Los partidos se alinean en ejes ideol¨®gicos para repartirse el poder

Los partidos pol¨ªticos comienzan a tantear acuerdos con formaciones de su mismo espectro ideol¨®gico para repartirse el poder auton¨®mico tras las elecciones del pasado domingo, marcadas por una ausencia total de mayor¨ªas absolutas. En seis comunidades ¡ªArag¨®n, Baleares, Asturias, Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha¡ª los partidos de izquierda, encabezados por el PSOE, explorar¨¢n acuerdos para gobernar. El PP, por su parte, depende del apoyo de Ciudadanos para conservar los Ejecutivos regionales de Madrid, Murcia, Castilla y Le¨®n y La Rioja.

Los comicios del 24-M han dibujado un panorama auton¨®mico de extrema complejidad. De los 13 parlamentos auton¨®micos que salieron ayer de las urnas, cuatro requerir¨¢n previsiblemente acuerdos tripartitos, en este caso de izquierda, para lograr la investidura. Se trata de Cantabria, Comunidad Valenciana, Arag¨®n y Baleares. En siete har¨¢n falta acuerdos a dos bandas: dos est¨¢n escorados a la izquierda ¡ªCastilla-La Mancha y Asturias¡ª, cuatro son proclives al PP ¡ªMadrid, Murcia, La Rioja y Castilla y Le¨®n¡ª y el s¨¦ptimo, Canarias, es de mayor¨ªa nacionalista. En Navarra, la formaci¨®n de gobierno es imprevisible, dada la extrema fragmentaci¨®n de la c¨¢mara.

El PP pierde todas las mayor¨ªas absolutas que obtuvo en 2011 y en el mejor de los casos requerir¨¢ del apoyo de Ciudadanos para lograr la investidura de sus candidatos. El pacto m¨¢s complicado se da en Madrid. Para que Cristina Cifuentes sea nombrada presidenta de la Comunidad no le basta con la abstenci¨®n del partido de Albert Rivera, sino que necesita el voto a favor de los 17 parlamentarios de Ciudadanos. Solo as¨ª podr¨¢ la candidata popular conjurar el probable voto negativo de PSOE y Podemos, que, juntos, superan en diputados al PP.

En las otras tres comunidades donde el PP logr¨® salvar los muebles el domingo con mayor¨ªas holgadas ¡ªLa Rioja, Murcia y Castilla y Le¨®n¡ª, a los conservadores les bastar¨ªa con la abstenci¨®n de Ciudadanos para lograr la investidura. En una entrevista con EL PA?S durante la campa?a, el l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, se mostr¨® dispuesto a comprometerse con la estabilidad aunque sin entrar en coaliciones de gobierno, y sostuvo que ¡°el partido que gane las elecciones debe tratar de formar Gobierno¡±. Sin embargo, los resultados electorales y la posibilidad de que Ciudadanos alcance un poder real puede alterar este principio.

A tres bandas

En el resto de comunidades donde se celebraron elecciones, todas gobernadas hasta ahora por el PP excepto Asturias, Navarra y Canarias, la izquierda acaricia la posibilidad de desbancar a los conservadores. Para ello se configuran acuerdos a varias bandas. En tres regiones ¡ªArag¨®n, Baleares y Comunidad Valenciana¡ª, el partido de Pedro S¨¢nchez necesitar¨¢ el concurso de Podemos y al menos otro partido para que su candidato logre la investidura. En Arag¨®n, la llave de la investidura la tendr¨¢ la Chunta Aragonesista; en Baleares, la coalici¨®n nacionalista MES; y en la Comunidad Valenciana, Comprom¨¬s, la tercera fuerza, ser¨¢ clave para la investidura del socialista Ximo Puig.

M¨¢s sencilla, al menos sobre el papel, ser¨¢ la negociaci¨®n en Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha. En las dos primeras comunidades el PSOE ha sido la fuerza m¨¢s votada, aunque la investidura depender¨¢ de Podemos. En Castilla-La Mancha, solo una alianza de los tres parlamentarios de Pablo Iglesias con los 14 del PSOE puede impedir que la popular Dolores de Cospedal repita en el Gobierno regional. A lo largo de la campa?a, el l¨ªder de Podemos ha mostrado en cada acto en el que ha intervenido su voluntad de ¡°echar¡± al PP de los gobiernos que ocupan.

El PSOE puede ser tambi¨¦n determinante, no para gobernar, sino para facilitar la investidura en Canarias ¡ªdonde puede ser apoyo de Coalici¨®n Canaria¡ª y en Cantabria. En esta comunidad los esca?os socialistas y los de Podemos pueden devolver a la presidencia al regionalista Miguel ?ngel Revilla.

Si en estas comunidades la gobernabilidad es complicada, en Navarra es directamente endiablada. La extrema fragmentaci¨®n del Parlamento regional hace que cualquier mayor¨ªa pase por pactos en principio contra natura como UPN y PP con los nacionalistas de Geroa Bai.