El Supremo pide ¡°cautela¡± al usar como prueba mensajes de Internet
El tribunal da credibilidad a una ni?a que confes¨® en Tuenti que era v¨ªctima de abusos
Un d¨ªa de mayo de 2013, Luc¨ªa, que entonces ten¨ªa 12 a?os, le cont¨® a un amigo a trav¨¦s de la red social Tuenti que el novio de su madre abusaba de ella. Dos a?os despu¨¦s, esa conversaci¨®n ha servido para que el Tribunal Supremo confirme la condena de cinco a?os de c¨¢rcel contra el agresor y fije los criterios para aceptar los mensajes de las redes sociales como prueba en los juicios.
Seg¨²n el alto tribunal, los jueces deben abordar ¡°con todas las cautelas¡± una conversaci¨®n mediante cualquier sistema de mensajer¨ªa instant¨¢nea porque estas comunicaciones son f¨¢cilmente manipulables. ¡°El anonimato que autorizan tales sistemas y la libre creaci¨®n de cuentas con una identidad fingida hacen posible aparentar una comunicaci¨®n en la que un ¨²nico usuario se relaciona consigo mismo¡±, advierte la sentencia, de la que ha sido ponente el presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena.
En el caso revisado, el Supremo ha confirmado la validez de la transcripci¨®n del di¨¢logo entre Luc¨ªa y su amigo, en el que la ni?a confesaba que el novio de su madre hab¨ªa abusado varias veces de ella y el chico, dos a?os mayor, le insist¨ªa en que se lo contara a su madre. La ni?a no le hizo caso, ni tampoco se atrevi¨® a contar nada a su padre y a su hermana. Pero unos d¨ªas despu¨¦s, s¨ª se confes¨® ante unas amigas del instituto y estas le convencieron para que informara a una profesora, que avis¨® a la madre y a la polic¨ªa.
La Audiencia Provincial de Valladolid conden¨® al hombre a cinco a?os y un d¨ªa de prisi¨®n por un delito de abusos sexuales y el Supremo ha rechazado ahora el recurso de casaci¨®n presentado por el condenado en el que, entre otros motivos, cuestion¨® la autenticidad del di¨¢logo en Tuenti que present¨® como prueba la acusaci¨®n particular, ejercida por el padre de la chica.
El tribunal admite que cuando estas conversaciones se aportan mediante un pantallazo o una impresi¨®n su veracidad puede ser puesta en duda, por lo que la persona que facilita esa prueba y pretende darla por v¨¢lida es la que debe demostrar que es real. En este caso era la v¨ªctima la que ten¨ªa esa responsabilidad y, seg¨²n los jueces, ¡°no hay duda¡± de que la conversaci¨®n con su amigo es aut¨¦ntica. El tribunal argumenta a su favor que la menor pusiera a disposici¨®n del juez su contrase?a de Tuenti para que pudiera comprobar la veracidad mediante un informe pericial. Adem¨¢s, el amigo declar¨® en el juicio como testigo y ratific¨® la confesi¨®n de la v¨ªctima.
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