²mero de pacientes quir¨²rgicos a cargo de un enfermero, se incrementaba el riesgo de mortalidad en los 30 d¨ªas siguientes tras su ingreso. Por cada nuevo paciente, un 7% m¨¢s de riesgo.?
"No se puede dar calidad en 10 minutos"
Citas cada 10 minutos. Con suerte. Porque, a veces, si se presenta un paciente de urgencia, aparecen las llamadas citas forzadas: una a las 10.30; otra a las 10.32. Es evidente que una enfermera no puede atender a nadie ¡ªhacerle una cura, controlarle el az¨²car, vigilar el Sintrom¡ª en dos minutos, pero las agendas oficiales de los centros de salud a veces no entienden de obviedades. Un d¨ªa cualquiera, Teresa Mateos, enfermera de 52 a?os, puede llegar a visitar a m¨¢s de 30 personas en menos de tres horas. ¡°Intento hacer lo mejor que puedo, pero mucho sale de mi esfuerzo personal¡±, asegura.
Mateos lleva ocho a?os en el centro de salud de Abrantes, en el madrile?o distrito de Carabanchel. Antes trabaj¨® en un hospital. En total, casi 30 a?os en la sanidad p¨²blica. Cuenta que nunca hab¨ªa sentido como ahora la presi¨®n asistencial, el temor a equivocarse, el estr¨¦s y las prisas. Tiene asignados m¨¢s de 1.600 pacientes. ¡°Muchos, y cada vez m¨¢s, son personas mayores muy demandantes¡±, explica. A las citas en consulta se suman las visitas a domicilio para hacer curas, controlar a los enfermos cr¨®nicos, incluso sacar sangre. Tiene 33 pacientes que no pueden salir de casa.
¡°No se puede dar calidad en 10 minutos¡±, sentencia. A las agendas propias, ya de por s¨ª cargadas, se suelen sumar los pacientes de compa?eros ausentes. Con la crisis, en Madrid, los primeros 20 d¨ªas de baja no se cubren. El trabajo se distribuye entre los dem¨¢s. ¡°Hacemos malabarismos¡±, dice Mateos. ¡°Y sentimos la responsabilidad de manejar algo muy sensible: la salud de las personas¡±.
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